Harley Quinn & Izuku Midoriya. En el Universo de Madam Ironfist.

Parte 4. Un buen novio.

Definitivamente, Harley estaba mucho más loca de lo que Izuku había creído. Debería haberse dado cuenta de ello cuando empezó a hablar de hacerse con el control de Steelport; pero había pensado que se trataba... ¿de una locura? Pero una locura que no iba a ningún lado.

 Harley era mucho más peligrosa de lo que pensaba.

"¿Por qué no pones algo de música, pastelito?" dijo ella mientras pisaba a fondo el acelerador "Algo de música siempre va bien durante una persecución policial".

"¡No me siento seguro!" gritó Izuku.

"Oh, por favor", dijo ella. "Actúa como si no tuvieras miedo. Apuesto a que nunca has estado en una persecución policial. No es tan malo."

Pero, pese a las palabras de Harley, el coche de policía que les perseguía les estaba alcanzando.

Harley empezó a cantar "Baby, ¿puedo confiar en ti? ¿Puedo depender de ti? ¿Me amas de verdad, o sólo eres otro tipo A?"

Harley dio un fuerte volantazo para tratar de dejar atrás a los policías. Sus perseguidores intentaron realizar la misma maniobra, pero el conductor perdió el control del vehículo que derrapó dando un giro de 180 grados.

Harley se rio mientras veía por el retrovisor las dificultades de sus perseguidores para volver a poner en marcha el coche patrulla y continuar con la persecución.

"Sois una mierda persiguiendo a la gente" les gritó.

Pero la persecución todavía no había terminado. Iban a toda velocidad por pleno centro de la ciudad. Los neumáticos del coche chirriaban al doblar las esquinas.

"No lo vamos a conseguir" dijo Izuku con cara de estar a punto de llorar.

"Mírame" se rio Harley.

Os contaré un secreto, Harley no era muy buena conduciendo; pero parecía que la suerte estaba de su lado. No fueron golpeados por ningún otro coche y los agentes de policía parecían incapaces de seguirlos.

La persecución duró bastante tiempo y poco a poco los policías empezaron a recuperar distancia. A Izuku le latía el corazón y le sudaban las palmas de las manos.

"¿Qué vas a hacer cuando nos atrapen?", preguntó.

Harley no contestó, ella también parecía empezar a preocuparse. No sabía si en aquel universo de videojuegos había algún lugar parecido al manicomio de Arkham, pero no le apetecía averiguarlo. Los manicomios son un sitio muy aburrido.

Miró por el retrovisor y vio que había conseguido alejarse lo suficiente como para que no pudieran ver su coche entre el tráfico. Dio un frenazo y se metió en un callejón lateral.

Los policías iban a toda velocidad y pasaron el callejón de largo. Harley sonrió.

"Creo que los hemos despistado" dijo "Pero no podemos seguir en este coche"

Harley bajó del vehículo y empezó a coger todo lo que habían robado en la tienda. Izuku seguía en el asiento trasero intentando recuperarse del miedo que había pasado.

"¿Qué haces?" le preguntó Harley "Ayúdame. Yo sola no puedo cargar con todas estas cosas".

Izuku decidió que ya había tenido bastante. Bajó del coche.

"Estoy harto de ti", dijo. "Esto... esto es una locura. Jamás me había perseguido la policía. ¡Yo soy de los buenos! ¡Un héroe!"

"Sí, claro" dijo ella "Eras un vigilante. Un criminal. Un asesino".

Izuku se quedó perplejo.

"¿Qué? ¡No! Nosotros los héroes no matamos a nadie... Solo los dejamos inconscientes." se defendió.