Cuando Armin y Mikasa tengan la oportunidad de corregir los errores del pasado, harán todo lo posible para salvar a sus amigos...
Incluso si necesitan abandonar su propia humanidad para hacerlo.
¡ACLARO! Esta historia no es mía, es de una usuaria de...
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Capítulo 37: Especial - Rumiación.
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[El capitulo aún no está editado pero ya me sentía muy mal por haber tardado tanto en subirselos, así que lo subiré así y cada que pueda le dedicare tiempo para editarlo, los tqm.]
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Armin y Mikasa estaban hablando en voz baja entre ellos, pero Bertolt se encontró incapaz de concentrarse en sus palabras, su mente todavía en un torbellino de pánico, una sensación fría y húmeda en todo su cuerpo.
No estaba seguro si lo que estaba sintiendo eran los efectos del veneno que Armin le había dado, o si era la sombría certeza de que lo estaban llevando a la muerte.
Fue divertido, de verdad. Sabía que su vida sería corta, con la maldición de Ymir reduciéndola a unos míseros 13 años. Pero eso parecía tan lejano, y de todos modos sería prácticamente indestructible hasta entonces.
O eso había pensado. Pero los últimos cuatro años lo habían obligado a reevaluar esa suposición. Primero, Marcel había sido devorado por un anormal ante sus propios ojos. A pesar de sus poderes, todo sucedió demasiado rápido y no pudieron evitar que su amigo muriera como cualquier otro frágil humano entre los incisivos de un titán.
Luego, Annie había desaparecido después de su misión en el centro de la ciudad, y asumieron que había sido capturada o asesinada, lo que les recordaba aún más su mortalidad.
Y luego Reiner había comenzado a perder la cabeza, demostrando que no solo eran vulnerables a las amenazas físicas, sino que eran tan susceptibles al deterioro mental como cualquier otra persona.
Ahora aquí estaba, el Dios de la destrucción, posiblemente el titán más poderoso después del Fundador, completamente inerte e indefenso, siendo llevado a una perdición segura.
No entendía la mayor parte de lo que Armin había estado hablando, pero estaba claro que Armin conocía sus verdaderas identidades desde hacía mucho tiempo. Y dado que Mikasa lo estaba ayudando, era seguro asumir que ella también lo sabía.
