**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ final ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

550 50 16
                                    

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ... Y pues a fin de cuentas yo siempre fui honesto con él: fuimos pareja, aunque bajo mis condiciones, pero nunca lo engañé... En cambio él se pasó, ¿o no lo hizo? El muy maldito se acostó con como veinte tipos en tres días...

El joven chico de cabellos negros casi hasta los hombros se le queda mirando fijamente, con la cabeza ladeada y los labios húmedos, procesando la larguísima historia que le acaba de contar. No tiene palabras, ¿qué se supone que diga? Hace unas horas apenas que se ofreció a llevarlo a su casa desde el bar al verlo demasiado borracho como para dejarlo regresar por su cuenta; era un acto de humanidad, pero a estas alturas no le quedaba más escapatoria que seguir escuchando los lamentos de Lee Minho en las escaleras puestas apenas a la entrada de una casa en el camino de una calle desierta.

— Pero él te dijo que podías pararlo cuando quisieras, ¿o no?

— Puros cuentos... Si yo te describo todas las veces que en realidad tuvimos sexo ese hijo de puta y yo... — Ahora es Minho quien mira al más joven; parece estar ideando algo y al azabache le asusta cuando crece en su rostro una pícara sonrisa.

— ¿Qué...?

— Te mojarías con solo escuchar su voz — le apostó. El menor rodó los ojos, ya un poco harto, decidido a irse de ahí. Eso del servicio comunitario sí que había sido mala idea. - Vamos, ¿no te gustaría?

El joven se para en seco a media calle; ya no es sólo la voz del chico detrás de él que cambia completamente de la de alguien absolutamente fuera de sí a la de un adulto sobrio y consciente, sino también la figura de un hombre misterioso que aparece a pocos metros de distancia, dejándolo temblando y sin salida... ¿A caso ha caído en su trampa...?

Suelta un ligero suspiro que se entrecorta mientras acaricia sus labios, girando el rostro discretamente buscando una manera de escapar, en bano exhibiendo su nerviosismo mientras ambos chicos se acercan más y más, prácticamente acorralándolo entre ellos.

— Ya conoces las reglas - dice al que identifica como Felix cuando ya casi que puede tocarlo. — Creo que mi conejito te las explicó bien, ¿cierto? — el chico asiente dramáticamente mientras Minho a sus espaldas ata sus manos con una soga. Felix se toma la libertad de acariciarle la mandíbula y abrir delicadamente su boca para dejar entrar un pequeño pedazo de brownie que, el chico puede jurarlo, debe estar envenenado o lleno de sedante. — Ahora veamos si pusiste atención a la historia: es tu última oportunidad para salvarte, dime... ¿Cuál era la palabra segura?

La respiración del tercero se acelera; claro que ya no lo recuerda: escuchaba por cortesía, no interés en absoluto. No puede contestar antes de quedarse dormido, escuchando conversaciones melosas de ese par de psicópatas y sintiendo que lo cargan a una camioneta.

El camino es algo largo, pero no lo nota. Se despierta atado en una cama destinada a la tortura, quizás, o al BDSM, no quiere ni saberlo... Delante de él están esos dos tipos: Minho, con un bonito traje de lencería rosa llena de encaje, un par de orejas de conejo y, por supuesto, la bonita cola redondeada, y Felix: vestido con lencería esta vez blanca, un cascabel en la garganta, una máscara con orejas de gato y una cola larga bastante detallada. Entonces lo nota: él también lleva lencería.

Es más bonita incluso de lo que es la que ellos usan. La tela se siente bien, incluso la cola que sale de su trasero no resulta tan molesta: le agrada, pero sabe que no debe decirlo. Parece que a ese par le excita demasiado el juego de forzar y raptar, y ya no los culpa: está siendo asombroso.

Hace un buen rato, cuando se lo propusieron por primera vez en mitad del estacionamiento, le pareció una completa locura y se negó más de quinientas veces (puede jurarlo): él estaba ahí porque tenía una cita con Minho gracias a una app de ligue, pero ese par se presentó con la gran idea de jugar al gato y al ratón (casi literalmente).

Le estaba gustando, sí, parecía que estaban bastante experimentados ya en todo eso.

Era excitante ver a Minho tocándose en una esquina del cuarto mientras Felix se lo follaba, y era aún más excitante si mencionamos la cámara en su mano.

Los Lee lo filmaban absolutamente todo para después vender sus videos en su página privada, y es un locura, de hecho, que este chico azabache no supiese de ellos. Es decir, ¿dónde ha vivido desde que todo esto comenzó? Felix y Minho ahora mismo son el dúo más famoso en cuanto a erotismo se habla: cualquiera de sus fans hubiese aceptado la propuesta sin necesidad de insistir ni una sola vez.

Eso sí: el roleplay del principio era completamente necesario porque no pensaban regalarle su dirección a cualquiera.

La relación de Felix y Minho había mejorado exageradamente desde el día en que decidieron abrir sus posibilidades sexuales; hablando aquella vez llegaron a la conclusión de que Minho era completamente monógamo, aunque abierto a ver a Felix teniendo relaciones con otras personas porque, no lo va a negar: eso le pone demasiado, y no necesitaba de nada más, pero Felix sí. Felix necesitaba de la innovación, estaba obsesionado con probar cosas nuevas y, viendo que su negocio de postres no prosperó, no estaba de más monetizar.

Aunque cabe aclarar que cada chico que pasaba por aquel juego del trozo de brownie y las manos atadas elogiaba de sobremanera su sazón.

¿quieren que me disculpe? porque no lo voy a hacer :bes que tengo una obsesión con los finales turbios, perdón, casi permito que maten a ese chico y lo agreguen a una colección de muñecas </3

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿quieren que me disculpe? porque no lo voy a hacer :b
es que tengo una obsesión con los finales turbios, perdón, casi permito que maten a ese chico y lo agreguen a una colección de muñecas </3

como sea, hasta nunca, gracias por leer

Kitty eyes 。:¡!♡* MinLix ↺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora