𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐄𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐃𝐞 𝐑𝐢𝐨 ;; 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎𝐑𝐄𝐕

𝑬𝒖 𝒅𝒆𝒗𝒐 𝒊𝒓 𝒆𝒎𝒃𝒐𝒓𝒂

No era raro para Takeomi verse metido en peleas de pandillas, para todos los que lo conocían era común que estuviera fumando o tomando junto a sus amigos en alguna esquina, diciéndole piropos a cualquier mujer que se les hiciera atractiva o hablando sobre dinero u otras cosas, estaba tan involucrado que pasaba muy poco tiempo con su hermana, quién de hecho, apenas cumplió la mayoría de edad se quitó la responsabilidad de cuidarla. Ese día se encontraba junto a sus amigos planeando algunas cosas de un próximo enfrentamiento con una de las pandillas que habían en la favela, pues ellos los habían retado unos días atrás y estaba cerca la reunión, todo estaba "tranquilo'' cuando llegó un chico corriendo a donde se encontraban los demás.

—Hasta que por fin los encuentro, por ahí supe tremendo rumor— Dijo Wakasa agitado de correr.

—En primera, ¿Solo por eso estabas corriendo? y en segunda, sabes que no nos gustan los chismes—Respondió Benkei mientras le daba un sorbo a su cerveza.

—A ti tal vez no pero a uno de ustedes sí que le interesa— Dijo señalando a Takeomi.

—¿Por qué a mí me interesaría?— preguntó entendiendo lo que el de ojos violeta estaba diciendo.

—Porque es sobre tu hermanita, según los vecinos escucharon a Senju decirle a su novio que por qué él no le había dicho sobre su otra familia, y ella hasta una noche de pasión le dio— Eso dejó frío al pelinegro, si eso era cierto ¿Por qué Senju nunca le dijo? Eso lo puso furioso, apenas viera a su hermana le daría el sermón de su vida junto a un castigo ejemplar.

—Esa niña se está convirtiendo en un dolor de culo para mí— Dijo levantándose de su silla.

—Quién lo diría, Takeomi, tu hermana la santita al final no lo es tanto, esperemos tampoco salga con, ya sabes— Exclamó uno de los subordinados del pelinegro.

—Si eso llega a pasar te juro que le daré una golpiza tan fuerte que va a recordar el día en que nació—

Mientras él regresaba a casa en busca de su hermana, Senju estaba terminando de juntar sus cosas, desde la ventana se veía que se aproximaba una tormenta, lo cuál la preocupaba bastante. En cuanto todo quedó listo tomó el dinero que había estado juntando, sus maletas, y salió de su casa, para unos minutos después estar fuera de la favela, sabía que su hermano o Matheus preguntarían por ella, así que tomó la decisión de no decirle a nadie —con excepción de su abu Naomi—  de su salida, ni siquiera a Hina.

El camino a la carretera principal era algo empinado, por lo cuál andaba con cierta precaución, pues un mal paso podría ser muy peligroso, un rato después se encontraba sobre la carretera, pero para su suerte muy pocos vehículos estabas pasando, y el transporte no empezaba su ruta si no hasta al día siguiente, por lo que su esperanza estaba en los coches particulares. Había estado esperando por un buen rato hasta que un coche se detuvo al verla sola a esas horas.

—Disculpe señorita, ¿Qué hace a estas horas de la noche aquí?— preguntó amablemente

—Espero algún coche que me lleve a la ciudad, ¿Usted pasa por allá?—

—Puedo llevarte sin problema, ¿Llevarás tus cosas en los asientos o lo subirás a la cajuela?— Dijo la rubia.

—No, no se preocupe, no es mucho lo que llevo— Respondió mientras la rubia le abría la puerta a la ojiverde, apenas ella se acomodó, la menor continuó con su camino a la ciudad.

—¿Te dejo en un lugar específico?— Preguntó.

—No gracias, con que me deje en un lugar con algo de gente me doy por bien servida— Respondió mientras observaba el camino.

—Perfecto— Dijo la rubia, Senju asintió agradecida pensando en qué lugar podría estar Sanzu, aunque realmente tenía miedo de que después de tanto tiempo sin verse su hermano no quisiera tenerla cerca.