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El esposo del jefe.

Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

El ambiente en aquella habitación era asficciante y la mirada sería del peliverde sobre todos los trabajadores no ayudaba en nada a que estos quisieran levantar la mirada.

-¿Y bien? - la voz seria del más temido de la sala sono interrogandolos - ¿Me diran quien fue el desgraciado que quiso verme la cara?

Silencio, nadie se atrevía a hablar puesto de equivocarse habría consecuencias más grande, el brillo rojizo de los ojos Esmeraldas se intensificó ante tal situación.

-Señor tiene una visita - Asui su secretaria informó por el teléfono.

-Dile que vuelva más tarde no puedo atenderla ahora - contestó sin apartar la vista de sus socios analizando su lenguaje corporal.

Las puertas de la sala fueron abiertas de par en par por un rubio enojado por la negada de la entrada exaltando a todos por la brusquedad con la que entró.

-¡Kacchan! - el peliverde cambio rápidamente su semblante a uno alegre con la simple presencia del rubio.

-¡¿Por qué mierda no saliste, Deku?! - camino a pasos largos a su esposo quien también rápidamente se levantó a recibirlo.

-No me dijieron que eras tu de ser así hubiera salido - tomo una de su manos y beso el anillo que adornaba su dedo.

Los presentes no se atrevían a decir nada ante las muestras de afecto que daba el peliverde al rubio desconocido para algunos de los presentes, mientras que los amigos de este lo conocían mejor que nadie.

-C-Como sea te traje el almuerzo lo olvidaste en la mesa - extendió una bolsa con dicho contenido.

El peliverde miró lo que extendía su esposo mirándolo con vergüenza, sacó su lengua y cerró uno de sus ojos revelando que sentía su torpeza, el rubio gruñó ante el gesto y le dio un golpe con los dedos en la frente, sus mejillas estaban coloradas por lo tierno que aveces era su esposo.

-¿Qué hacen aquí? - miro a los presentes de nuevo serio - ¿Cuántas veces debo decir que si mi esposo llega se acaba la reunion? - inmediatamente todos se levantaron saliendo despavoridos de la sala con el jefe detrás dispuesto a irse a su oficina a tener privacidad con su esposo.

-Hay algo más ¿no cariño? - preguntó al rubio viendo que este se tensaba cosa que alertó al peliverde - Cariño ¿que pasó?

Bakugo se abrazo a su esposo este solo se correspondió protegiendolo de lo que sea que lo esté atormentando, Izuku cargo a su esposo llendose a sentar al sofa que tenía dentro de la oficina, acarició sus cabellos y su espalda.

-De nuevo me mando esas cosas - decidio hablar - Me está empezando a molestar su insistencia.

Desde hace ya dos meses Bakugo recibe regalos y gmail's anónimos de un acosador, cada uno de estos eran repugnantes y le causaba escalofríos recibir paquetes y gmail con fotos del cuerpo de su acosador, Bakugo no quería mover cartas en el asunto pues pensaba que si lo ignoraba este lo dejaría en paz pero siendo sincero con él esta fastidiandole ya y si quería deshacerse de él lo mejor sería dejárselo a su esposo.

-¿Me dejaras intervenir ya? - Izuku lo atrajo mas a él dándole seguridad, el rubio asintio, sabía que el peliverde era capaz de investigar a cada habitante de la ciudad hasta dar con el culpable - No te volverá a molestar te lo prometo - hizo que el rubio alzará la mirada y le dio cortos besos en los labio tratando de tranquilizarlo.

-Si lo vas a matar quiero ser participe en ello - antes de que el pudiera protestar volvió a hablar - Se que no quieres verme involucrado con eso pero quiero deshacerme de él yo mismo y no volveré a entrometerme - suspiro pesadamente y lo medito por un tiempo.

-Bien se que no te detendre por que eres igual o más terco que yo - acarició su mejilla suavemente - Te dejaré acabar con el bastado - besos sus labios haciendo un beso más largo y pasional.

Estuvieron dándose besos y caricias en ese sillón de cuero negro incluso ya se encontraban acostados en este soltando pequeñas risas por alguna caricia y hablando de cosas triviales, ese bello momento fue interrumpido por los golpes en la puerta, gruñendo Izuku le dio el pase mientras Bakugo se encontraba sentado en sus piernas, la rubia con un escote en su camisa y un falda corta se desánimo al ver al rubio en las piernas de su jefe.

-¿Qué quieres Himiko? - le habló secamente.

-Le traigo los informes de esta semana - pasando por alto la presencia del rubio movió descaradamente sus caderas.

-Dejalo en el escritorio y vete - Izuku no era tonto notaba sus coqueteos por eso evitaba tenerla muy cerca.

La rubia a regañadientes se dirigió al mueble y antes de salir le dio una última mirada al pecoso notando que besaba con cariño y amor al ojirubi, cabreada salió dejándolos solos.

-No debes preocuparte por ella sabes que no me interesa nadie además de ti - notando los celos de su esposo lo tranquilizó como siempre - Deja que se encargue de algunas cosas y luego la despido - prometió haciendo sonreír al rubio.

-Debo irme tengo que ir con Kirishima a la galería - se despido el rubio pues ya lo había prometido.

-De acuerdo cariño diviértete.

-¿Qué tiene de divertido ver a tanta gente? - cuestionó el rubio haciendo que el pecoso riera.

-Te veo en casa - como siempre esperaba volver a su hogar con su amado.

-Te veo en casa - repitió también esperando que su esposo llegara con el.

Viva México! Pará mis queridos lectores de mi querido país les deseo un lindo 16 de septiembre

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Viva México! Pará mis queridos lectores de mi querido país les deseo un lindo 16 de septiembre.

Espero que les haya gustado el capitulo que fue más como de relleno pero importante, espero hacerlo una historia corta pero ya veremos que no suceden las cosas.

Nos vemos en el siguiente o en mi otro fanfic.

Bye, bye.

ODNOLIUB {DEKUBAKU} [18+] ⏸️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora