Capítulo 02 - Encuentro

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Su mente se volvió completamente blanca. Este era el procedimiento de invocación, pero primero, tenía que esperar hasta que su cuerpo renaciera de nuevo.

Su alma fue arrastrada a un vórtice y pronto se formó un nuevo cuerpo. No sabía cómo se veía, ni podía elegir su apariencia, lo cual era un poco decepcionante pero sabía que no tenía derecho a quejarse cuando era el elegido para reencarnarse.

Todavía era mejor que reencarnarse como un bebé o un niño y, aunque no tenía ni idea de su apariencia, lo único que podía ver con sus ojos amarillos recién formados era el color de su piel, por lo que se alegró porque se mantuvo igual. igual que en su vida pasada.

Su difunta madre era sudafricana y su difunto padre era japonés. En el momento de su relación, las parejas interraciales eran ilegales según la ley del apartheid de Sudáfrica, y un niño que era más blanco que sus compañeros se consideraba albino, aunque no se pareciera ni remotamente a uno.

Debido a esta misma ley, sus padres se vieron obligados a separarse, y tanto él como su padre fueron ahuyentados. Desde entonces, Yomite vivía en Japón con su padre. Solo vio a su madre a través de fotos y, desafortunadamente, solo un año antes de cumplir dieciocho años, se levantó la restricción interracial, pero pronto se enteró de que su madre había fallecido poco antes debido a una enfermedad.

Su padre también había fallecido unos años antes, por lo que no es como si le quedara alguien. Por suerte, no había nadie esperándolo.

Mientras pensaba en su pasado, su cuerpo finalmente fue reconstruido y estaba listo para partir. Lo último que notó antes de cerrar los ojos y perder el conocimiento fue un tatuaje de dragón negro en su brazo izquierdo que se extendía hasta el pecho.

'Ah... El catalizador...'

***

Hace varios miles de años, muchos arcontes divinos vagaban por Teyvat, cada uno con control sobre aspectos particulares de un elemento.

Sin embargo, cuando se abrieron siete tronos divinos en Celestia, prometiendo a los vencedores el dominio absoluto sobre su elemento, estallaron amargas luchas de poder ahora conocidas colectivamente como la Guerra de los Dioses Arcontes en toda la tierra.

Hace dos mil años, se reclamó el último asiento divino y los arcontes que salieron victoriosos se conocieron como Los Siete Dioses.

Juntos, establecieron el continente de Teyvat, sus siete naciones y los siete elementos como se conocen hoy. Cada uno de Los Siete posee una Gnosis, un nexo superior de poder que les permite resonar directamente con Celestia y les otorga la habilidad divina de defender a sus respectivas naciones.

Sin embargo, durante la gran Guerra de los Arcontes, cientos de miles de dioses perecieron o desaparecieron y no se encuentran por ninguna parte.

Ahora, han pasado miles de años y todo está perdido en la historia.

Sin embargo, ¿cómo cambiará el mundo cuando una nueva existencia invada su mundo natal?

***

El mundo de Teyvat, Tierras Altas de Windwail, Wolvendom.

En la parte central del Teyvat, se encontraba un bosque peligroso que estaba lleno de aterradoras criaturas mágicas y monstruos humanoides llamados Hilichurls.

Este lugar era un paraíso para muchos aventureros porque podían cazar monstruos de alto nivel y de repente hacerse ricos de la noche a la mañana, sin tener que preocuparse por comer y beber en su vida. Pero innumerables aventureros habían dormido para siempre en este mismo bosque debido a su baja fuerza.

Genshin Impact, Brisa a Través de Teyvat 『 1 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora