𝓣/𝓷 (𝓽𝓾 𝓷𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮)❃
Apoyé mi espalda contra la pared y preparé el arma. Estaba lista para atacar casi sin suministros sin importar las consecuencias que esto podría traer. Tomé el revolver con mi mano derecha y salí de mi escondite apuntando a mi objetivo. Apenas apreté el gatillo, un chorro de agua se disparó hacia la cara de Timothée.
-¡Hey! No se vale, no me dejaste ni cargar.
-Lo sé, pero yo también estaba quedándome sin agua. Pero te queda bien el pelo mojado, tendrías que bañarte más seguido. - Él abrió la boca para hablar, pero alguien opacó sus palabras.
-¿Qué hacen? - Preguntó Aidan asomándose por el angosto pasillo que había entre su casa, una cerca y la mía. Timothée lo miró de arriba a abajo, aún no le caía muy bien después de cómo había alterado mis nervios los primeros días de su estadía aquí.
-Jugamos con agua. - Señalé mostrándole el arma de juguete en mi mano. - ¿Quieres jugar?
-No, gracias. Hace mucho frío. - Contestó él poniendo las manos en los bolsillos de su sudadera. Era verdad, como todos los días aquí, estaba helando. Pero de todas formas Timothée y yo siempre jugábamos con pistolas de agua.
-Siempre hace frío aquí, o te diviertes ahora o no lo haces nunca. - Agregó Timothée algo seco, sin mirarlo, mientras cargaba su arma. Aidan lo miró despreciablemente por encima de su hombro y luego comenzó a caminar hacia donde yo estaba. Cuando estuvo frente a mí, sonrió.
-No deberías andar haciendo estas cosas. - Dijo notando que mis labios estaban morados y mis brazos temblaban a causa del frío. Se quitó la sudadera y la puso sobre mis hombros. Yo sólo me quedé viendo sus ojos toda embobada, era la primera vez que lo tenía tan cerca. Tenía unos ojos preciosos...esa mezcla de verde en ellos los hacía tan únicos. - No me gustaría que te enfermaras. - Agregó en cuanto terminó de acomodar su sudadera en mí y posó su mano en mi mejilla, acariciándola suavemente con sus dedos, sin dejar de sonreír. Si antes parecía una boba perdida en sus ojos, en ese momento sólo me faltaba balbucear.
Un pequeño pero potente chorro de agua chocó contra la mejilla de Aidan y salpicó mi cara. Ambos miramos hacia Timothée quien nos apuntaba con la pistola.
-Perdón, apreté el gatillo sin querer. - Se excusó.
-¡Lo hiciste a propósito! - Exclamó Aidan algo molesto.
-¡No es cierto! - Acotó en tono desafiante.
-¡Timothée! - Lo reté y él me miró tratando de simular inocencia en su rostro. - ¡Ay no! Eso no funciona conmigo.
-¡Pero es que no fue a propósito! - Siguió excusándose. - Además... ¿Tanto le molesta un poco de agua a tu nuevo amiguito? - Entendí en ese momento que, además de los problemas personales que tuve con Aidan y que dejaron a Timothée totalmente desconfiado de él, su rechazo se trataba también de celos. Era un amigo celoso, pero estaba segura de que si conocía bien a Aidan, le caería bien. Ahí tenía otro problema...Aidan no se dejaba conocer por nadie.
-No, no me molesta que me eches agua a mí. - Respondió Aidan con sorpresiva cortesía. - Pero no quiero que mojes a T/n, tiene frío. - Mi corazón se aceleró en ese momento y no comprendí porqué, pero me sentí contenta.
-Si...si...¿T/n vamos a ir a Starbucks hoy? Porque tendría que cambiarme. - Dijo señalando su ropa mojada.
-Sí, iremos. Así que mejor cambiate ya.
-Ok. - Dijo dirigiéndose a la calle para caminar las pocas cuadras que necesitaba hasta llegar a su casa.
-¿Puedo ir con ustedes? - Preguntó Aidan una vez que Timothée estuvo lejos.
-Sí. - Respondí sonriéndole. - Pero debo ir a cambiarme.
-Está bien, yo iré a avisarle a mi madre.
-Bueno, toma. - Ofrecí quitándome su sudadera y entregándosela.
-Quédatela.
-Pero...
-No, insisto, quédatela. Además si tienes un objeto mío puedo entrar a tu casa sin tener que andar pidiendo permiso a cada rato. - Rio y yo reí con él.
-Está bien. ¡Nos vemos en un rato!
Diez minutos más tarde, los tres estábamos sentados en la mesita del fondo en Starbucks, con nuestros pedidos ya hechos.
-¿Ibas a la escuela en tu antigua ciudad? - Me preguntó Timothée a Aidan luego de un rato sin hablarse.
-Sí, y pienso anotarme en una aquí.
-¿Cuándo?
-Cuando las clases comiencen, aún queda mucho tiempo de vacaciones.
-¿Y a cuál escuela?
-No sé, a la que vaya t/n. - Timothée me miró de reojo.
-¿Piensas ir a cada lugar donde t/n esté? - Se burló Timothée. Aidan, al no estar acostumbrado a tratar con humanos, no entendió el tono de sarcasmo en aquella pregunta.
-Si ella me lo permite. - Respondió seguro, tomándose la interrogación de Timothée algo literal. Me sonrojé y traté de concentrarme en el camarero que estaba dejando nuestras bebidas en la mesa.
-Pero no podrás ir con ella a Italia. - Agregó Timothée tomando un sorbo de su frappuccino.
-¿Cómo sabes que me iré a Italia? - Le cuestioné sorprendida a mi amigo.
-Tu mamá me lo dijo.
-¿Te vas a Italia t/n? ¿Cuándo? - Preguntó Aidan despreocupadamente.
-Pues...la próxima semana. - Respondí sin mucho ánimo.
-Oh... - Exclamó él algo triste. - Entonces supongo que no querrás venir conmigo y mi madre a Inglaterra.
-¿Qué? - Dije sorprendida.
- Sí, hoy mi madre iba a invitar a la tuya a unas mini-vacaciones por Inglaterra, queríamos que Liam y tú también fueran pero...
-¡Eso es estupendo! - Exclamé comprendiendo el plan de Aidan. Él me sonrió. - Mi madre no dirá que no.
-Eso supuse. - Agregó él, Timothée nos miró a ambos y luego suspiró dirigiéndose a Aidan.
-Supongo que debo llevarme bien contigo si vas a ser la sombra de mi mejor amiga.
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𝐌𝐢 𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐨 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐.𝓖.) [✔︎]
Fanfiction𝙴𝚕𝚕𝚊 𝚍𝚎𝚋𝚒́𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚛 𝚎𝚕 𝚕𝚎𝚐𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚂𝚎𝚝𝚝𝚎𝚛, 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚌𝚊𝚣𝚊-𝚟𝚊𝚖𝚙𝚒𝚛𝚘𝚜. 𝚎́𝚕 𝚍𝚎𝚋𝚒𝚘́ 𝚖𝚊𝚝𝚊𝚛𝚕𝚊 𝚌𝚞𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚊𝚙𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚒𝚎́𝚗 𝚗𝚊𝚌𝚒𝚍𝚊. 𝙿𝚘𝚛 "𝚗𝚊𝚝𝚞𝚛𝚊𝚕𝚎𝚣𝚊" 𝚍...