42. ¿Concluso?

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(John)

Esta bien, nadie entiende que hago en la casa de Lyria.
Bueno ni yo entiendo que hago.
Solo sé que vine porque estuvo faltando a nuestras clases y si bien no debería importarme, no me parecía propio de ella.
Desde que empezamos faltó mil veces, pero evolucionamos muchisimo desde entonces.
Habíamos quedado en ser amigos, intentarlo. Bueno si era un imbécil siempre, podía intentar no serlo.
Si ella ponía de sí, podía dejar años de condicionamiento para mínimo detestarnos menos.

Ahora éramos cercanos almenos gracias a Talia y a Rafael

Para ser sinceros, no me sorprendió que estuviera enferma. Hace unas semanas, en la última fiesta estaba super borracha y había terminado nadando casi desnuda en invierno en la pileta. La había cruzado un par de veces subiendo las escaleras, no me prestó atención y para no hacerlo en su estado de mierda.
Reconozco que había veces que los fueai sabían hacer buenas fiestas. No había sido como las nuestras en agutie, pero con Clary queríamos tomarnos un tiempo de libertad y fueai solía ser un buen lugar para después estar muy excitados y darnos placer toda la noche.

Retomando para qué vine. Bueno estaba enferma, quería ver si podía curarla o  alivianar un poco su mal estar.
No salió muy bien al principio, era tan fácil molestarla. Sabía que le provocaba cosas cuando la trataba así y si hay algo que nos gusta es saber que tenemos control sobre el placer que siente el otro al vernos.

Me pone un toque duro la situación.

Pero no había venido para eso, asi que cuando entro el imbecil de su amigo, decidí hacerme a un lado y acá estaba, sentado en el sillón viendo a Damon ser todo un dulce de leche inmundo mientras ella solo moqueaba e intentaba tomar té.
Sabía que él la deseaba, la quería demasiado. Era notable que me odiaba no solo por ser agutie, sino por filtrar con su mejor amiga. Igualmente no sabía si iban en camino a ser algo más, ella también lo amaba, se le notaba.

Pero nada era tan intenso como lo que yo lograba hacerle sentir

La maldición de Escorpio es saber las desgracias sexuales de los demás

E incrementar el deseo

-¿Quieres que ponga nuestra película preferida como cuando eramos niños y pasar toda la tarde comiendo pochoclos?

Desperte de mi ensoñacion y reí ante ese comentario tan cursi.

Si bueno, era un imbécil. Pero es que no podía ser una escena más triste.

-¿Qué hacés aquí todavia? No viste la puerta o qué
-Tranquilo Lorenzo. Por encima vez, vine a ver cómo estaba y si podía hacer algo para que se encontrara mejor.
-Irte hará que este mejor
-Ponerle una película no hara que le baje la fiebre, pero con mi control de agua y un poco de mi veneno quizá podría lograr mejores resultados
-Lo único que hará tu veneno es una urticaria
-Con la cual te sientes identificado, porque no eres más que un grano en el culo
-Orangutan mal hablado
-Nerd patético
-Son igual de nerd- chasqueo la lengua y estornudo todo junto. Hice una mueca de asco- Hacen el mismo deporte, son capitanes ambos- nos miro con el seño fruncido. Tierno-Son lo mismo solo que de diferente cofradía
-No me ofendas así, Ly
-Solo digo que son parecidos, aunque muy diferentes -Abrazo a Damon. Hice una mueca- No te sientas ofendido solo porque John es mal educado
-No soy mal educado- me cruce de brazos
-Si, si lo eres.- me miró con ese odio habitual- Me diviertes, pero me haces daño. Vete
-Quiero ayudar a curarte.
Me levante y cuando quise apoyar mi mano en su frente, el simio me pego una palmada
-Dijo que te vayas
-Dejame ayudarla
Cuando iba a replicar el maldito animal, Lyria asintió.
-Dejalo que lo intente
- Pero...

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