𝐈'𝐦 𝐚 𝐤𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐧𝐨𝐰 | 𝐉𝐚𝐯𝐨𝐧 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐨𝐧

𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨

Dos adolescentes.

Dos corazones latiendo en sincronía.

¿Es cosa del destino? ¿Acaso existe el destino?

Dos corazones enamorados.

Esos son ______ Ortega y Javon Walton; dos corazones que terminan separados.

Repito, ¿el destino es real o nosotros lo elegimos?

Un camino que se divide en dos.

Un camino que, tarde o temprano, vuelve a unirse. ¿Pero será para continuar o simplemente será el final de la carretera?

Reencuentros inolvidables, en medio de recuerdos ya olvidados.

"El pasado nos persigue, y si nos atrapa nos destruirá. Y para que no se repita, a él hay que destrozar"

.    .    .

Era 2020, exactamente un 12 de Julio, cuando ______ y Javon se conocieron. Era una reunión del cast para la nueva temporada de Euphoria, y fue cuando el director quiso presentar a los nuevos integrantes del elenco.

--Como ya saben, en esta nueva temporada se han agregado a unos cuantos personajes-- comenzó diciendo el hombre de barbaja --, y uno de ellos es, nada mas y nada menos que, la hermana de Maddy Perez.

Hubo un pequeño segundo de silencio.

Todos estaban allí, sentados en una gran mesa circular e intrigados. Porque la verdad es que nadie sabía a quien interpretarían los recién llegados, nadie además del director y el actor que se encargaría de darle vida al personaje.

--Y es por ello que quiero presentarles a ______ Ortega-- continuó, señalando a la morena sentada a un lado de Zendaya --, quien a llegado a hacer historia dándole vida a Majda Perez. ¡Bienvenida al equipo, ______!

Terminó con una sonrisa, y todos los presentes aplaudieron. ______ no podía ocultar su sonrisa de emoción mientras susurraba "gracias" repetidas veces en dirección al director.

Zendaya, aun a su lado, la miraba con una gran sonrisa mientras aplaudía en sincronía con el resto. Cuando la morena volteó la vista hacia ella, la famosa actriz la abrazó susurrándole un "Bienvenida". Mientras que del otro lado de la mesa se encontraba el interprete de Ashtray, sonriente y contento como el resto. Observándola sin que ella note del todo su presencia.

Y todo comenzó cuando ella casualmente desvió su mirada y lo vio. Justo en el momento en que sus miradas conectaron la chica escuchó un pitido en sus oídos. Ella solo lo miró con curiosidad, y se extrañó mucho por la sincronía del pitido con la mirada.

Fue como si se hubiera pulsado un botón invisible y sus miradas transmitieran una energía que emborrachaba. Y digo emborrachar porque, al mirarse, ninguno de los dos podía despegar la mirada.
Era como un imán. Como cuando comienzas a disociar y se siente tan bien que no quieres parar.

Eso, y agregando el saltito que dieron sus corazones al verse a los ojos por primera vez. Fue como el destino, como si ese momento ya estuviera escrito en un guion de esas típicas novelas de amor.

¿Pero qué es el destino exactamente? ¿Será eso de amor por siempre?

Eso no lo sabemos, no aún. Lo único que puedo asegurar es que esta no será una típica novela de amor. Y que nunca hay que utilizar la palabra "nunca" en una promesa.