XIII-I

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En la cafetería solía intentar estudiar y hacer los deberes cuando tenía un hueco. La dueña me había aconsejado que lo dejara por los estudios, pero yo necesitaba pagar las facturas del agua y de la luz y comprar la comida, había decidido ser autosuficiente, lo único que no pagaba eran mis estudios. Aquel día Aiden había entrado con una chica a la cafetería, era una chica realmente guapa y no muy alta hacían buena pareja en el caso que lo fueran. Me molesto verlos juntos hablando y que estuvieran sentados tan juntos. Les serví el café y la tarde avanzo bastante bien, no vino mucha gente.

-Un café con leche guapa- Había entrado Héctor, quien se ofreció a ayudarme con los deberes de matemáticas.

-Ahora mismo precioso- le lance un beso y vi que Aiden me miraba pero estaba solo, la chica por lo que se ve se había ido. Héctor estuvo toda la tarde explicándome como se hacían los ejercicios y a cambio yo le ayude con los deberes de inglés.

-Vale entonces si sumo esto y lo divido me da el resultado que es 85.

-Correcto, creo que ya lo tenemos- después de un café y dos trozos de tarta y cerrar me acompaño a casa porque era tarde. Le bese la mejilla en forma de agradecimiento por acompañarme y me metí en casa.

Ese día estaba especialmente cansada y no tenía nada de hambre así que me duche y me acosté pronto. Al día siguiente en la escuela Dylan se acercó a hablar conmigo mientras estaba con Riley.

-Hola Iria, ¿podemos hablar?

-Si claro.

-Yo me voy a la cafetería te espero allí- dijo Riley.

-Oye, me preguntaba si querías ir conmigo a un picnic este sábado.

-¿En plan cita?

-Si he bueno, en plan cita.

-Si claro me gustaría mucho.- cerré la taquilla y me fui a la cafetería mientras el me seguía al costado.

Grace salió de su casa la mañana del sábado para ayudar a arreglarme para mí cita. Me contó que Aiden le había preguntado a donde iba se mosqueo un poco al saber que tendría una cita y eso me gustó, no sabia por que pero saber que se había puesto celoso me provocó una pequeña sonrisa. Me puse unas zapatillas y un vestido negro corto de florecitas y con un escote que realzaba por una parte mis pecho y por otra mi figura delgada. Me recogí el pelo con dos moños en la parte de arriba de la cabeza. Alguien toco al timbre y fui a abrir.

-Hola, vaya...- Dylan se me quedó mirando.- Estas muy guapa.

-Gracias.

Los tres salimos por ya que se ve que Grace había quedado con amigas. En ese momento vi como alguien nos miraba y me di cuenta de que Aiden nos observaba mientras se bebía lo que podría ser perfectamente alguna bebida alcohólica. Nosotros dos nos fuimos cogidos de la mano mientras escuchábamos música por los auriculares inalámbricos que yo llevaba siempre encima. 

En ellos sonaba alguna canción de The vamps me sentía una de las mujeres más afortunadas de este mundo en ese momento, el llevaba comida en la mochila y yo los nervios a flor de piel porque no sabía que iba a pasar sabiendo que esta era mi primera cita. Llegamos al parque y el saco de su mochila una toalla enorme para que los dos pudiéramos sentarnos juntos y no ensuciarse.

 Sacó un bote de patatas y unos nachos con guacamole, también traía unos Bocadillo de mortadela con mayonesa queso y tomate, eran mis favoritos no supe como lo supo pero ahí estábamos riendo y comiendo a la vez, contando chistes y pasándolos mejor de lo que me esperaba. Después de comer estuvimos paseando y me llevó a ver unas vistas muy bonitas desde una colina cerca del pueblo. Me gustó.

-Esto es muy bonito- dije mientras veía como se ponía el sol, se nos había pasado el día volando.

-Si, el cielo también esta bonito.

Me miro y aparato la mirada, le miré y la apartó pero en ese momento nos miramos y nos inclinamos para besarnos, fue un beso largo pero tierno suave de esos que parecen de película, me miro a los ojos y me sonrió. Empecé a reírme.

-¿De qué te Ries? - no podía parar- ¿Tengo monos en la cara?

-No- dije mientras me limpiaba las lágrimas de la cara- Es que tu sonría me ha hecho gracia.Me dio un beso suave, nos levantamos y con el cielo oscuro y las estrellas iluminando nuestro camino andamos hacia mi casa, cogidos de la mano y escuchando música.

-Bueno yo me voy a dentro.

-Espera- dijo mientras me hacía girar sobre mis pies y me agarraba por la cintura para poder besarme los labios de manera suave, así eran sus besos suaves pero apasionados.- Vale ahora si, buenas noches nos vemos el lunes en clase.

Entre con una sonrisa en la cara de esas que son tontas, subí las escaleras del porche. Me acosté y cuando por fin conseguí conciliar el sueño alguien aporreo mi puerta.

-Ábreme la puerta- alguien empezó a gritar.

-Espera!!- grite para que la persona se calmara.- Se puede saber que coño haces tu aquí, ¿vas borracho?, no espera no entres. Vete. Deja las manos, no me toques.

Grítame en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora