𝑬𝒖 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒐 𝒕𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓

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Algunos días pasaron desde el nacimiento de la pequeña Haru quien hacía que su madre y a sus tíos estuvieran de un lado al otro. Senju estaba en el balcón de edificio sentada con su bebé dormida sobre sus brazos mientras disfrutaba de la vista, la noche estaba despejada y no había mucha luz en la ciudad, por lo que el cielo se podía disfrutar en su máximo esplendor, era como volver a aquellos tiempos donde nada le preocupaba. En medio de ese escenario Senju aún se preguntaba cómo podría estudiar con una bebé recién nacida, si ya sería complicado trabajar y estudiar a la vez, ahora sería el doble con una hija. Estaba tan preocupada por esos problemas que no escucho cuando su hermano entró al cuarto con la cena

—¿Qué haces ahí Sen? Deberías estar descansando— Dijo Sanzu mientras se acercaba a ella

—Quería mirar un rato el cielo, las noches despejadas me causan cierta tranquilidad— Respondió serenamente— Además, estar en cama casi todo el día es aburrido—.

—Pero sabes que es necesario por ahora en lo que te recuperas— Dijo mientras ponía la bandeja sobre la mesa de noche y se sentaba junto a su hermana— Estás preocupada por tus estudios, ¿No?—.

—Un poco, no sé a que universidad ir, no sé quién pueda encargarse de Haru mientras tú trabajas, ni siquiera he podido conseguir un trabajo—.

—Número uno, podemos ir en mi descanso a buscar información en las universidades, número dos, Baji puede cuidarla, y tres, puedes empezar un propio negocio con lo que te quede de tus ahorros—.

—No confío mucho en ellos, y sobre el negocio, me parece buena idea, pero no creo que sea suficiente para poder siquiera rentar el local—.

—Puedes empezar de poco en poco, por ejemplo, si quieres poner una pequeña fonda puedes empezar a ofrecer con los vecinos—.

—Me diste una idea con eso—.

—¿Cuál? ¿Si vas a hacer la fonda?—.

—Algo así— Dijo un poco más alegre —Solo puedo decirte que aparte de mi carrera tomaré un curso para hacer mi negocio—

—Pues si eso es lo que quieres, ¿Quién soy yo para negarme?— Respondió mientras se levantaba del piso. —Es más, deja pregunto con ese trío que tenemos de vecinos si tienen laptop para que empieces a buscar—

—Me parece perfecto, gracias Sanzu— Dijo Senju con una sonrisa.

Al día siguiente el mayor fue a visitar a ese grupo, durante el nacimiento de su sobrina no había querido hablarles por pena, estaba algo nervioso de volver a verlos después de tantos años. Tocó la puerta del departamento esperando cualquier cosa, ya fueran palabras de felicidad o las peores maldiciones que alguien podría decir.

—Esto... Hola Chifuyu— Saludó nervioso

—¿Y ese milagro Haruchiyo?— Respondió el rubio sorprendido.

—Quería darles las gracias por ayudar a mi hermana ese día, se que ella ya lo hizo, pero no está de más agradecerles de mi parte—.

—No tienes por qué, era sentido común llevarla al hospital—.

—Lo sé, a parte quería ver si no tenían alguna laptop que nos puedan prestar, Senju está buscando universidades pero aún necesita descansar—.

—Sabía que el agradecimiento no venía solo— Dijo Fuyu algo decepcionado —Pasa, creo que Baji puede prestarte la suya—.

—Gracias— Respondió Sanzu mientras entraba.

—Pero si es el cabello de estropajo— Dijo Ryuusei desde la cocina mientras desayunaba. —¿Qué tal están tu hermana y su niña?—

𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐄𝐥 𝐂𝐢𝐞𝐥𝐨 𝐃𝐞 𝐑𝐢𝐨 ;; 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎𝐑𝐄𝐕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora