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[Aviso: Va haber mucho maltrato físico e infantil, léelo bajo tu responsabilidad y con pañuelos desechables al lado unu]

—¡¿Qué rayos es esto?!—gritó el menor apuntando la mordida que estaba en su cuello.

—Verás… Bebimos mucho y puede que nos pasamos un poquito…—respondió este algo sonrojado y Quackity suspiró.

—Esto no significa nada, ¿Entendido?—dijo seriamente y se fue al baño.

—... Entendido…—susurro junto con un suspiro también.

[....]

Estaban desayunando, ninguno de los dos hablaba y eso hacía un silencio algo incómodo hasta que eso ya irritó un poco al menor.

—¿Que tenemos para hoy?—preguntó.

—No mucho la verdad, yo voy a seguir intentando hacer magia oscura con la varita de Samuel—dijo mientras comía.

—¿Me debo ocupar de la cosa otra vez?—.

—Como ahora llegamos a los golpes, si llora, golpealo no más, al igual que Samuel, ya no tendre paciencia, ¿Y tú?—.

—Yo tampoco tendré paciencia… Sabes, voy a empezar hacer cosas de torturas, para nuestros invitados, ¿No crees?—dijo con una sonrisa de lado.

—Es cierto, y luego podremos traer más—dijo Luzu con una sonrisa de lado también.

[....]

—Primero mis animales y ahora Vegetta… ¿Qué más me quitarán…?—susurraba Rubius sentado en el sillón.

Había dormido en casa de Alex ya que no quería ir a la suya, este había salido así que estaba completamente solo.

[¿Es que no aprendes? Era mejor haber dejado todo atrás]

[Acaba con tu vida]

—¡No!—gritó y se tocó la cabeza—¡Callense!—.

[¡La vida ya no tiene sentido!]

—¡Paren, paren!—.

—¿Rubius? ¡Rubius! ¡Reacciona hombre!—se escuchó a Alex moviéndolo preocupado y este lo miró—¿Todo bien? Estabas gritando de la nada…—.

—... S-Si… Todo bien…—respondió tartamudeando—¿Desde cuándo estás aquí..?—.

—Llegue hace unos minutos… ¿De verdad estás bien? Estás pálido…—.

—Ya no lo sé Alex… Estoy roto, muy roto…—dijo aguantando las ganas de llorar.

—Rub, tranquilo… Sabes que están pensando un plan para recuperarlo… Tú solo descansa…—dijo sentándose a su lado y le acarició la espalda.

—¿Descansar? No puedo dejar de pensar en que Vegetta está en manos de esas personas que no quiero saber que le deben estar haciendo ni a él ni a Titi… —.

—Deja de pensar en eso, mira, vamos a tu casa y descansas, estarás al cuidado de Mangel, ¿Si?—.

—Vale, ¿Me acompañaras?—.

—Claro que sí hombre, comemos algo y vamos—.

[....]

—Llegamos—dijo Mangel entrando a la casa de Rubius junto con Lolito y un cerdo.

—Qué vacío se ve…—dijo Lolito mirando toda la casa triste.

—Espero que el cerdo ayude…—dijo Mangel y suspiró.

El Accidente De Los Dioses [K5-DSMP-T2] [Evil Luckity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora