Después de lo ocurrido en el año anterior. Peter y sus amigos se preparan para iniciar su segundo año en Hogwarts, pensando en que todo estaría tranquilo, sin embargo las cosas se salen de control cuando varios alumnos son petrificados y allí es don...
La petrificación de Hermione acelero las cosas para Peter, Harry y Ron que decidieron no perder más tiempo del que ya tenían y decidieron ir a visitar a Hagrid para preguntarle si é había abierto la cámara o al menos sabía que era el monstruo causante de los ataques, utilizaron la capa de Invisibilidad de Harry y salieron hasta los terrenos de Hogwarts y a paso acelerado se dirigieron hacia la cabaña de Hagrid, quien los recibio con una ballesta entre sus manos, mientras que Fang, su perro, ladraba furiosamente detrás de él.
-¡Ah!-Dijo Hagrid al verlos.-¿Que hacen los tres aquí?
-¿Para que carajos tienes una ballesta?.-Cuestiono Peter.
Parecía que apenas sabía lo que hacía. Casi apago el fuego al derramar agua de la tetera metálica y luego rompió la céramica de puros nervios al golpearla con la mano.
-¿Estás bien Hagrid?.-Dijo Harry.-¿Has oído lo de Hermione?
-¡Ah si ,claro que lo he oído!-Dijo Hagrid con la voz entrecortada.-Lamentable noticia, debio ser duro para ustedes, especialmente para ti, Peter.-Miro a Peter que no supo que decir y penso que solamente se refería a que él fue quien la encontro petrificada y no sobre algo más.
-Si fue duro-Confeso Peter.
Hagrid se encontraba mirando la ventana nervioso, algo que le parecío bastante extraño a Peter pero no cuestiono el porque. Les sirvió sendas jarritas sólo de agua hirviendo (se le había olvidado poner las bolsitas de té) Cuando les estab poniendo en un plato un pedazo de pastel de fruta, aporrearon la puerta.
Se les cayó el pastel y Harry y Ron intercambiaron miradas de pánico, pero Peter actuó rápidamente y tomo la capa de invisibilidad de Harry y se cubrió a él mismo y a sus amigos y se ocultaron en un rincón oculto. Hagrid tomo la ballesta y fue a abrir la puerta.
-Buenas noches, Hagrid.
Era Dumbledore muy serio, seguido por otro individuo de aspecto muy raro. El hombre era bajo y corpulento, con el pelo gris y alborotado, con una expresión nerviosa. Llevaba un traje de raya diplomática, corbata roja, capa negra larga y botas púrpura acabadas en punta. Tenía bajo su brazo un sombrero hongo verde lima.
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-¡Es el jefe de mi padre!.-Exclamo Ron.-¡Cornelius Fudge, el ministro de Magia!.
Harry le dio un codazo a Ron para que se callara.
-¿Que hace aquí el ministro?.-Se cuestionó Peter pero estaba bastante preocupado por el asunto.
Hagrid estaba pálido y sudoroso y se dejo caer abatido en una de las sillas y miro a Dumbledore y luego a Fudge.
-¡Feo Asunto Hagrid!-Dijo Fudge.-Muy feo, tanto que he tenido que venir yo mismo. Cuatro ataques contra los hijos de muggles, es tiempo de que el ministerio intervenga en esto.
