Capitulo Dos

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Ya eran las 23,30 Horas. En la elegante sala solamente se podía escuchar el sonido de un Smart TV de 32 pulgadas, que se encontraba en un Mueble Modular Rack de madera barnizada. Una madre estaba disfrutando de su telenovela favorita, después de un largo día de completar los quehaceres de la casa.

Al lado de ella, sentada sobre el mismo sofá de color marrón oscuro, se encontraba su hija. Hacia frio en esa noche otoñal, es por eso que la chica vestía un suéter de color rosa, unos pantalones de algodón del mismo color y unas pantuflas blancas. La joven no le prestaba atención a la telenovela.

La linda chica se encontraba en silencio, mientras abrazaba una almohada decorativa. En su mente se hallaba el recuerdo de lo que había pasado ese mismo día. El recuerdo del Wedgie que había recibido de José, en el estacionamiento de la Universidad, aun se hacía presente en ella.

Después de un momento, la preocupada madre se voltea y le dice – ¡Evelin! -. Al escucharla repentinamente, la chica se sobresalta mientras daba un gritito. Pero luego de calmarse, ella la mira y le pregunta tímidamente – ¿Si, mamá? -. Al tener su atención, la mujer le pregunta con preocupación – ¿Te encuentras bien? -.

Después de oír la pregunta, Evelin sonríe y le responde con timidez – Estoy bien, solamente estoy algo cansada -. Al escucharla, su madre sonríe dulcemente y le dice – Va a ser mejor que te vayas a dormir. Mañana tienes que ir temprano a la Universidad -. En ese instante, la chica asiente con la cabeza y se levanta del sofá.

Antes de salir de la sala, Evelin se detiene y le pregunta con curiosidad – ¿Papi ya se acostó? -. Al oírla, la mujer le responde – Si, ya se acostó. Estuvo todo el día remodelando una de las habitaciones del hotel, realmente está agotado -. Luego de escucharla, la chica se despide de su madre y sale de la sala.

Al subir por las escaleras, Evelin frotaba sus manos sobre su trasero, mientras recordaba la sensación del Wedgie que había recibido. Ya en el piso de arriba, la tímida chica se dirige tranquilamente a su habitación.

La habitación de Evelin era grande. En las blancas paredes se encontraban los posters enmarcados de sus Animes favoritos. Contaba con un armario empotrado, en donde guardaba su ropa y otras pertenencias. Una gran cama, en donde tenía todos sus peluches. Un estante para libros, en donde ponía sus libros y sus Mangas preferidos. Además, poseía una computadora con aseso a Internet, que se encontraba sobre un lindo escritorio.

Al llegar a su habitación, Evelin cerró la puerta con llave. Después de hacerlo, se dirigió hacia su armario y abrió la puerta de madera. Al cabo de unos segundos, saco de adentro un banquito de madera con asiento redondo. La chica utilizaba ese banco para poder alcanzar los estantes más elevados del armario.

Luego de un minuto, Evelin coloca el banquito de madera al lado de la puerta del armario. Ella estaba dispuesta a revivir la sensación que había experimentado al recibir el Wedgie. Después de asegurar la puerta de madera, la tímida chica se paró con mucho equilibrio sobre el banco y le dio la espalda a la puerta abierta del armario.

En ese momento, Evelin desliza sus dedos por la parte trasera de su pantalón, para buscar la cintura elástica de sus bragas. Luego de hallarla, aprieta su agarre y empieza a estirar, con algo de dificultad, la cintura elástica a fuera de su pantalón de color rosa. Al hacerlo, la chica siente como la tela de su ropa interior comienza a invadir su trasero y sus partes íntimas.

Después de unos segundos, la ruborizada chica estira aún más la cintura elástica de sus bragas blancas. Los agujeros de las piernas ya eran visibles. Evelin tenía la idea de enganchar la cintura elástica en el costado superior de la puerta de madera. En un momento, logra estirarla hasta su espalda media, haciendo que la tela de su ropa interior se adentre aún más en su trasero y en sus partes íntimas.

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