Harry está completamente vestido cuando Louis regresa a la habitación. Está desplomado en el borde de la cama, con los dedos entrelazados torpemente alrededor del borde de sus volantes rosas. "¿Puedo ir?" suelta cuando Louis abre la puerta del baño...
Su cuerpo sabe qué esperar esta vez, abriéndose ansiosamente, recordando para qué sirve, y cuando Louis se acomoda completamente en él, Harry parpadea furiosamente para contener las lágrimas de agobio. No va a arruinar esto llorando, no lo hará.
"¿Estás bien allí?"
"Amo la forma en que te sientes", dice, citando tanto a Louis como a él más temprano, cuando se sentía lleno de coraje y poder, entregándose a Louis y confiando en que Louis lo haría suyo. Ahora Louis lo hace y es tan bueno que Harry no sabe cómo debe vivir el resto de su vida sin esto.
"Eres tan sexy", susurra Louis. "Por dentro y por fuera. Tan caliente para mí, H."
Le hace cosas a Harry cuando Louis lo llama H, cosas que no puede describir, cosas en las que apenas puede pensar. Pone a Louis en el pequeño círculo de personas que realmente aman a Harry y hace que Harry espere cosas que no pueden ser verdad y necesite cosas que nunca podrá tener.
Louis va más profundo, esa presión dolorosa que se siente como si Harry se estuviera desmoronando a su alrededor. ¿Cómo se supone que el cuerpo de Harry permanezca en una sola pieza? Se está moviendo terriblemente lento, arrastrándose y luego empujando firmemente hacia adentro, y no se siente como follar.
Se siente como hacer el amor.
De esto hablan las canciones que canta Harry. Nunca lo había entendido. Nunca sintió lo que significaba amar así, tan abrumador y devastador.
El sentimiento no termina.
No después de que lleguen al clímax.
No mientras duermen juntos enredados el uno con el otro.
No cuando saca a Louis de su cómoda cama dos horas antes del amanecer.
Y definitivamente no después de que cavan en la arena húmeda de la playa para crear una piscina de calor relajante y él se recuesta en el círculo protector de los brazos de Louis para ver el sol asomarse sobre el horizonte brillante.
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Le da el coraje de estar de acuerdo cuando Louis lo invita con indiferencia al día de feria. Esta es probablemente su última oportunidad de experimentar uno, por lo que se pone una sudadera con capucha sin forma con gafas de sol y su bufanda burdeos y acompaña a Louis a la feria.
No pasa mucho tiempo antes de que se sienta lo suficientemente seguro dentro del grupo de alegres granjeros para quitarse las gafas. Son acogedores, pero se centran únicamente en la granja y los métodos orgánicos con los que el anfitrión está teniendo éxito. Harry se queda atrás porque no tiene nada que ofrecer, pero disfruta viendo a Louis en un entorno social. Es popular, claramente conocido y apreciado, y la gente busca con frecuencia sus opiniones y consejos, que da libremente y de todo corazón. Es parte de esta comunidad de una manera que Harry nunca ha experimentado en el mundo de la música. Tal vez porque no tiene que esconderse como lo hace Harry.
