⠀⠀⠀⠀O26 | BELLA DURMIENTE

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Caminando torpemente por el pasillo, arrastró los pies hasta que llegó al comedor.

—La bella durmiente despertó —escuchó, y miró con algo de odio al omega pelinegro que pasó junto a él, casi de su altura, atractivo y muy parecido a Conner Kent para su gusto.

Un gruñido bajo hizo que el chico se encogiera un poco.

En menos de un segundo, sintió unos brazos rodearlo en un abrazo, apretándolo lo suficiente como para hacer aparecer una mueca en su rostro.

Enfocó su vista en el cabello negro de quien lo abrazaba.

—Damian, vas a romperme —murmuró, con apenas aire por la fuerza del abrazo.

Su hermano lo soltó al instante, alejándose un poco, para aún sosteniéndolo por los brazos, murmurando un "Lo siento" varias veces.

Jason respiró el olor familiar del pelinegro, arrugó un poco la nariz, nunca había sido su aroma favorito, y era más fuerte de lo que recordaba.

El alfa mayor asintió, sonriendo, para que Damian dejará de pedir disculpas.

—¿Qué te has hecho? —murmuró, mirando aquel peculiar mechón blanco.

—¿Y quién habla? Con esa ropa pareces muñeco de boda —contraatacó.

Damian rio levemente, dudó un poco, pero lo volvió a abrazar, Jason hizo un esfuerzo para devolverle el gesto, el sueño se había despejado y su cuerpo volvía a doler, así que el sólo mover sus brazos le dolía.

Al separarse, el menor frotó sus ojos, tratando de disimular sus lágrimas, cosa que de alguna manera le dolió a Jason.

—Tienes que tomar algo —le dijo Damian, un poco más tranquilo—. ¿Puedes caminar? ¿Te ayudo?

Jason negó, por más que le hubiera servido la ayuda de su hermano quería hacerlo solo, por orgullo.

Al llegar a la mesa, se sorprendió cuando Harley acomodó una silla para que se sentara.

—¿Quieres un té? —preguntó la rubia—. Normal, saborizado, con miel...¿O prefieres una chocolatada?

Jason lo pensó un momento.

—Creo que quiero algo que me haga más dulce... Chocolatada —dijo— Por favor.

Harley asintió, fue hasta la cocina para preparar lo que le había pedido.

Al voltear, se encontró con la mirada de Damian sobre él.

—¿Sabes cuánto te extrañamos?

"Mierda" pensó, Jason frunció sus labios en una mueca, sabiendo que el otro iba a empezar la conversación que no quería tener, no sabía si había creído que durarían más tiempo sin hablar del tema o qué, pero no se sentía listo.

—N-No puedo-

—Ya lo sé, Jason —lo interrumpió—. Dios, ¿Creías que no lo sabía? Nuestra familia es de las más importantes en Oak Park, ¿Crees que no contratamos detectives privados? ¿O que no mandamos a unos cuantos a golpizas porque no querían hablar?

El mayor quiso desaparecer, cerró con fuerza los ojos, frotando su rostro.

—¿Por qué no nos dijiste? ¿Por qué te fuiste sin más?

Jason negó varias veces.

—No quería decirlo —murmuró—. Es vergonzoso, es horrible, me sentía mal conmigo mismo... No quería que me vieran como una vergüenza.

—¿Preferías dejarnos? —el tono de Damian era firme—. ¿Sabes todas las posibilidades que pensamos de lo que había pasado? ¿Qué habías muerto? ¿Qué estabas secuestrado en algún lado? ¿Sabes todo lo que pasamos para al final consolarnos con la idea de que sólo estabas desaparecido?

DELTA ── JAYDICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora