FLOR SALVAJE
Los pájaros se amontonaron al rededor de las faldas de la princesa, donde las migajas de pan habían caído. Ella reía inocentemente, animada por la avidez de las aves en su desespero de obtener más. El sol marcaba un punto alto en el cielo, quemaba en la piel de la adolescente tiñendole la piel de un rojo intenso.El bullicio fue lo que alertó los sentidos del príncipe Daemon. Conocedor de la risa de su sobrina supuso que estaría haciendo alguna travesura. A diferencia de Rhaenyra, Daenys no era caprichosa o mimada, todo lo contrario, se jactaba de las reglas y jerarquías, jugaba con los hijos de los sirvientes y animales del establo. No entendía las diferencias entre clases, muchas niñas querían ser sus amigas, pero ella solo escogía a quienes realmente aceptaban unirse a ella en sus juegos rurales.
Los pasos del príncipe se volvieron lánguidos, movió una de las ramas del árbol para tener una mejor vista del panorama. Una sonrisa surco en sus labios cuando sus ojos admiraron las hazañas de su joven sobrina. En aquél entonces el amor que brotaba del pecho de Daemon era puro y lleno de respeto. La chiquilla le resultaba bañada en gracia y ternura, una fina criatura en un mundo cruel e injusto.
Tuvo cautela al acercarse, con las manos entrelazadas en su espalda y el mentón elevado—. Flor salvaje. —la llamó sutilmente, jactándose de la vestimenta que usaba. Vestía como un chico, tenía manchas de mugre en su pálidas mejillas y los cabellos de plata enmarañados—. La septa Marlow enloquecerá si logra verte en este estado.
— ¡Tío Daemon, has vuelto! —soltó un cántico arrojándose a los brazos del mayor. La calidez emanada del hombre fue transmitida a la princesa y ella sonrió cerrando sus ojos. No le dio tiempo de analizar a su tío, quien aún cargaba con su pesada armadura y en la cintura llevaba a hermana oscura.
— Cada día creces más. —reconoció al tomarla de los hombros y encontrarla más alta que la última vez—. Acabo de regresar, paseaba por los jardines para quitarme el olor a dragón cuando me pareció escuchar una risa muy familiar. —las comisuras de Daenys se elevaron en una sonrisa y asintió encontrando encantador el aspecto del príncipe Daemon. Tenía trece años y aún no sangraba, pero sus intereses empezaban a cambiar al igual que la estación.
A Daemon le resultó familiar la mirada soñadora en los ojos de la princesa. Había recibido esa ciega adoración entre las doncellas, o cuando bajaba al lecho de pulgas, donde putas y proxenetas ejercían sus actividades a hombres y mujeres de baja cuna y más baja catadura moral, o a uno que otro señor de alguna prestigiosa casa. Sin embargo, pronto desechó aquella aberrante comparación. La princesa Daenys era todavía una adolescente, con una fiebre por trepar árboles y montarse al lomo de su dragón, pero con la belleza de los Targaryen, irradiaba inocencia y elegancia innata. Podría apostar que al crecer adquiriría delicadeza y sería la envidia de todas las doncellas en los siete reinos, la edad la volvería más sensata.
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𝐕𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐒 𝐎𝐅 𝐆𝐈𝐃𝐄𝐎𝐍 ┇ ❛𝐴𝐸𝑀𝑂𝑁𝐷 & 𝐷𝐴𝐸𝑀𝑂𝑁❜
FanfictionLa sangre pura de valyria corría por sus venas así como el fuego del dragón. Daenys, era lo contrario a su hermana mayor, alegre, soñadora y curiosa, interesada por la música y la poesía. Entre los cortesanos se rumoraba que la princesa había sido b...