Omegas "Shigadeku"

Capítulo 12. Trato...

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Su corazón se aceleró terriblemente al ver como los dos hombres de traje apuntaron las armas en dirección a Izuku, tenía miedo... no por el hecho de morir, su vida prácticamente no le importaba y su animal interno concordaba con él, la única vida que importaba en ese momento era la de Izuku, sus manos temblaban al igual de como sintió el cuerpo de Izuku temblar mientras lo abrazaba escondiendo el rostro en su pecho, incluso si agudizaba mejor su oído podía escuchar el pequeño sollozo que Izuku retenía

Sus ojos se cristalizaron ante la idea de que Izuku estaba sufriendo por su culpa al estar enredado en esa situación. Un suspiro lastimero salió de sus labios tratando de que su olor saliera lo más relajado que podía, aunque fue un intento inútil dado que su animal interno estaba alterado al no saber cómo ayudar a su omega

El olor a tierra mojada salió como una danza por segundos tan fuerte e insoportable y por otro tranquilo y agradable, era una mezcla de sentimientos que su animal quería hacer saber, era su último recurso, se estaba humillando por tal de dar lastima para que no le hicieran daño a su pecoso... un llanto incomprendido que nadie quiere ver ni escuchar solo por el hecho de ser omegas sin importar que ahora Tenko técnicamente ya no era un omega

Levanto la mirada viendo a su padre y después a Touya, aquella pisca de cariño que le tenia se esfumo al ver cómo le quería hacer daño a su Izuku, giro un poco a ver a los dos hombres que se estremecieron ante la mirada del delta que suplicaba piedad.

Ambos hombres se vieron entre si indecisos, la mirada de Tenko reflejaba tantas emociones que no lograban entender y aquel llamado silencioso del animal interno de Tenko fue comprendido, al ver que ambos hombres bajaron las armas ganando un poco de tiempo rodeo el cuerpo de Izuku envolviéndolo lo más que podía con su olor para calmar la avalancha de emociones que el pecoso estaba teniendo y que gracias a la marca lo podía sentir

Se movió tapando la visión de los hombres para que las armas apuntaran a él y no a Izuku solo por precaución, con cuidado levanto el mentón del pecoso encontrándose con las gemas verdes... tan brillantes y bonitas... esas que lo enamoraron desde el primer día... le dedico una sonrisa que Izuku correspondió con tristeza

El corazón del pecoso se aceleró... todo eso se sentía como si se despidiera y lo aterraba al punto que su animal interno se estaba alterando al ver cada gesto de Tenko. La mano que lo sostenía con firmeza de la espalda se posó en sus caderas acariciándolo con tanto cariño... que por un momento lo hizo olvidar que estaban en peligro, aquellas caricias que su amante siempre le daba para calmarlo y que expresaban todos los sentimientos de Tenko

El olor a tierra mojada era tan exquisito a su sentido olfativo que lo relajaba y lo estaba adormeciendo y eso empeoro cuando el olor a lavanda se mezcló a la perfección. Izuku dejo libre su aroma correspondiendo el de Tenko, un olor tranquilo aunque opacado por el olor de la marca que Tenko le había hecho

El olor era tan relajante que comenzó a ronronear bajito, sus piernas comenzaron a flaquear pero antes de caer el delta lo sostuvo, Tenko lo cargo con cuidado para luego sentarse en el sofá con su pecoso en las piernas, beso las mejillas pecosas para tranquilizarlo más ganándose un ronroneo más fuerte, un ronroneo doloroso que en cualquier momento apagarían

En ningún momento Tenko aparto la mirada y no dejo de sonreírle dulcemente, los ojos de Izuku pesaban y por más que quería seguir viendo los ojos rojizos de Tenko no podía, en ese momento fue que su animal interno comprendió lo que su amante quería hacer

- No... no, Ten-chan... no me dejes... por favor no lo hagas... te juro que hare lo posible por ser suficiente, trabajare mucho más duro... te daré cachorros si eso quieres... me estoy esforzando... te lo juro me estoy esforzando por llegar a tu altura y ser digno... solo dejame seguir intentando te lo suplico - las lágrimas de Izuku salían lentamente haciendo un esfuerzo sobre humano para no dormirse, se aferró lo más que pudo a las prendas de Tenko sollozando y suplicándole al mayor que no lo dejara...