El pasado suele ser amigo pero también un peor enemigo, eso es lo que piensa Daren Volkov el Pakham de la Mafia Rusa.
Ya que lo que se graba a fuego en el corazón no se borra ni se olvida pero él desafiará los mitos y viejas leyendas demostrando que...
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Identidad Kaira
En nuestro mundo siempre se ha subestimado la debilidad, puesto que aquel que la demuestra es un estúpido por la grieta que muestra para aquellos que se consideran "astutos" y así tomar ventaja del enemigo por el eslabón más débil.
Cuando la realidad es que esta arma es de doble filo, porque si no estudias a quien quieres acabar para destruirlo como es debido solo le abrirías las puertas a fieras indomables que te devolverían con creces tu incredulidad.
Como ella, que pese al tiempo, su historia y su fama, la ha construido por sí misma, sin la necesidad de ligarse a mi apellido, ni al nombre de mi hermano, el círculo la odia; porque de no ser nada y débil termino siendo nuestra “Koroleva ognya” la mano derecha por astucia y poder propio del “Temnyy Korol”, o como la mayoría suele llamarlo: nuestro Phakham.
Observó la fotografía antigua, donde dos jóvenes sonríen con los ojos iluminados rebosantes de amor y alegría. La mirada azul de mi hermano, brilla de una manera tan clara, demostrando amor, felicidad, y admiración por la chica que sostiene de la cintura, y ella le devuelve la misma mirada grisácea, plasmando a través del lente de la cámara que para ellos nadie más existía en su mundo. «Es una lástima qué ahora, no sea más que un recuerdo para ambos» reflexionó, acariciando la fotografía por encima del cristal que la cubre.
—Señorita, ¿Se puede pasar? —Mark abre lentamente la puerta para no importunar.
—Claro pasa —Le sonrió con amabilidad, guardando la fotografía en mi tocador —. ¿Ya me tienes noticias de ella?
—Lo siento, señorita —avergonzado, esquiva mi mirada —. Pero mi korol ha sido claro respecto al tema y sus órdenes, y tanto usted como su familia; y el señor Egor, no tienen permitido contactarla, y pese a la insistencia que ha demostrado, sigue sin querer permitírselo.
—Claro el Korol —La cólera empieza acrecentarse en mi interior por qué sus demandas son estúpidas —. Ese imbécil, cuanto tiempo más piensa seguir con esto, le di mi palabra de que no me volvería a meter en sus conflictos sentimentales; y lo mínimo que esperaba de su parte era que me devolviera el contacto con ella, ya qué estuvo en problemas y solamente deseaba asesorarme por mí misma, como se encuentra.
—Ella está viva —se atreve a decir, recalcándome lo obvio como si eso fuera suficiente, sin verme a los ojos con su rostro serio y estoico.
—¿Esta herida? —cuestiono, con un nudo en la garganta —. Mark por favor...
Suplico cómo una idiota por información, pero él sigue con su misma postura, y por primera vez estoy tan harta del egoísmo de Daren que no quiere saber de ella, pero nos ha condenado a todas las demás personas que la apreciamos a lo mismo como un castigo.
—¿Dónde está el señor? —le cuestionó con ironía, cuando sé que no le voy a sacar nada —. Cogiendo con sus queridas o en su despacho.
Me levanto del tocador recogiendo mi arma en el proceso, saliendo lo más rápido posible e ignorando el llamado de Mark que trata de interponerse en mi camino.
