no encajas en mi lista 甘い kooktae [ 1T ]

adiós alfa.

taehyung estaba tranquilo. después de leer la carta había decidido ver a jungkook, el cual fue bastante puntual.

— ¿cómo sigue yoon?— preguntó por curiosidad el menor.

— bien, se está recuperando. ¿cómo estás tú?— tomó asiento sin dejar de verlo.

— bien. leí tu carta, me gustas, jungkook. pero tienes razón, tú tienes tus planes y yo tengo los míos y por más que quisiera no hay un punto en los que podamos unirlos, además yo no quiero bebés, muy apenas sé cuidar de mi mismo. soy un omega hombre, aún vivo con mi padre a la edad que tengo, no puedo simplemente ser la madre que yoon necesita de un día para otro. quizás es un defecto en mí, lo puedes tomar de esa forma, pero no soy la persona que necesitas en este punto de tu vida, kook— terminó de decir sin dejar de verlo.

— entiendo, también me gustas, pero también creo que no soy lo que necesitas ahora. no voy a detener tu camino únicamente porque me gustas, es muy egoísta de mi parte— explicó sin dejar de verlo.

— gracias, espero que encuentres también alguien que te complemente mucho— taehyung se puso de pie, dejando algunos billetes sobre la mesa.

— espero que encuentres a esa persona que sea perfecta como la sueñas— respondió jungkook dejando que se marchara.

— adiós, jungkook— murmuró bajo mientras caminaba hacia la salida.

— adiós, taehyung— habló jungkook sin dejar de verlo hasta que salió del local.

deseaba correr, besarlo y convencerlo, pero no podía y no debía. taehyung era un omega libre que debía seguir su camino.

se puso de pie minutos después, calculando que el menor ya se había marchado.

aquella sería la última vez que lo vería.

...

doce años después.

taehyung caminaba con prisa, iba a llegar tarde si no se apuraba en caminar más rápido. su primer día en aquel trabajo y estaba a punto de arruinarlo por llegar tarde.

fue tan descuidado que tropezó con alguien, por suerte el té que sostenía en su mano no se derramó, sólo estaban en el suelo algunas cosas que llevaba en su mano.

— yo de verdad lo siento, pero quería llamar tu atención— murmuró el contrario, logrando que taehyung le prestara atención y no a los papeles que levantaban del piso.

— ¿te conozco?— habló taehyung sintiéndose confundido.

era un chico guapo, pero estaba seguro que no lo conocía. cuando salía a bares trataba de no tomar mucho para recordar todo.

— sí, la última vez te llamé mami— explicó el contrario terminando de levantar todo.

— ¿yoongi?— tomó los papeles sin dejar de verlo.

— sí, ya sé que no eres mi mami, el omega que me dio la vida fue otro que dejó a mí padre. fue muy idiota al dejar a alguien como papá— explicó sonriendo.

taehyung sentía que ese comentario era dirigido también para él. quizás era mala idea preguntar por jungkook, no sabía si estaba preparado para verlo después de tantos años.

— bueno, yo me tengo que ir— respondió comenzando a caminar, detediéndose unos pasos al frente al escuchar nuevamente esa voz.

— jeon yoongi, ¿cuántas veces te he dicho que no corras? que crecieras no significa que puedas desafiar a tu padre— reprendió el pálido.

— yo sólo estaba hablando con alguien, papá— yoon se defendió.

— disculpe, señor, mi hijo a veces es un poco idiota— murmuró jungkook viéndo la espalda de taehyung, aún sin saber que era él.

jungkook sentía un cosquilleo en su marca de nacimiento, taehyung sentía exactamente lo mismo.

— todo está bien— taehyung se giró, viendo a jungkook después de tantos años.

seguía casi igual, sólo un poco más ancho, quizás había hecho ejercicio, no lo sabía. sus ojos grices hacían contraste con el cabello rubio que ahora portaba.

— taehyung— murmuró el pálido sin dejar de verlo.

— hola, jungkook— taehyung sonrió, quizás podría inventar una excusa de por qué estaba llegando algo tarde al trabajo.

ambos se quedaron en silencio, las ganas de besarse cosquilleaban en ambos, terminar con la poca distancia y besarse.

— ¿sólo harás eso después de que me hiciste correr y seguirlo, chocando "accidentalmente" con él, en serio?— habló yoon, rompiendo aquel ambiente que se había formado sin querer entre jungkook y taehyung.

— ten, ve y juega videojuegos— jungkook le acercó un billete, yoon lo tomó sin decir nada más antes de alejarse.

— no has cambiado mucho— habló taehyung sin dejar de verlo.

— en cambio tú, te has vuelto más hermoso— habló con algo de confianza sin dejar de verlo.

— yo, tengo que irme o llegaré tarde a mí primer día de trabajo, dicen que el dueño es un dictador y gruñón— habló taehyung dando un paso hacia atrás para seguir su camino.

— ¿nos podemos ver después?— preguntó el pálido sin dejar de verlo.

— mi número no ha cambiado, si aún lo conservas, llámame— sonrió antes de girarse y seguir su camino, sentía esas mariposas nuevamente.

sacó el móvil cuando empezó a sonar, respondiendo al ver que era un número desconocido, quizás era de su trabajo.

— ¿bueno?— preguntó tratando de no perder la vista del camino.

— aún lo conservo— escuchó la voz de jungkook, se detuvo y se giró, viendo al pálido sostener su móvil cerca de su oído.

— si está es tu forma de invitarme a salir, es muy original, envíame la dirección y llegaré— sonrió sin dejar de verlo a la distancia.

— envíame tu dirección y pasaré a
recogerte, cuídate de ese jefe gruñón— respondió jungkook sonriendo.

— gracias, nos vemos pronto— habló antes de colgar para seguir su camino.

agendó el número para no perderlo.

yoon se acercó a su padre cuando taehyung se perdió de su vista al entrar a ese gran edificio.

— ¿por qué no le dijiste que tú eres su jefe? ¿qué, por eso sabías que estaría hoy caminando por aquí cerca?— preguntó el menor sin dejar de ver hacia el edificio de la empresa.

— aún eres muy joven, cuando te enamores lo entenderás. vamos, hoy inicias tu también a trabajar en la empresa y ya vas tarde, el jefe es algo gruñón— murmuró con una sonrisa en sus labios mientras avanzaba al edificio.

jungkook había terminado sus estudios en el extranjero, gracias a una beca que recibió marchándose dos meses después de lo ocurrido con taehyung. volvió a tener contacto con su abuela, quien lo ayudó en todo momento, logrando crear una de las mejores empresas de la industria.

su agencia ya era algo conocida, al mando de su amigo nam.

hace unos días se enteró que taehyung había aplicado para un puesto, maestro de baile, por lo que pidió que lo aceptaran. después de los debidos filtros, había planeado ese encuentro, tenerlo cerca trabajando en la misma empresa.

sólo esperaba el momento adecuado en que sus caminos se unieran de verdad, para nunca más separarse de nuevo. él también había hecho una lista, en la cual el único que encajaba era taehyung.

fin.