siete - entre los arbustos

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Minho no tiene noticias de Felix por algunos días antes de su cita; ya se pensaba que no volverían a verse, y pasó varias noches llorando antes de encontrarlo en la sala de su casa nuevamente

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Minho no tiene noticias de Felix por algunos días antes de su cita; ya se pensaba que no volverían a verse, y pasó varias noches llorando antes de encontrarlo en la sala de su casa nuevamente.

Desde que volvió de su viaje, parece distante. Ya no lo visita diariamente y Minho teme que sea porque anda por ahí follando con otros.

Es lo más probable y lo sabe: ese viaje a Busan lo cambió completamente. Ya no es un chico considerado, ya nada le importa. Es como si hubiese descubierto que de alguna manera Minho tenía razón al decirle hace un tiempo que cualquiera querría estar cerca de él solo por follar. Felix quizás se lo tomó demasiado personal, pero le había volteado completamente las cosas a Minho.

El mayor lleva un tiempo arrepintiéndose de todo lo que dijo e hizo en los principios de su relación. Sabe que debió valorar un poco más a aquel chico rubio adicto a los postres del cual ya no queda ni un gramo en Lee Felix. Está convencido de que son personas completamente diferentes. Y eso duele...

— ¿Estás listo? — el azabache se pone de pie apenas lo mira llegar a la sala de estar. Hoy su voz suena un poco más cálida, pero Minho no se siente más tranquilo por ello.

— ¿A dónde iremos?

— Tengo un plan muy lindo: te gustará, pero es sorpresa.

El mayor ya no sabe si debe confiar en el chico malo que tiene delante. No sabe si finge, si realmente lo quiere o si en verdad lo llevará a algo bonito. Tiene miedo.

Sea como sea, acepta que Felix le tome la mano cuando salen de casa y lo lleve a donde quiera. Es un camino que reconoce y por eso se preocupa: van en dirección al parque.

Minho lleva un tiempo pensando en cada cosa que le dijo en el pasado a su ahora novio, y no miente cuando dice que estaba esperando ese momento... Comprende la venganza de Felix y estuvo de acuerdo en un principio, porque supo que le había hecho daño, pero poco a poco se convencía más de que quizás estaba siendo demasiado.

Cuando el menor elige un sitio entre los arbustos y coloca la manta en el césped, Minho solo lo observa. No sabe lo que debe hacer... No sabe si debe sentarse ahí, esperar o irse corriendo. Está confundido. Cree que Felix lo llevó ahí para que se la chupe como venganza a lo ocurrido en aquel entonces, pero se confunde demasiado cuando el chico peli negro saca de su mochila jugos de cajita, paquetes de galletas, pinceles, pinturas y hojas para acuarela. De lejos suena a la cita perfecta, y eso es lo que más duele.

— Ven, cariño — le habla con ternura. Minho hace caso y se sienta a su lado. — ¿Quieres pintar conmigo?

— ¿Por qué...?

— ¿Hum? ¿No te gusta pintar?

— Sí, digo... ¿Por qué haces esto?

— ¿Tener una cita con mi novio? Porque te quiero, Minho. Y lo sabes: siempre quise tener una cita contigo. En aquel entonces, cuando caminamos hacia acá, yo soñaba con este momento.

Kitty eyes 。:¡!♡* MinLix ↺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora