Capitulo 3

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—Por que estamos teniendo cortes de luz, Joaquín? —le preguntó Yong al nervioso empleado que había acudido a su despacho.

—Es por las lluvias, señora Kim En Katya están teniendo corrimientos de tierra. Aún no hay cifras fiables sobre el número de muertos. El tendido eléctrico está sufriendo las consecuencias...

—Joaquín, me da igual lo que esté pasando en Katya. Tenemos un generador nuevo. Entonces, ¿por qué estamos teniendo cortes de luz? —bramó Yong.

—Lo están arreglando, señora Kim —repuso él, sombrío.


—Pues ve y asegúrate dé que se arregla. ¡Fuera! —grito, señalando a la puerta 23

—Señora Kim...


—Largo de aquí!


El hombre salió de la oficina pies para qué os quiero.


Antes de que Yongtuviera tiempo de dar rienda suelta a su enfado, le sonó el teléfono. Llevaba sonando ininterrumpidamente todo el día.

—Sí, Gloria.


—Señora Kim, tengo a Seung en la línea dos.


—Muy bien, Gloria. ¿Te ha dicho lo que quiere?


—Al parecer tienen problemas en una de las torres de perforación.


—Maldita sea! Está bien. —Yong cambió a la línea dos—. Seung, ¿qué sucede?


—Señora Kim, ha habido una explosión en la torre 81.


—Que ha habido qué?



—El incendio ya está controlado, pero las lluvias no están ayudando.


—¿Cómo ha podido pasar, Seung? Esa es tu torre.


— ¿Quién es el responsable de la seguridad?


—Alberto Curbelo se encarga de la seguridad, pero...


—Échalo. Ha puesto en peligro la seguridad. Lo quiero fuera de las instalaciones en cuanto cuelgues el teléfono y, Matt, te quiero ver aquí mañana por la mañana con una relación de los cambios en plantilla.

—Señora Kim, hemos tenido bajas.


—Échalo. Lo quiero fuera de mi torre. Ahora, Seung.


Colgó el teléfono, indignada. Siempre había bajas. Así era la vida. Al final, los beneficios superaban a las pérdidas. En su opinión, las pérdidas eran un factor aceptable.

El teléfono volvió a sonar.


—Sí, Gloria.


—Señora Kim, ha habido una riada cerca de Las Lomas. La calle está inundada. Informan de que algunas personas se han ahogado al quedarse atrapadas en los coches —comunicó Gloria con voz temblorosa.

—Gloria, tranquilízate. Ve al grano.


—La policía ha llamado para informarnos dé que uno de los coches atrapados en la riada era un coche de la empresa. —La secretaria se echó a llorar.

—Gloria! ¡Por amor de Dios! Deja de llorar y dime qué más han dicho.


—Ester Curbelo y sus dos hijos se han ahogado. Había otra mujer con ellos en el coche, pero aún no la han identificado.

POR AMOR (adaptacion Moonsun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora