capitulo 4

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Intento acomodarse sobre la cama pero por más que se movía no se sentía cómoda, nada funcionaba para volver a dormir. Había cerrado los ojos y empezó a contar ovejas, pidió al servicio del hotel leche caliente y galletas tampoco funcionó, escuchaba los sonidos que se producían en la televisión pero nada parecía resultar.

Esa era una etapa más del embarazo que molestaba a la rubia, se sentía cansada la mayoría del tiempo como si hubiese corrido miles de kilómetros sin descanso, y cuando llegaba a casa y miraba la cama no dudaba ni un segundo en ir a dormir dejando las cosas pendientes de su trabajo. Solo que esta noche no tenía ni el más mínimo intento de pegar los ojos hasta quedarse profundamente dormida.

Entreabrió los ojos lentamente cuando sintió el peso de un cuerpo a lado de la cama, se reencontró con Shikamaru sentado y dándole la espalda. El pelinegro había empezado a quitarse el pantalón, la chaqueta negra de cuero y sus zapatos para luego colocarse su pijama.

Temari volvió a cerrar nuevamente sus ojos, hundiendo su rostro en la suavidad de la almohada. Oyó el sonido de la televisión encenderse y ser colocado en un canal de telenovelas a bajo volumen.

Por otro lado el Nara se recostó en la cama, atrayendo a la rubia con un brazo hasta que su rostro toco el pecho de su pareja. Le Bese la coronilla de la cabeza y empezó a acariciarle con la yemas de sus dedos por el brazo derecho de la rubia.

—¿Estas dormida?—le susurro en el oído.

—si—le respondió divertida causando que ambos jóvenes rieran por lo bajo—¿Cómo sabías que estaba despierta?—pregunto mirándole a los ojos.

—tu rostro demuestra serenidad cuando duermes—el pelinegro frotó su nariz con la de rubia— desde que llegue vi como si algo te estuviera molestando, ¿Pasa algo? ¿Es el bebé? ¿Quieres ir al hospital?

—solo…—suspiro—no puedo dormir.

—¿quieres que cante?

—no. Ya intenté de todo y no funciona…—se remueve entre los brazos del Nara, a pesar de la oscuridad se topa con la mirada oscura y cansada de su novio, tal vez debido a la entrevista que tuvo sobre el próximo lanzamiento de su nuevo disco—hace un par de horas antes de que llegarás, escuché por televisión algunas de tus canciones—el Nara le presta más atención a la rubia al ver que sonríe—pensé que eso me ayudaría a dormir, pero en lugar de eso termine por tararearlas, Parece que a nuestro pequeño hijo le gusta mucho tus canciones.

Las palabras de la rubia y de escucharla hablar del bebé hacen que el corazón del Nara salten de alegría, es la primera vez que escucha a Temari hablar del él o ella. Desde que le dijo sobre su embarazo ella ha tratado de evadir el tema, de no comentar nada que tenga que ver con el pequeño ser que habita en su vientre. Tal parece que la visita a los hermanos Sabaku No, ayudo un poco.

—¿Solo al bebé?

—a los dos.

—eso espero porque apenas nazca el pequeño, le cantare muchas canciones, ya verás, se pondrá feliz de ver a su padre en los conciertos frente a miles de personas. ¡oh! y casi lo olvido, no solo debe admirar a su padre, también podrá ver a su madre actuar en televisión, se sentirá muy orgulloso de nosotros.

—no dudo de eso—rio. La emoción en su rostro le fue difícil de ocultar a Temari—Sera un niño muy afortunado de tener unos padres como nosotros . ¿No lo crees?

—si. No dejaré que nada malo le pase, ni a ti ni al bebé. Los protegeré y cuidare de ustedes.

La rubia soltó un fuerte suspiro, aún le parece difícil la idea de ser madre. Sus hermanos le aconsejaron de hablar poco a poco sobre el bebé pues se percataron que a ella le incomodaba hablar sobre el embarazo. Eso es lo que estaba haciendo en ese momento. Ir por poco, no podría hacer que de la noche a la mañana cambiara su pensamiento en no querer a su bebé y después amarlo, porque eso no era así. Aún necesita su tiempo para darse la idea de que pronto será madre.

Aún con shikamaru acariciándole la espalda y los brazos, le tomo de la mano, colocándola sobre su poco abultado vientre. Shikamaru sonríe al sentir su piel con la de ella, se pregunta si la rubia ya puede sentir el palpitar o las patadas del pequeño dentro de ella, aunque cree que es muy pronto para sentirlo pues apenas tiene dos meses de embarazo. Pero el solo hecho de que Temari le permita acariciar su vientre le parece tierno… bonito… aunque también le parece extraño ver el comportamiento de la rubia.

—¿Sucede algo?—murmuro el pelinegro cauteloso por el estado de la rubia, sobre todo debe de ser cuidadoso con sus palabras, en su estado es mucho mas sensible, vulnerable y eso para el Nara es un fastidio.

—¿Por qué lo preguntas?

—estas…—dudo unos momentos—hmm.. algo extraña desde que llegue.

una inesperada noticia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora