Tecno |skz|

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Felix marca el número mientras camina por la calle con rapidez. Está empezando a oscurecer y agradece que Seungmin responda casi de inmediato.

ㅡFelix, ¿en qué puedo ayudarte?ㅡpregunta el comandante.

ㅡLamento la interrupción, pero creo que tengo un cliente que secuestró a su esposo.

ㅡ¿Qué?

ㅡMe contrataron para buscarlo, pero… hay algo muy mal, Seungmin, te mandé la dirección. Con una patrulla me basta.

ㅡEspero que tengas evidencia para que pueda justificar tu corazonada, FelixㅡSeungmin se escucha serio, exactamente igual que el día que encontraron a la hija de la señora Kang.

«Que no se repita, por favor» piensa Felix.

ㅡEscucha, te mandé 2 videos: en uno, el dueño del club Tecno está recibiendo armas, en el otro es el hombre que me contrató recibiendo polvo.

Hay un gran silencio. Felix incluso toma el metro antes de que Seungmin le conteste.

ㅡCarajoㅡmurmuraㅡ. Envíame la dirección, no se te ocurra entrar sin nosotros.

ㅡYa la tienesㅡdice Felix antes de colgar.

El viaje es largo e incluso la ruta se termina y Felix tiene que bajar y caminar, porque el metro no llega a una zona tan exclusiva como en la que está la casa de Changbin.

La noche avanza y avanza con el detective y da la impresión de que se detiene, como Felix al lado de la gran casa del abogado.

No ve las patrullas por ningún lado y Felix está a punto de acercarse, hasta que ve a Changbin salir y azotar la puerta de la casa y de su auto al subirse; está hablando por teléfono. Las rejas que protegen el jardín se abren automáticamente y el detective, escondido entre la piedra del muro y un árbol, alcanza a escuchar los gritos del otro hombre, que en realidad suenan más como rugidos.

ㅡ¡¿Por qué mierda firmaste eso, Bang!?

El auto se aleja y el sonido se va tan rápido como llegó. Felix siente inquietud. ¿Qué firmó Bang Chan y por qué su antiguo abogado sonaba tan enojado?

Las luces de las patrullas iluminan de repente el lugar ya oscuro. Felix ve a Seungmin bajar de una de ellas y sale de su escondite.

ㅡDime que no hiciste nada estúpidoㅡle dice Seungmin.

Felix alza sus manos y le muestra sus palmas en señal de inocencia. Comienza a resumir para Seungmin todo lo que ha atravesado y cómo el caso lo estaba llevando a ninguna parte mientras los hombres del comandante hacen el trabajo para entrar sin darle oportunidad a Changbin de alegar en un juicio contra ellos.

ㅡ¿Por qué te contrataría si es él el que tiene a su esposo?

ㅡTambién quiero saberloㅡresponde Felixㅡ. Tal vez una coartada; si Hyunjin desaparecía y él no hacía nada, sería el primer sospechoso.

ㅡYa es el primer sospechoso. Y te buscó a ti.

ㅡLo sé, pero…

ㅡ¡Comandante!

La reja y la puerta de la casa están abiertas. Los hombres que cuidan la casa son retenidos por dos oficiales corpulentos. Felix y Seungmin no pierden el tiempo y entran con los demás, que de inmediato comienzan a revisar la casa.

ㅡAgradece que tu trasero está salvado porque tienes evidencia de él recibiendo droga. Incluso si no es el culpable de la desaparición de…

ㅡHyunjinㅡaclara Felixㅡ. ¿Cómo que «Incluso si no es el culpable»?, ¿no me crees?

ㅡRespeto muchísimo tu trabajo, Felix, pero este caso lo has llevado de una manera tan inusual. No tuviste orden ni procedimientos y, vas a disculparme, pero creo que esa es la verdadera razón por la que no estabas yendo a ningún lado.

Felix está a punto de decir algo, pero un oficial se acerca a notificar que en la primera planta no han encontrado nada. Seungmin se aparta de él para ir con su gente.

El detective camina por la casa, tan grande y lujosa que no se siente como un hogar, ni siquiera como algo real. Hay muchas pinturas que lucen muy costosas y los muebles, aunque sencillos, parecen costar más de lo que Felix podría pagar en toda su vida.

Parece más un museo, determina Felix, un museo para exhibir cosas bonitas. Un escalofrío le recorre al pensar en Hyunjin como una cosa más de esa exposición; la joya más grande de la corona.

Llega hasta lo que parece ser la oficina de Changbin. Hay un oficial revisando el lugar y lo saluda brevemente antes de seguir en su trabajo. El lugar se ve más personal que el despacho público que Felix visitó al inicio de toda la locura.

Sus ojos recorren lentamente las paredes hasta que se topa con una enorme fotografía enmarcada. En ella está Changbin, vestido con un traje perfectamente planchado y hecho a la medida, parado detrás de una silla y sosteniendo los hombros de Hyunjin, que está sentado y tiene un traje blanco igual de caro que el de su esposo. Felix no sabe lo que resalta más: si el collar dorado y ajustado alrededor del cuello de Hyunjin o la lágrima que sale de sus ojos vacíos de expresión.

Felix no nota al perro que está en la habitación hasta que comienza a ladrar y rasguñar contra un librero.

ㅡ¡Oficial Suh!

Un hombre alto entra a la habitación y ayuda al otro oficial a mover el librero, Felix sostiene la correa del pobre perro inquieto y solo es capaz de encogerse en su lugar cuando los tresㅡy el perroㅡ, ven una puerta.

El oficial Suh sale y entra con otra agente. El primer policía que vio Felix toma la decisión y abre la puerta. Una corriente de aire frío los recibe, solo eso y oscuridad; el mismo hombre está a punto de dar un paso a la escalera que desciende, pero el oficial Suh lo detiene.

ㅡYong.

ㅡNo me voy a morirㅡresponde.

La oficial se desliza entre ambos y no dice nada cuando enciende su linterna y comienza a bajar. Suh y Yong la siguen y Felix, con todo y el perro, va detrás de ellos.

Para ser un sótano, es enorme. Después, Felix nota por qué el perrito se inquietó tanto y por qué comienza a removerse de nuevo.

ㅡYong, llama a más y a Woo, saca a Max de aquíㅡdice Suh. Suena impresionado.

Tae toma con cuidado la correa del perro y le agradece a Felix con una sonrisa inquieta. El detective, con las manos vacías, continúa bajando la escalera.

Felix alcanza a ver cómo la oficial abre, con guantes puestos, una caja y jura que puede escuchar su respiración cortarse al ver el calibre de las armas. Suh está revisando un estante que tiene cuidadosamente organizadas algunas bolsas blancas. Hay más, obviamente hay más y al darse cuenta, el detective retrocede por la impresión y choca contra algo que hace eco.

Los dos policías se voltean a mirar en su dirección, su atención fija en la puerta de madera. Felix mira nerviosamente a todos lados y descubre que la pared tiene un lector de huella para, supone, desbloquear la puerta.

Yong regresa con otros oficiales, uno de ellos los mira y les pide que se aparten un poco para comenzar a hacer su trabajo.
Seungmin llega poco después y mira a Felix con un brillo incomprensible.

ㅡ¿Encontraron otra cosa?ㅡpregunta Felix.

ㅡOjalá que su esposo sí haya escapadoㅡmurmura Seungminㅡ. ¿Cuántos años?ㅡpregunta.

ㅡ19ㅡresponde Felix.

ㅡDios salve a ese chico.

«Se olvidó de él a propósito», piensa amargamente el detective.

Felix tiene algo pesado obstruyendo sus vías respiratorias. Está apunto de dejar el sótano, tan intoxicante y lleno, pero el oficial que estaba trabajando con la puerta anuncia que lo ha logrado.

Lee Felix es de los primeros en ver a Seo Hyunjin atado a la cama.

Mi perro se llama Max, sí.