8. Un reencuentro fraternal

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-Compre esto, pontelo -le dijo Siddhi a Shanti mientras le envolvia un manto azul alrededor de su cara y cabello, tambien le puso un vestido mas holgado encima y se lo ato a la espalda.

-Creo recordar como vestirme.

-Pero no lo harias tan rapido, ademas inconscientemente te arreglas y justo ahora necesito que no te veas como tu.

-Ya, ya... ¿Y tu?

-Me compre esto -dijo y le enseño un feo sombrero de paja y un manto marrón.

-Exageraste...

-Puede ser, bien, vamos, esperame cerca del mercado, compra algo de fruta o semillas para el viaje, yo ire a ver que barco nos puede llevar al siguiente puerto.

-Si, entendido -respondio Shanti mientras tomaba las riendas del caballo y avanzaba por el pueblo.

Rapidamente llego al mercado y compro manzanas para compartir con el caballo, para ellos, como su hermano le dijo, compro fruta y otras cosas, ya iba a irse a las afueras del mercado cuando sintio en su bolso algo temblar.

Cuidando de que nadie la viera, lo abrio discretamente y vio que la espada temblaba.

-Izquierda -le dijo el anciano preso en la espada.

-No puedo, debo esperar a mi hermano -respondio ella.

-Izquierda, izquierda, izquierda -siguio repitiendo la espada mientras subia el volumen de su voz.

-Ya, ya, bueno, ire a la izquierda -le dijo mientras cerraba la bolsa.

Tomo el camino que le indico la espada y siguio caminando hasta que lo sintio temblar de nuevo, a lo que ella se detuvo frente a un puesto de baratijas.

¿Para que me trajiste aqui? le cuestiono ella mientras inspeccionaba el lugar.

-¿Buscaba algo en especial, jovencita? -le cuestiono la anciana que atendia el puesto.

-Yo estaba mirando solo... ¿que vende en si?

-Todos estos son amuletos de distintas cosas, veamos, tu... No, con esa dulce mirada no necesitas ayuda con el amor, es mas, ese brillo en particular me dice que tu corazon esta enfocado en un joven, entonces... ¿Proteccion? Si, eso podria ser, pero hay algo mas... Oh, un joven perdido -recito mientras la miraba, a lo que Shanti se congelo admirando el poder de la mujer que sin lugar a dudas era humana.

-¿Como supo todo eso?

-Tu aura delata tus pesares, yo soy lectora de almas, he visto que estas cargando mucho pesar, mi niña, es una pena, pero tendras tu recompensa, de eso estoy segura, no veo ni un solo rastro de duda en ti.

-¿Tiene algo para... Para para volver al camino correcto?

-Que pregunta tan abstracta me haces, mi niña, pero veamos... Si, tengo algo de hace tiempo -dijo y saco de debajo de la mesa una caja, luego la abrio revelando un colgante dorado con la imagen de un sol en el-. Los humanos son engañados con facilidad, sus corazones cambian, pero este espejo tiene la habilidad de mostrar la forma verdadera de aquellos que reniegan de si mismos o se han visto cambiados.

-¿Espejo? -le cuestiono Shanti mirando el sol, la anciana lo tomo y le dio la vuelta, alli ella miro su reflejo, se veia cansada, pero decidida, una sonrisa adorno su rostro-. Me lo llevo.

-No le pongo un precio a a proteccion que brindo, tu misma deberas de decir cuanto estas dispuesta a pagar por el, dime, ¿cuanto vale para ti el salvar la vida de la persona a la que se lo vas a regalar? -pregunto ella mientras devolvia el colgante a su caja.

Shanti sin dudas tomo un puñado de las monedas de oro de su bolsa y las deposito en la mesa, sorprendiendo a la vendedora.

-Mi niña, esto es...

Los sucesores de los Dioses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora