Estela Amery es una nueva estudiante de Hogwarts.
En su primer encuentro con el mundo mágico conoce a un chico rubio el cuál no le agrado del todo, pero él demostró que jamás se debe juzgar antes de conocer realmente a la persona.
🔻 Historia corta...
El tan esperado día de San Valentín había llegado, Estela se levantó más temprano de lo normal a pesar de ser día sábado, Draco la iría a buscar a su sala común al medio día. Cuando terminó de desayunar volvió a su cuarto para poder arreglarse un poco, se delineó los ojos, se puso un poco de sombras en estos y se pinto con un labial muy clarito. Hermione entro al cuarto cuando estaba terminando de arreglarse.
– Wow te ves hermosa – le dijo
– Muchas gracias, tu igual estás muy linda ¿Con quién saldrás? – pregunto Estela volteando a verla.
– Con un chico de Ravenclaw, no creo que lo conozcas – dijo tomando un bolso – ah, Draco está abajo esperándote –
– ¿¡Ya llegó!? Apenas son las 12... Que puntual – tomo un abrigo y salió al encuentro con su querido amigo.
Estaba apoyado en la pared, con sus manos en los bolsillos del pantalón, vestía un traje negro, muy elegante desde el punto de vista de Estela. Se acercó al chico, al notar su presencia se despegó de la pared y le sonrió.
– ¿Debo haberme vestido más formal? – pregunto la chica mirándose cómo ella estaba vestida.
– Estás hermosa así – tomo su mano y la besó – ¿Lista? – pregunto sin soltar su mano.
– Claro – dijo Estela.
Emprendieron su camino, aún tomados de la mano, muchos se giraban a verlos sorprendidos, otros simplemente los ignoraban. En el camino se toparon con Pansy Parkinson (quien era la chica con la que anteriormente Draco estaba hablando muy pegado a ella) miro a Estela con cara de odio y asco.
– Ignoralos – le susurró Draco agachándose para quedar a la altura de su oído.
Caminaron hasta las afueras del colegio, parando frente al sauce boxeador. Estela no entendía que hacían en ese lugar. Draco le indico que debían bajar por un agujero que había junto al árbol, Estela al principio dudo, sabía que el árbol no era como cualquier otro. Ella confío en lo que le dijo el chico y bajo por éste, seguida de Draco, caminaron por lo que parecía ser un túnel, hasta llegar a la casa de los gritos.
– Draco ¿Qué hacemos aquí? – pregunto Estela mirando a su alrededor, jamás antes había estado ahí, estaba todo muy sucio, y mal gastado, parecía que en cualquier momento se derrumbaría la casa.
– ¿Vez la habitación de el fondo? – Estela asintió – en ese lugar se encuentra una pequeña sorpresa.
La chica lo miro extrañada, que podría haber en una casa que estaba por derrumbarse. El chico le indico que caminara y abriera la puerta, ella se acercó y la abrió, sus ojos se iluminaron, era un cuarto hermoso. El cuarto estaba cubierto por los colores verde y rojo (cómo nuestras casas) había también muchos globos con forma de corazón, en un costado había una carpa blanca, con una caja pequeña al centro y otra con forma de corazón, rodeada de cojines y en el otro costado había una mesa con comida para dos.
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