"Capitulo 9"

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(Narro yop)

Kenshi sonreí mientras veía los juegos y los puestos de comida, que tenía la feria. Okuda veía como el pequeño sonreí y veía impresionado todo eso le saco una sonrisa a ella y al pelirrojo, Karma agarro la mano de Okuda cuando vio sus intenciones de perseguir a su hermanitos. Para pedirle que no se alejara, así que el pelirrojo quiso tranquilizarla.

Karma: deja que se divierte, apuesto que tiene tiempo sin venir a una feria.

La chica asintió con tristeza, la enfermedad que atacó una vez a su hermano. Lo obligó a tener que estar casi todo el tiempo en casa, solo podía salir a la escuela.

Okuda podía ver el sufrimiento de su hermano por no poder ir a los festivales y disfrutarlo, como todo niño normal.

Okuda: solo espero que se divierta mucho hoy.

La azabache sonrió, viendo como su hermanito venía hacia ellos con una sonrisa.

Kenshi: ¿Puedo ir a jugar ese juego?

El pequeño sellarlo un puesto, de juegos de tiro al blanco. La pelinegro dudaba un poco en si déjalo ir solo o no, Karma viendo la duda en Manami decidió ayudarla.

Karma: puedes ir, Manami y yo iremos por unos dango. Que esta al frente de ese puesto de juego a la que quieres ir.

Al pequeñín se le iluminó el rostro, asintió varias veces. Para luego abrazar al pelirrojo, que se solprendio un poco. Por el repentino acto, eso no evitó que Karma le alborotara el cabello ignorando sus protestas.

Okuda: gracias por venir con nosotros Karma— el pelirrojo miró a su amada— el está muy feliz de que estés aquí.

La de orbes lavanda iba a seguir caminando, pero nuestro ex delincuente la detuvo, agarrándole la mano. Haciendo que la chica se tendrá solo un poco, pero se relajo.

Karma: dime, ¿Tu también estás feliz de que yo esté aquí?.

La azabache seguía dándole la espalda, estaba más que nerviosa y su cara se puso roja como la de un tomate. Karma solo mantenía silencio, apretando más su agarre.

La chica se armó de valor para darle cara, no le importará si sentía vergüenza por lo que le iba a decir.

Okuda: si, yo también estoy feliz de que estés aquí.

Ambos sentía sus corazones palpitando a una velocidad impresionante, el pelirrojo estaba sorprendido. Pero no lo iba hacer notar, se limitó a sonreirle a su azabache sin soltarla de la mano siguieron caminando.

Karma: vamos a comparr eso dango.

Okuda asintió mantenimiento la cabeza agachada por la vergüenza.

Después de haber comprado los tangos, fueron a ver a Kenshi. Al verlo ambos alzaron una ceja por su expresión de tristeza.

Okuda: ¿Que te pasa Kenshi?

Se acercó Okuda agachándose un poco, para estar a la altura de su hermano menor.

Karma: ¿Alguien te molesto?

El orbes cobré había fruncido el ceño, mientras que pensaba muchas maneras de hacer sufrir a la persona. Que se atrevió a molestarlo, pero se relajo al ver que el pequeño negaba con la cabeza.

Kenshi: es solo que trate de ganar ese peluche, pero no lo logré.

La azabache que se había parado tomando su anterior postura, vio el peluche que había señalado su hermano, Karma miraba confundido el peluche. Que tenía forma de un pulpo amarillo con una sonrisa mientras que tenía una colvata de media luna. El pelirrojo sintió las ganas de borrar su estúpida sonrisa, sin saber el motivo de esa extraña sensación.

un Rico Enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora