𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐝ó𝐬

274 16 4
                                    

𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐧

Debe de ser una broma. Es irónico que ahora, después de tanto tiempo manteniéndome escondida... Carajo... ¡Carajo!, en realidad fue solo un año. ¡Un puto año en el que estuve engañada!

¿Cómo puede alguien ser capaz de borrarle la memoria a su propia hija?

Para mí eso no tiene perdón de Dios porque ni siquiera lo hizo para bien, él solo quería utilizarme como su puta arma y así lo hizo. Y sé que se dice que Dios es amor, que no importa lo que hayas hecho si en verdad te arrepientes él te perdona, pero no creo que este sea uno de esos casos.

Tampoco creo que él se arrepienta de lo que hizo.

Es completa y jodidamente irónico que ahora, después de no querer dejarme ser vista en ningún lado, quiere que lidere Los Ángeles. Y lo haré, claro que no voy a desaprovechar la oportunidad, pero una parte de mi detesta seguir sus órdenes.

No entiendo cuál es su maldita obsesión con tener el poder, es un maldito enfermo. Pero ahora me toca pretender no recordar nada y seguir siendo Della sin importarme qué.

Probablemente ya no será tan fácil pero tampoco será imposible, sé que puedo seguir reprimiendo mis ganas de llorar y la tristeza que me ahoga así como lo he hecho desde que volví a mi.

Siendo Della ya tengo experiencia, no puedo cagarla en esto.

Ahora solo debo idear un plan y seguirlo sin fallar en lo mínimo porque tengo que buscar la manera de volver con mi familia, y lo que más me jode es pensar en lo que sería capaz de hacer mi padre si llegase a notarlo. Así que debo de ser muy cautelosa y deshacerme de él cuando antes... Diablos, que buena idea. Matarlo sería una de las mejores partes del plan, pero siendo sincera no siento que tenga las agallas como para asesinar a mi propio padre.

Sé que es un maldito y que se merece lo peor, pero, al fin y al cabo, él fue mi padre en algún momento.

Tal vez ni siquiera tenga que matarlo yo misma, hay otras opciones: podría borrarle la memoria asi como el hizo conmigo, alejarlo de todo lo que conoce para que tenga una nueva y asquerosa vida viviendo en las calles, sin saber su nombre ni tener para comer... y así no lo mataría yo, sino su propio cuerpo.

--Ya llegamos-- escuché a Ramírez a lo lejos.

Giré mi cabeza para mirar por la ventana y poder apreciar la gran mansión que mi padre ya había comprado para mi. Aquí tengo que vivir ahora, este será el trono donde domaré a mis guardias no tan reales.

Lo crean o no, muchos de esos hombres que trabajan para mi padre, y ahora para mí, no están aquí por voluntad propia. Muchos lo hacen porque no encuentran otra manera de conseguir el dinero para mantener a sus familias, no porque les guste seguir ordenes ni matar a sangre fría.

Pero una vez que aceptan no hay vuelta atrás, así que ya no pueden negarse.

--Iré a echar un vistazo. Tú encárgate de recibir al resto de los hombres y los muebles que mi padre encargó-- mandé, antes de comenzar a abandonar el vehículo. --. Cárdenas viene conmigo.

Ambos obedecieron, Cárdenas me siguió y Ramírez se quedó para hacer su trabajo.

Aún no me cabe en la cabeza recordar que en algún momento los consideré mis amigos cuando ellos fueron los que me trajeron aquí, ellos también son responsables de lo que me pasó.

También es asqueroso recordar que en algún momento ví a Ramírez con ojos de amor, es repugnante. Pero gracias al cielo todo dió un giro 360° y ahora no nos relacionamos más allá del trabajo.

𝐈'𝐦 𝐚 𝐤𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐧𝐨𝐰 | 𝐉𝐚𝐯𝐨𝐧 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora