Eran alrededor de las 23,00 horas del domingo. La jornada familiar llegaba a su fin, los niños ya estaban en la cama y los adultos estaban reunidos en la sala de la elegante casa de la familia Díaz.
Mientras miraba a todos a su alrededor, la esposa del anfitrión y madre de Evelin les dijo con cierto alivio – Hoy hizo mucho calor, al menos ese molesto viento no corrió tanto como otros días -. El "Viento Zonda" es un viento argentino local seco y cálido que sopla con frecuencia y arrastra una gran cantidad de tierra sobre las estribaciones orientales de la "Cordillera De Los Andes" en Argentina. Después de escucharla, la hermana del anfitrión que había venido a visitarlos con su esposo y sus hijos le dijo preocupada – Es verdad... En la capital provincial el "Zonda" a veces es tan intenso que se lleva volando los techos de las casas -. Ella realmente le daba miedo cuando ese viento soplaba con mucha fuerza.
Luego de oírla, Rodrigo tomó la mano de su preocupada esposa y les dijo con cierta seriedad – ¡Ay! ¡Y el calor! Ningún ventilador podría ayudarte a soportarlo. La única forma de salvarte es tener aire acondicionado, eso o estar desnudo -. Pensó que era buena idea decir algo tonto para que su esposa dejara de pensar en esas cosas. Al escuchar a su marido, la treintañera calló una risa de alegría y sonrió aliviada. Él sabía cómo levantarle el ánimo. Sin perder tiempo, el treintañero miró al anfitrión y, mientras aún estaba sentado junto a su esposa en aquel sofá, le preguntó con una discreta sonrisa – ¿Terminó con la remodelación del hotel, cuñado? -. Si aún no había terminado, era la oportunidad perfecta para demostrarle que no era un debilucho.
Después de oírlo, Don Facundo lo miró serio y, aún sentado en su sillón favorito, le dijo con cierto orgullo – Sí, el mismo día que llegaron -. Tenía muchas ganas de terminar antes de que llegaran sus familiares. Al escucharlo, Rodrigo lo miró con calma y le dijo con una sonrisa discreta – Tonto, si me hubieras esperado yo te habría ayudado -. No se sorprendió, sabía que este hombre siempre quería mostrar a los demás que podía hacerlo todo por sí mismo. Luego de oírlo, el cuarentón le dijo con algo de seriedad – Te hubiera esperado, pero no quería que el abogado se rompiera una uña -. A pesar de ser un hombre serio de vez en cuando le gustaba bromear un poco. En ese momento, todas las personas en la sala estallaron en risas amistosas.
Después de unos segundos, el hombre sonriente lo miró con atención y le dijo con cierta seriedad – No creas que ser abogado es tan fácil. La semana pasada fui a incautar un auto para un juicio de divorcio. Si no hubiera traído conmigo a dos policías, ese señor seguramente me hubiera disparado -. Pensó que el hombre armado estaba loco, afortunadamente esos policías lograron someterlo. En ese instante, todas las personas en la habitación nuevamente comenzaron a reír amistosamente. Luego de unos segundos, la esposa del anfitrión miró a su hija que dormía a su lado y, tras agarrarla de la pierna y despertarla suavemente, le dijo con dulzura – Evelin. Despierta, Evelin -. Ella pensó que era hora de que su hija se fuera a dormir.
Mientras se frotaba suavemente los ojos, la adormilada chica de cabello castaño preguntó en voz baja – ¿Qué pasa, mamá? -. No sabía exactamente cuánto tiempo había dormido. Después de escucharla, la treintañera la miró con cierta serenidad y, mientras aún estaba sentada junto a su hija en aquel sofá, le dijo con una hermosa sonrisa – Te quedaste dormida, Evelin -. Todavía pensaba que su hija era una niñita muy adorable. Al ver la reacción de la joven que estaba frente a él, Rodrigo la miró feliz y le preguntó con una sonrisa discreta – ¿Qué acurre? ¿La estamos aburriendo, señorita? -. Le gustaba bromear con su sobrina favorita. Luego de oírlo, Sonia lo golpeó suavemente en el brazo y, mientras aún estaba sentada al lado de su esposo, le dijo con una linda sonrisa – Evelin debe estar muy cansada de jugar todo el día con Lucía y Joaquín -. Ella pensó que había sido algo desconsiderado decirle eso.
Después de escucharla, la esposa del anfitrión la miró atentamente y le dijo con algo de seriedad – No solo eso, la universidad es muy exigente y agotadora. Hasta ayer estuvo trabajando muy duro para seguirle el ritmo -. Estaba muy orgullosa de tener una hija tan buena e inteligente. Al oírla, Don Facundo miró a Evelin y le dijo con calma – Será mejor que te vayas a dormir, mañana tienes que levantarte temprano -. No quería que su querida hija estuviera ansiosa e irritada por la falta de sueño. Luego de escucharlo, la chica de cabello castaño lo miró tranquila y, tras bostezar, le dijo en voz baja – Está bien, papá -. Estaba muy cansada por jugar todo el día, pero hoy se divirtió mucho. Le encantaba pasar tiempo con sus primos de ocho y diez años. En el momento en que se puso de pie, Evelin se estiró un poco y, tras despedirse de su familia, salió del elegante salón. Ella solo quería irse a la cama lo antes posible.
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Experiencias Wedgie
Short StoryLa historia habla sobre la vida de unos jóvenes que después de conocer los Wedgie, se obsesionan con ellos. Ante todas las adversidades no van a dejar de disfrutar y practicar los placeres que pueden experimentar con esta tierna tortura. 🙂 Esta his...