"La bienvenida"
Invierno era una estación despiadada. El frío destruía todo a su alrededor, árboles, animales, personas. Cualquier forma de vida incapaz de conseguir refugio, moriría. Cualquier forma de vida que esté sola, moriría. Veías las montañas pasar a través del pequeño pedazo de ventana donde el polarizado había sido desprendido. No eran más de 3 centímetros de apertura, pero era suficiente para poder ver el camino que recorrías. Sonreíste levemente al ver el paisaje lleno de montañas cubiertas con un delicado polvo blanco, nieve.
Un fuerte golpe te sacó de tus pensamientos, el plástico que dividía el asiento trasero y el del conductor tembló por los golpes. Suspiraste pesada, apartando la mirada de la ventana.
"Recuerda que esto no es un lindo y adorable intercambio escolar." dijo aquella grave, ronca voz que tanto odiabas escuchar.
Te quedaste callada, no merecía tu respuesta y lo sabías. Pasaron un par de minutos, y cuando dejaste de sentirte observada, pegaste la vista al pequeño pedazo de luz otra vez. Apreciando los pequeños momentos de vida que lograbas conseguir de vez en cuando. No sabías a dónde te llevarían esta vez, o a qué tipo de pruebas y entrenamientos te someterían, pero decidiste ignorar aquellos pensamientos y enfocarte en lo positivo, en la belleza que te rodeaba el día de hoy.
(...)
Tu cuerpo reaccionó de forma automática al sentir el auto frenar por completo después de horas de constante movimiento. Intentaste estirarte, pero era imposible hacerlo en aquel pequeño espacio. Esperaste a que abrieran la cabina trasera, permitiéndote salir. Empujó tu hombro cuando decidiste tomarte tu tiempo para salir, tus piernas eran invadidas por un cosquilleo causado por la falta de movimiento.
"Intenta algo y mueres aquí mismo" susurró el hombre, apretando con fuerza tu nuca. Tu mandíbula se tensó ante la impotencia, no podías hacer nada, mucho menos aquí. Con un fuerte tirón te sacó del auto por completo, tu cuerpo entero era cubierto por la cálida luz del sol, cerraste los ojos disfrutando de la sensación. "Buenos días, Yaga-sensei...Cuánto tiempo ha pasado." dijo él.
Alzaste la mirada, topándote con un hombre alto, su cabello tenía toques de blanco y tenía una barba en forma de candado. Sonreíste levemente ante su apariencia, era completamente distinta a la de él.
"Mucho tiempo ha pasado, Kurai-san...Pasen, por favor." Dijo él apuntando con la palma a la entrada de la escuela, los nervios recorrían tu cuerpo mientras te adentrabas en aquel desconocido lugar. Observabas a tu alrededor, intentando identificar cualquier amenaza, cualquier persona sospechosa, pero todos se veían sorprendentemente...dóciles.
Podías sentir la mirada de decenas de estudiantes pegadas a tí, mirándote con curiosidad, morbo. Tu cabello no era lo suficientemente largo como para poder cubrir tu rostro, así que la incomodidad se apoderaba de tí. Mirabas a tu alrededor, ignorando por completo el camino frente a tí mientras tu padre apretaba con fuerza tu nuca, obligándote a seguir caminando.
"Ahora no es el momento, Gojo-san" dijo Yaga, estirando la mano frente a un estudiante, deteniéndolo antes de que pudiera pronunciar palabra alguna. Sus labios se partieron suavemente cuando su mirada se posó sobre tí.
Por primera vez, miraste al frente, topándote con unos intensos ojos azules, cabello blanco como la nieve. Sonreíste, pensando en cómo el hombre ante tí era la encarnación del mismísimo invierno.
Gojo, quien usualmente seguiría molestando a Yaga-sensei por una respuesta, se quedó en silencio, mirándote con detenimiento. Tu cabello llegaba a tus hombros, era negro, y usabas un pequeño lazo morado como diadema. Bajó la mirada a tus ojos, rojos, intensos, observó las pecas que adornaban tu rostro como estrellas en el cielo. Y sonrió para sí mismo. El tiempo pareció moverse con lentitud hasta que un golpe en la espalda lo regresó a la realidad.
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endless love (gojo satoru x lectora)
Fanfiction"El amor es la maldición más grande." "¿Realmente piensas eso? "Es lo que todo el mundo me ha obligado a pensar."