Charlie y Brigid, todos sabían quiénes eran y que durante dos años habían estado saliendo. Una relación preciosa en la que ambos se amaban un montón y las familias apreciaban, algo ocurrió que la relación acabo. Ahora Brigid perdió su sonrisa y Char...
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Terminaba el mes de septiembre, todos habían vuelto a sus ocupaciones de siempre excepto Brigid Connor. La pelirroja se pasaba el día en su habitación o metida en la cama, el verano se había resumido en hacer eso mismo y se sentía como si estuviese muerta en vida. Habían ocurrido muchas cosas en su último año de Hogwarts y el resto de sus compañeros podían seguir hacia delante, pero ella seguía quedándose estancada en ese pasado. Sus mejores amigas, Hazel estaba buscando en que se podia trabajar y Wendy había decidido recorrer el mundo antes de empezar la vida adulta. Si Brigid nunca hubiese salido con Charlie Weasley probablemente en esos momentos estaría junto a Hazel y siendo como cualquier chica de su edad.
Sus padres estaban preocupados por ella, pero ya no sabían que hacer porque ya habían pasado tres meses desde que termino el curso y lo habían intentado todo. Nada podia animarla, dos años de relación que la iban a dejar marcada para toda la vida, ¿por qué el amor dolia tanto? Le gustaría volver a quien era antes, pero esa Brigid era tan feliz cuando los ojos azules de él la miraban.
Unos pasos se escucharon en las escaleras de la casa, el hogar siempre estaba en silencio cuando sus padres no estaban y es que la chica se había vuelto un fantasma. La puerta de su habitación se abrió y una cabellera rubia apareció, Hazel iba casi todos los días a verla y a intentar animarla.
-Hola Brigid.- la pelirroja se dio la vuelta y medio sonrió a su amiga.
-Hola Hazel. - su amiga se sentó a su lado en la cama y pudo ver como tenía muchas cartas en su mano-. ¿De quiénes son?
-De Bill Weasley, me escribe para preguntarme como estas. - Brigid le dio la espalda a su amiga, no quería saber nada de ningún Weasley por el momento-. Vale, lo he entendido, también cuenta sus viajes. - ningún sonido salió de los labios de la pelirroja y eso significaba que Hazel podia seguir hablando-. Te puedo leer algunas cosas que me ha contado, ¿te parece bien?
-Vale. - un hilo de voz salió de Brigid, deseaba que Bill no mencionara Rumania ni a Charlie.
-"Querida Hazel, estoy en Egipto y es precioso. Se que no te gusta la arena, pero las pirámides y la historia que tiene este lugar es preciosa. La gente ha sido muy amable conmigo, me gustaría quedarme aquí a vivir, pero creo que el calor tan fuerte no es para mí. La semana que viene me mandan a Asia, la verdad es que esto de ser rompe maldiciones se me da muy bien y me encanta la oportunidad de conocer distintos lugares."- Hazel dejo esa carta a su izquierda para pasar a leer la siguiente-. "Querida Hazel, acabo de llegar a Japón y aquí sí que se nota el cambio de idiomas. La cultura es muy distinta a la de Inglaterra y a la de Egipto, pero también me gusta mucho. Me ha sido difícil comunicarme con ellos al principio, pero me han proporcionado un traductor que me ayudara durante toda mi estancia aquí. Ojalá pudierais ver estos lugares porque son preciosos. Os extraño a ambas y tengo entendido que dentro de unas semanas voy a volver a Inglaterra, espero que nos podamos ver. Te escribiré cuando este ya allí"
- ¿De cuándo es esa última? - Brigid la interrumpió y se volvió a girar hacia su amiga, encontrándose la otra carta en la cama.
-De hace unos días, ¿por? - puede que fuera tonto lo que iba a hacer, pero tal vez todo el mundo tuviera razon.
-Dile que me escriba a mí también cuando venga. - la voz de la Brigid sonó un poco cortada y una sonrisa se asomó en sus labios, aunque unas lágrimas aparecieron en sus ojos.
-Vale. - Hazel guardo las cartas en su bolso y ambas se quedaron un rato en silencio-. ¿De quién esa camisa? Es muy grande para ser tuya.
Y es que allí estaba la realidad golpeándola de nuevo, no había sido capaz de devolverle la camisa a Charlie y todavía la mantenía con ella. Por el silencio de la pelirroja pudo adivinar de quien era la camisa, ¿por qué los dos lo hacían tan difícil? Ninguno era capaz de superar al otro, solo que uno había hecho un esfuerzo por seguir adelante y el otro no. Si conseguían descubrir que paso en esa relación podrían hacerlos avanzar e incluso podrían arreglar las cosas ellos dos.
-Te veo peor ahora que cuando estabais juntos, ¿qué paso realmente en esa relación? - un brillo apareció en los ojos de Brigid, no eran lágrimas, era un brillo de alegria o como de esperanza.
- ¿Quieres saberlo? - y por primera vez desde que termino el curso, Hazel vio como su amiga se levantaba de la cama y esparcía algo que no fuera tristeza.
-Siempre quise saberlo, necesito que me lo cuentes. - en ese momento la antigua Brigid volvió y deseo que Charlie volviera a su vida.
-Creo que ya era hora. - recogió su cabello con una goma del pelo que había en su mesilla de noche-. Yo conocía a Charlie desde nuestro primer año...
