—Ya Senju, tranquila, no es el fin del mundo golpear a alguien— Dijo Ryuusei tratando de calmar a la pelirrosa
—Como tú no eres el que pasó vergüenza, ¿Verdad?—.
—Pero ya pasó, te disculpaste, ya fue y sigue con tu vida—.
—Risa me va a dar que se lo tope en la cafetería de nuevo—. Antes de que Baji pudiera reírse sintió un golpe de Senju —¡Ya pues!, ¿Ese es el ejemplo que le das a Haru?—
—¿Acaso te he dado un golpe o he maldecido en su presencia?— Mientras terminaba su té.
—Ya en serio, si lo vuelves a ver solo déjalo pasar— Aconsejó Sanzu.
—No es fácil ignorar que golpeé a un pianista como si fuera un criminal buscado en más de tres países—.
—Como si fuera el filho da puta de tu ex—. Maldijo Sanzu quien no había superado lo que sucedió con Matheus, algo medio gracioso si consideramos que Senju ya supero.
—Ni Senju tardó tanto en superar como tú—.
—Que te valga, Matsuno—.
—Bueno ¿ya es algo tarde no creen? La gente que trabajamos nos acostamos temprano— Dijo la ojiverde mientras se paraba de la mesa. —Haru-nii, cuando te vayas a acostar apagas todo y le pones llave a la puerta, por favor— Pidió mientras iba a su cuarto cansada, así que apenas terminó su rutina nocturna cayó rendida en su cama.
Al día siguiente fue Senju la que se levantó primero, los domingos eran los días donde el local estaba más lleno, así que tenía que estar desde muy temprano allá. Desayunó algo rápido, se medio arregló y pidió un taxi a la cafetería en donde algunos de sus empleados habían comenzado sus labores.
—Buenos días señorita Kawaragi—Dijo uno de los chicos que estaban.
—Buenos días Ale, ¿Qué tal van hasta ahora?— Preguntó mientras marcaba su entrada.
—Por ahora tranquilo para ser casi las ocho de la mañana— Respondió.
—A partir de como las once es que van a venir por montón, te lo aseguro—. En eso, un joven pelirrubio entra, no se veía de clase media, pues cargaba un atuendo muy formal que consistía de un traje azul con zapatos negros de marca, así como un reloj y un maletín, se hubiera visto como un gran hombre de negocios si no fuera por un simple detalle; medía apenas un metro y medio más o menos.
—Buenos días, quisiera un americano y un cappuccino medianos para llevar, ahorita— Dijo algo arrogante y enfatizando el 'Ahorita'.
—Ehm... Claro, ¿A nombre de?— Preguntó Senju anotando la orden.
—¿Acaso no sabes quién soy yo?— Respondió algo molesto.
—Déjeme pensar, no, no se quién es, ¿A nombre de quién?—.
—Ahg, Manjiro Sano— Exclamó mientras se ponía a escribir algo en su teléfono.
—¿Será hermano de Emma? No, lo dudo, ella es un amor y él se ve medio, no, muy creidito— Pensó mientras calculaba el total de la cuenta —Serían setenta y dos pesos—.
—Sí, está bien, solo un favorcito, al cappuccino le pones el nombre de Emma Sano, porfa— Dijo mientras le pagaba a Senju.
—Sí es su hermano, tremendo— Se dijo a sí misma sorprendida mientras anotaba el nombre de ambos chicos en los vasos —En la barra se lo entregan.
—Conoces a Emma ¿cierto?— Preguntó el rubio.
—Sí, ¿Por qué la pregunta?—
—Solo era para confirmar, no creí que fuera cercana a alguien pobre—.
—¡¿Disculpe?!—.
—No era con el afán de ofender, pero es que digo, no es de gente con dinero ponerse a trabajar como cajera en una cafetería—.
—No lo golpees Senju, No lo golpees— Susurró poniéndose a hacer las bebidas.
Mientras tanto, Sanzu acababa de levantarse junto a Haru, para la suerte de ambos, Senju les había dejado listo el desayuno por lo que no tuvieron que preocuparse por cocinar. El ojiazul estaba preparando un poco de jugo para la niña mientras esperaba a que calentara el agua para su café cuando el timbre de la puerta sonó.
—¿Mamá regresaba temprano hoy?— Dijo la menor aún adormilada.
—No creo, apenas son como las ocho y algo y hoy es domingo— Respondió mientras dejaba la naranja que estaba exprimiendo. —Quédate aquí en lo que voy a ver quién es, ¿Estamos?— Haru solo asintió mientras su tío iba a ver que querían.
—Buenos días, ¿A quién busca?— Preguntó el pelirrosa abriendo la puerta y poniéndose el cubreboca
—¿Es usted Haruchiyo Akashi?— Preguntó una chica quien portaba un uniforme de la policía.
—Sí, sin embargo mi apellido ya no es Akashi, hace algunos años hice el cambio legal—.
—Entonces una disculpa señor Sanzu, mi nombre es Yuzuha Shiba, vengo de parte de la policía y nos gustaría que colaborara con nosotros en una investigación—. Dijo la castaña mostrando su placa.
—¿Y a quién están investigación y por qué yo les ayudaría?— Preguntó el ojiazul algo confundido.
—Hace tres años se descubrió una red de trata de personas ligada al criminal Shinichiro Sano, el cuál ha operado desde aproximadamente diez años, no habíamos podido encontrar alguna víctima suya pues o habían sido asesinados o el sufrimiento que vivieron fue tanto que los llevo al suicidio. Señor Sanzu, usted es la primera víctima que encontramos con vida, y por eso quiero que nos narre su experiencia— Explicó Yuzuha tratando de no dar más detalles, Haruchiyo por su parte no sabía que pensar, el miedo que había desaparecido cuando logró recuperarse de aquella experiencia estaba regresando junto a todos esos malos recuerdos.
—En este momento no sabría que decirle, pero si me deja una tarjeta podré contactarme con usted luego, señorita Shiba— Respondió un tanto nervioso.
—Espero tener una respuesta afirmativa de usted, con su declaración podríamos por fin detenerlo— Dijo mientras le entregaba su número. —Que pase un lindo día—.
—Igualmente— Respondió entre titubeos mientras cerraba la puerta.
—¿Quién era tío?— Preguntó Haru desde la mesa.
—Una señorita que vino a ofrecerme algo, pero tú tranquila, ya terminó tu jugo y te sirvo el desayuno— contestó regresando a la cocina.
Mientras tanto, la castaña estaba saliendo del edificio, afuera la esperaba su hermano menor quien a su vez era compañero de trabajo —aunque a ninguno de los dos le gustaba ese trabajo y menos a Hakkai—, ambos habían estado trabajando en el caso del mayor de la familia Sano desde que Taiju descubrió aquella red de trata.
—¿Y que te dijo ese chico?— Preguntó Hakkai esperando alguna noticia buena.
—Creo que no va a querer colaborar, se veía muy preocupado, incluso me dijo que su apellido ya no era Akashi, por lo que puedo pensar que se lo cambió para no ser identificado por Shinichiro—.
—No iba a aceptar a la primera, ten en cuenta que posiblemente le hicieron sufrir como si él fuera quien dió los latigazos a Jesús— Dijo el peliazul
—Taiju te ha pedido mucho acompañarlo a misa, ¿Verdad?— Preguntó Yuzuha sorprendida de la expresión que usó.
—La verdad sí, pero la frase está padre, a mi me gusta—
—En fin, vámonos que hay que buscar otras víctimas en caso de que Haruchiyo Sanzu no acepte—
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𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐄𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐃𝐞 𝐑𝐢𝐨 ;; 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎𝐑𝐄𝐕
ФанфикшнEn el corazón de una favela, Senju lucha por escapar de la vida de dificultades que le ha sido impuesta. Huérfana y desatendida por su familia, su deseo de libertad se ve obstaculizado por la responsabilidad que siente hacia su entorno. Sin embargo...
