Esa charla en el bar duro horas, recordaron viejos momentos incluso se contaron nuevos momentos y a su vez crearon un nuevo recuerdo que siempre les recordaría la alegria de un corazón recuperado. Charlie y Brigid quedaron que hablarse más por carta ahora que él debía volver a Rumania con Owen, los días nublados desaparecieron para ambos solo con saber del otro. Esa era la mejor manera de seguir hacia adelante sin tener que quedar como enemigos para toda la vida.
Las cosas fueron mejorando para todos, Brigid iba a trabajar a la Reserva y luego salía con sus amigas a tomar algo. Su compañero de trabajo de la había notado más alegre e incluso eso se notaba con el trato de las criaturas, también su compañero que a veces era como un animal. Louis Scamander era el hijo del famoso magizoólogo y quien había heredado la Reserva de Criaturas de su padre al jubilarse, entonces era el jefe y compañero de Brigid. Lo gracioso del joven es que siempre que la chica llegaba a trabajar, Louis tenía un rasguño en alguna parte del cuerpo.
-Buenos días señorita Connor. - el rubio estaba sentado en la mesa de la oficina con un hielo en el lado de la ceja-. Los duendecillos se han vuelto a escapar de su jaula.
-Louis ya es la sexta vez esta semana que se te escapan. - Brigid le quito el hielo al chico y le puso una tirita del botiquín-. Entiendo que quieras llevarte uno para asustar a tu hermano, pero no puedes seguir así.
-Intentare no hacerlo más, ¿puedes ayudarme a reunirlos? - la pelirroja dejo su bolso con su abrigo en el perchero de la oficina y se giró a mirarlo con cara de "¿otra vez?"-. Te invito a desayunar.
-Bueno vale, vamos. - los dos fueron al habitat que tenían para controlar a los duendecillos cuando se escapaban de su jaula, este lugar tuvo que crearlo Brigid después de que Louis soltara por primera vez a las criaturas.
Louis y Brigid se dedicaron durante dos horas a meter a los duendecillos en su jaula, eso era muy común en su día a dia. Esto le recordaba a la vez que Charlie y ella se escondieron en la Sala de Menesteres, apareció una habitación llena de objetos en donde había una jaula con duendecillos que acabo en el suelo abierta. Charlie prefería dejar a las criaturas libres porque sería una buena broma que afectaría a otro, pero Brigid lo convenció de que los volvieran a su jaula. Se pasaron más de tres horas rebuscando por toda la sala para meterlos en su jaula, aunque algunos se quedaron fuera porque se escondieron bien entre las torres de objetos.
Cuando por fin terminaron con los duendecillos, Brigid fue a ver cómo iban los Bowtruckle en su arbol de comunidad y Louis revisaba a los Ocamy. Realmente el Scamander tenía su atención puesta en su compañera, brillaba como nunca y su sonrisa era como el sol que brillaba en su hora más fuerte en Inglaterra. Brigid jugaba con las pequeñas ramitas, cuando comenzó a trabajar allí le costaba mucho sonreírle a las criaturas y Louis pensó que tal vez no fuera la mejor para el trabajo, pero con el tiempo fue iluminando la soledad en la que Louis vivía.
Para Louis, Brigid era un rayo de sol que te ilumina un día gris, un angel caído del cielo y viene a salvarte de la oscuridad. Podría estar enamorado de ella, pero nunca lo diría en voz alta y en su familia era un secreto a voces. El brillo en sus ojos al hablar de la pelirroja, la sonrisa que aparecía en sus labios y las ganas de volver a la Reserva a verla eran la manera en la que lo delataban. Solo que Brigid debía partirle el corazón porque no sentía nada por él, sus ojos solo miraban al segundo de los Weasley.
- ¿Puedes dejar de mirarme? No voy a desaparecer de aquí. - y allí estaba esa sonrisa, se la estaba dedicando a él.
-Lo siento, es que te llevas tan bien con los Bowtruckles que me da envidia. - Louis se giró con los Ocamy para darle de comer a los recién nacidos.
-Los Bowtruckles no te quieren y es irónico porque tu padre tiene uno siempre encima. - Newt Scamander había pasado algún día por allí y un pequeño Bowtruckle salía de su bolsillo de la chaqueta.
-Déjalo. - termino de darle comida, se fue con el cubo a la cabaña de la oficina a grandes zancadas.
-Pero no te enfades. - le grito ella viendo cómo se alejaba.
El resto del día fue como el resto de los días, revisar que todas las criaturas estuvieran bien y no hubiese ningún problema entre ellas, también ver a Louis comportarse como un niño pequeño. Cuando Brigid entro a recoger su abrigo, Louis se encontraba revisando hojas en el escritorio de la oficina y con un vinilo de jazz sonando de fondo. La chica se acercó sigilosamente hacia la mesa, pero Louis no estaba revisando las hojas más bien estaba durmiendo encima de todo y eso hizo que una pequeña risita se le escapara. Saco una manta del armario de la habitación para ponérsela encima al chico y se fue a casa.
En casa le esperaba una carta de Charlie, había llegado unas horas de antes. El contacto por cartas se había vuelto muy habitual, aunque la distancia era mucha por lo tanto las cartas llegaban días después de mandarlas.
"Hola Brigid,
Me he cansado de escribir 'Querida' como si fuese una carta formal y no nos conociéramos, así que ahora voy a poner hola. El otro día Owen encontró un Bowtruckle en la oficina del jefe y se lo robo, fue gracioso. La verdad es que me acorde de la vez que el profesor Kettleburn nos enseñó a los pequeños bichos y tu decidiste robarte uno para poder abrir la cerradura de la puerta de mi habitación. Siempre me hace gracia recordar como fuiste con el pobre animalito hacia mi puerta para abrirla y te pille con las manos en la masa, eso fue antes de que empezáramos a salir. Me sorprende porque lo recuerdo todo muy bien y me da miedo algún día olvidar las cosas que hicimos juntos.
Bueno, Bill me mandó una carta diciendo que mama le había escrito diciéndole si podia volver a casa por mi cumpleaños. No pensaba pasar mi cumpleaños en casa, tal vez estaría todo el día con los dragones y luego Owen tendría una tarta en mi cabaña para celebrar otro año más de vida. Lo único que espero para mi cumpleaños es no quemarme el pelo con los dragones.
Un abrazo muy fuerte desde la distancia,
Charlie W."
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All Too Well
FanfictionCharlie y Brigid, todos sabían quiénes eran y que durante dos años habían estado saliendo. Una relación preciosa en la que ambos se amaban un montón y las familias apreciaban, algo ocurrió que la relación acabo. Ahora Brigid perdió su sonrisa y Char...