Kitty eyes ｡:¡!♡* MinLix ↺

cinco - disfraz

— Hoy no tengo tiempo — le comenta Felix por llamada cuando se comunican esa tarde. Minho quería saber qué caja debía abrir, pero al parecer Felix no tenía ganas de hacer nada esa noche. — Salgo de viaje a eso de las once: debo estar en el aeropuerto a las nueve.

— ¿Qué...? ¿A dónde vas...? No me dijiste nada al respecto...

— No creí que tuviera que hacerlo — se ríe gravemente. Minho quiere llorar. — Pensé que nuestra etiqueta de “novios” era solo para justificar el acto sexual.

— Bueno, eso era antes, pero... Pensé que esta vez sería a tu manera.

— ¿Qué? ¿Quieres una cita? — utiliza un tono burlesco, casi sarcástico. — Eso ni tú te lo crees, Lee Minho.

— ¿Por qué no vienes...? Solo un ratito.

— ¿Para qué?

— Para despedirme de ti.

— No me voy para siempre, hyung.

— Anda... Ven a las siete y yo te llevo al aeropuerto.

— Solo porque me gusta cuando suplicas así.

Minho se ríe y cuelga de inmediato, sonriendo ampliamente mientras decide lo que hará para recibir a Felix.

Al cabo de unas horas, el menor llama a su puerta y él ya viste un precioso y elegante traje: pantalón corto que apenas y le cubre la mitad de los muslos, camisa negra de tela delgada, adornada con un lazo anudado en el cuello, y un saco negro con botones y cadenas doradas, todo muy victoriano, finalizando el atuendo con una gabardina de espalda larga y voluminosa, llena de relieves que hacen parecer que lleva una falda de holanes azules y negros. Unas botas largas y góticas, guantes delicados del mismo color y un moño en la espalda, justo encima de su trasero, como si intentase dar a entender que se lo está regalando.

— ¿De qué es tu disfraz? — se ríe el menor. No puede negar que está guapísimo, pero sus bromas disminuyen las ganas que tiene de cogérselo ahí mismo, en el porche de su casa, a la luz de una tintineante bombilla amarillenta.

— No es un disfraz — se queja Minho — Es un cosplay: pensé que te darías cuenta.

— ¿Por qué? ¿Quién se supone que eres?

— El protagonista de ese anime que te gusta, ya sabes...

— Oh, eso quiere decir que...

— Sí: tú eres el mayordomo.

— Me agrada la idea de follarte en ese atuendo, pero ya te lo dije: no tengo tiempo hoy. Solo pasaré al baño y acepto que me lleves al aeropuerto.

Minho hace con sus labios una fina línea que busca con dificultades prohibirle decir lo que pasa por su mente en esos momentos.

Que se siente molesto, sobre todas las cosas: piensa que está poniendo de su parte para que esa relación funcione, pero Felix siempre prefiere hacer cualquier otra cosa que estar con él. La única manera que suele encontrar para llamarle la atención, es el sexo, y parece que hoy no ha funcionado.

Minho se está esforzando por cambiar: ya no es el mismo fuckboy de hace un par de meses, y nota que Felix ha cambiado demasiado también.

No deja de ser amable, es verdad: parece un detalle imposible de ocultar, pero sí está siendo muchísimo más frío. Minho nota el vacío que hay entre los dos incluso cuando se tocan.

Luego de un rato, cuando Felix lleva ya bastante tiempo en el baño (Minho supone que viendo tiktoks para escapar de sus caricias), escucha que la llave del lavabo se abre y el agua comienza a caer. Se acomoda el traje y olfatea su propio aroma, solo por saber si aún huele bonito, como cuando se aplicó la loción más temprano.