Jaque mate ©

Capitulo 17

La muerte

As de picas

Su pelo rubio se mueve con el viento, sus ojos brillan cuando lo mira, el la tiene entre sus brazos como si el de verdad la mereciera, la reina merece un rey a su lado pero que este dispuesto a ser su peón de vez en cuando.

Ella ahora se muestra ante todos feliz como si hace unos minutos no se hubiese derrumbado, mi pequeña niña indefensa merece dejar de fingir, piensa que más nadie sabe su oscuro secreto <<Ay mi reina dorada muy pronto tu rey irá por ti>> sigue sonriendo y muy pronto esa sonrisa será reemplazada por lágrimas por haberme dejado solo, mi pobre niña indefensa, mi pobre muñequita rota. Las piezas del tablero muy pronto se moverán y será imposible regresar el tiempo atrás.

Scarlett

A veces la vida te sorprende, a veces crees que tienes el control pero la realidad es diferente y en mi juego el rey solo es un peón más.

Estoy harta me duele la cabeza y no soporto más los tacones, quiero llegar a casa pero el evento sigue y debo acompañar a mi "prometido".

-Me quiero ir- me quejo y solo me observa mientras toma su copa de champagne.

-Si la reina quiere irse pues haremos lo que la reina quiera- dice y mi corazón de pollo se arruga cuando me toma de las manos y me guía a la salida con su mano a mi espalda.

-Como estabas tan seguro que yo vendría?- suelto porque es algo que me ha estado rondando por la cabeza.

-Instinto- se limita a responder y yo bufo.

-Solo eso dirás?- el sonríe.

-Eres igual de insoportable, Por lucifer, dame paciencia- dice y yo hago un mojin.

-Oye!- le digo dandole un golpe con mi bolso en su costado y su risa inunda la estancia, nuestras manos se unen y siento una corriente eléctrica recorrer mi sistema y aun así me permito ser vulnerable, en este estacionamiento vacío donde solo somos Alejandro y Scarlett, donde no hay nada que pueda con nosotros, me permito dejar de intentar ser fuerte y solo vivo cada minuto como si fuera a morir a mañana.

Llegamos a su coche y el me sonríe al abrirme la puerta, ingreso y lo primero que hago es liberarme de los molestos tacones que me aquejan.

-Siempre igual de masoquista- dice entrando y yo sonrio, su carro se ilumina y una voz robotica comienza hablar.

-Bienvenido Señor Astori- yo me carcajeo solo alejandro es capaz de convertir un carro de millones de dólares en un carro que valga el triple.

-Lilith- saluda y yo me carcajeo.

-De que te ríes?- cuestiona serio.

-No esperaba más de ti- digo y solo se limita a mirarme.

Can't Help Falling in Love inunda la estancia y mi corazón da un salto al escucharla porque esa es…

-Nuestra canción-dice completando lo que pensaba.

-¿Te acuerdas?- Le digo y el sonríe una sonrisa real, de esas que se que solo me da a mi.

Entre nosotros se instala un silencio cómodo pero como ya saben lo parlanchina que soy lo rompo.

-Quien iba a pensar que estaríamos en el mismo lugar sin matarnos?- cuestiono.