Narra Marta.
¿Este niño que se cree, llamandome preciosa y acercándose demasiado a mi? Sinceramente me parece muy guapo, tiene unos labios carnosos y unos dientes brillantes, y también tiene un... ¡auch! Me acabo de dar contra la pared pensando en el idiota de Manu. Pude oir una risilla ronca detrás mia, si era el tonto de la ciudad.
-Princesita, que te chocas..¿En que pensabas?.-preguntó con una sonrisa.
-En lo idiotas que son algunos de esta ciudad, bueno en fin dile a mi madre que me voy.-respondí girandome.
-¿Porque te vas?.-preguntó acercandose a mi.
-Por..porque si, tengo que arreglar mi maleta..y...y más cosas.-respondí tartamudeando.
-Va quedate.-me suplicó.-Va,va,va,va.-
Le interrumpí, me ponia nerviosa que no parara de decir "va" con esa carita de pena.
-Vale, vale me quedo.-respondí con una sonrisa.
-Vamos a mi cuarto, las conversaciones de los padres suelen ser muy aburridas.-dijo Manu.
Yo solté una risita, este chico no era tan tonto como me imaginaba, el me pregunto si ibamos a su cuarto, y yo asentí. Entramos otra vez en su cuarto, el cual por casualidad habia acabado minutos antes tumbada en la cama mareada.
-Vaya, que serpiente tan chula.-le dije cogiendo la serpiente y achuchandola.- Me encantan los peluches.
-Te ves preciosa abrazando a mi serpiente, con la que duermo todas las noches.-respondió sonriendo.
Mierda, Manu me habia echo sonrojar dos veces ya , no habian pasado ni cuatro horas.
-¿Puedes dejar de hacer eso?.-pregunté-
El negó.
-Me gusta hacerte sonrojar.-respondió mirándome fijamente.
-Callate Manu.- dije mietras le pegaba en el hombro.
-¿Quieres ver alguna peli?.-preguntó sacando su ordenador.-¿Quieres ver Divergente?
Yo asentí, habia visto esa película como mil veces y no me cansaba.
Manu se sentó en la cama apoyado en la pared y palmeó a su lado para que me sentara con el. Tomé asiento y apretó el Play.
-¿A que instituto vas a ir?.-preguntó.
-A uno que se llama..Miguel Cervantes o algo así...-respondí.
-Vas a ir al mismo que yo.-sonrió.
-Mira tu por donde, que suerte.- respondí con un cierto toque de ironia.
-¿Porque te caigo tan mal?.-preguntó.
-No me caes mal Manu, pero te veo el típico guaperas que liga mucho, un mujeriego vamos.-respondí mirando a la pantalla.
-No soy así Marta, ni parecido.-rió.-Y te lo demostraré.
Mi madré me aviso que nos teníamos que ir ya, asi que me levanté de la cama. Me quedé paralizada. ¿Que hacia? ¿Le daba un abrazo, dos besos, le saludaba? Manu me miró raro ya que mi cara era de preocupación. Le fui a dar dos besos y el me fue a dar un abrazo; choqué mis labios contra su pecho, Manu rió y yo me separé rapidamente.
-Ehhh..bueno yo me voy.-levanté la mano en señal de decir adiós, me giré rapidamente para que no se diera cuenta de que tenia las mejillas tan rojas como las de un tomate.
-Adiós tomatito Marta.-rió.
-Idiota.-respondí cerrando la puerta y riéndome bajito sin que me escuchara.
Esta noche Manu me habia dicho que quedariamos en el portal, y que de ahí iriamos a ver a sus amigos, me vestí y bajé al portal, Manu apareció con una biciceta y me sonrió.
-¿Que haces con eso?.-pregunté señalando la bicicleta.
-Tenemos que irnos con algo princesa, de momento yo no vuelo.-dijo Manu.
-Primero no me digas princesa, y segundo no me voy a subir.-le respondí.
-Vamos Marta.-suplicó.
-Manu, ves tú, yo no voy.-le respondí girandome para irme.
Manu se bajó y me cogió de la cintura dejandome apoyada en su hombro mientras yo pataleaba. Podia oir como Manu se reia y yo pataleaba cada vez más.
-Manu bajame, te lo ordeno.-grité.
-Tú vienes si o si.-respondió Manu.
-Voy si me bajas.-gruñí.
Manu me bajó y se subió en el sillin.
-Ahora sientate en el manillar.- me dijo señalando el manillar y guiñandome un ojo.
¿Sentarme donde? Me senté poco a poco en el manillar y el empezó a pedalear. Tardamos diez minutos en llegar al sitio en el que sus amigos estaban esperando varios chicos y chicas de mi edad.
-Manu, me da corte estar aquí, mejor llevame otra vez a casa.-respondí mirandole fijamente a los ojos.
Manu negó y me empujó para ir donde estaban.
-Hola chicos, esta es Marta.-me presentó Manu.
-Buenas.- les saludé levantando la mano.
-Yo soy Marcos.- me saludó un chico levantandose y dandome dos besos.
Se fueron levantando para saludarme, pero faltó una persona, una chica que estaba sentada al lado de Manu y mirandome crealmente mal. Estuve hablando con los amigos de Manu, eran súper simpáticos y graciosos.
-Que fea es tu amiga ¿no?.-pude oir como esta chica susurraba.
-¿Como te llamas?.-pregunté señalando.
-Claudia.-respondió secamente.
-Aparte de estúpida también eres borde.-respondí.
Toda la gente respondió con un "oooooh" a la vez y Manu se quedó mirandome fijamente.
-¿Perdona?.-preguntó.- ¿Quien te crees que eres niñata? Ya se porque te mudastes, porque nadie te queria en tu otra ciudad y quisistes probar por aquí, pues no te va a funcionar, eres asquerosa y fea, y nunca vas a encontrar novio y ahora vete, nadie te quiere a ti.-
Yo me quedé paralizada, no quería llorar enfrente de todos, así que me contuve las ganas de llorar.
-Bueno, me habeis caido muy bien todos, sois súper majos todos.- dije.- Bueno, Claudia, no te des por aludida, tú no estás incluida, me has caido de pena si te soy sincera. Pero mejor será que me vaya, espero veros pronto.-
Me giré y empecé a caminar por donde me habia traido Manu. No pude contenerme y empecé a llorar, me acordaba de mis amigos que dejé antes de mudarme. Pudé oir como gritaban mi nombre. Empecé a caminar más rápido, no queria que nadie, absolutamente nadie me viera llorar.
-¡Marta!.-volvieron a gritar.
Me giré para ver de donde venian esos gritos, pude ver a Manu pedaleando fuertemente para poder alcanzarme.
-Vete Manu, vete joder.-grité.
-Marta, espera, quiero hablar contigo.-gritó Manu mientras pedaleaba hasta alcanzarme.
Este iba a ser un largo trayecto hasta casa...
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Mi estúpido vecino
Teen FictionLeer esta nueva parte de la historia, comentar que tal os parece, que os gustaría que pasara y muchas cosas que penséis sobre esta novela!