𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨

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𝐏í𝐥𝐝𝐨𝐫𝐚 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚

Narrador omnisciente

Della tomó un suspiro pensando seriamente en qué hacer, ni siquiera quiere mirar hacia la ventana. No quiere saber quién está ahí tocando otra vez sus nudillos contra el vidrio.

Pensando rápido, abrió la guantera y saco unos lentes oscuros de esta. Se los colocó y se miró a través del espejo retrovisor intentando pensar cosas positivas; intentando no sentirse nerviosa o entrar en pánico, algo que no le pasa desde hace mucho tiempo.

Sin dudarlo también tomó un arma, le colocó un silenciador y la escondió en sus pantalones. Solo después de eso se animó a mirar a la persona que se encontraba del otro lado de la puerta.

--¡Hola! ¿Puede bajar el vidrio por favor?-- se escuchaba una voz un poco baja.

Sintió alivio al no reconocerla ya que eso le indicaba que no era quien su mente le hizo creer que era, que no es Javon.

Tomó una bocanada de aire y bajó lentamente la ventana, solo volteó a mirarlo cuando esta bajó por completo.

--¿Si?-- mantuvo su semblante serio.

Es un hombre de tez clara que viste de manera formal y usa anteojos, luce joven.

--Disculpe, señorita-- mostró una placa de policía. --. Está prohibido estacionarse aquí.

Ella no dijo nada, solo se quedó mirándolo y notando que él mira demasiado el interior del auto como si estuviera buscando algo. Y también la mira mucho a ella.

Por su mente pasó un pensamiento que la dejo sorprendida y un poco preocupada, que la dejó mirando aquellos anteojos en busca de algo en específico. Pensando en que ha sido demasiado descuidada últimamente.

Por otro lado, justo en la casa del otro lado de la calle, un equipo de investigadores se encuentra junto a la familia Ortega y la familia Walton intentando todo lo posible para encontrar algo, aunque sea la mínima pista, que los llevara hacia ______. Y unos minutos atrás, cuando el auto de Della recién había llegado, uno de los detectives se acercó a Javon llamándole a un lugar más privado.

Así que salieron de la sala para ir a algún rincón de la casa donde el hombre pudiera hablar con mayor tranquilidad.


--Ya localizamos movimiento extraño afuera-- fue lo que dijo.

--¿Un auto?-- pregunto Javon con notable interés. --¿Está ahí?

--Sí, llegó hace unos tres minutos.

--Iré a ver-- avisó, comenzando a caminar en dirección a la puerta.

Pero el hombre lo detuvo.

--No, no, no-- sostuvo su brazo. --. Si es quien creemos que es no creo que te deje acercarse, por alguna razón viene a escondidas.

--¿Y entonces qué?-- preguntó suplicante. --¿Solo dejamos que se vaya otra vez?

El hombre negó.

--Yo iré. Tengo una idea.

Él se alejó dejando a Javon confundido y pensativo. Volvió a entrar a la sala y se acercó a una de las mesas que tienen repleta de aparatos electrónicos que les facilitan su trabajo, tomó una laptop y buscó unos anteojos color negro para luego volver al pasillo.

𝐈'𝐦 𝐚 𝐤𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐧𝐨𝐰 | 𝐉𝐚𝐯𝐨𝐧 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora