Ambos nos vemos a los ojos, seguramente estamos procesando lo que ocurre, pero, sobre todo, estamos analizando que tan grave es lo que acaba de revelar y como nos puede afectar.
- Soy novia de Harry.
No sé por qué se lo menciono o incluso si eso cambiará algo, su expresión es una mezcla de muchos sentimientos y es una lástima que ninguno sea del todo positivo, aunque es un gran logró que no me insulte o me lance un hechizo.
- Pansy, ¿Estás bien?
Ambos regresar a ver al dueño de aquella voz. Cedric está a solo unos pasos de nosotros y parece decidido a averiguar lo que ocurre.
- Hola, Cedric. Si, todo está bien.
Draco regresa al comedor sin decir nada y ambos nos quedamos en un silencio que a mi parecer es algo incómodo. ¿Debería decir algo? ¿Debo mencionar el beso?
- ¿Siguen peleados?
- Algo así
Él sonríe de una forma en la que me hace recordar a Harry y por un segundo estoy tentada a besarlo, es una suerte que mi cuerpo no reaccione ante mis pensamientos. Aunque ambos estamos a una distancia considerable y que a mi parecer es perfecta, pero Cedric no parece tener la misma idea, pues ha comenzado a avanzar.
- Sobre lo que pasó ayer...
- Voy hace tarde para... debo hacer algo importante.
Entro en pánico tan pronto estoy cerca de él y salgo corriendo sin importarme que constantemente grite mi nombre, me pierdo tan rápido como puede por los pasillos y sin darme cuenta llegó muy cerca de la torre de Gryffindor.
La casa de los leones nunca ha sido mi favorita, en realidad desde pequeña ha sido la que más me ha desagradado, la razón era porque odiaba sus colores, hasta hoy no siento que lleven una combinación adecuada, pero esta no es la misma razón por la cual no me gusta esta casa hoy en día, la explicación a eso es muy simple y se resume en solo una frase:
Los Gryffindor son los héroes de una historia narrada por ellos mismos.
Siempre había oído esa frase cuando estaba en casa, era algo muy común, lo decían mis padres, lo decía Tía Cissy y Tío Lucios, incluso lo decían varias de los que luego fueron mis profesores, pero en realidad solo lo entendí cuando lo viví en carne propia.
Estaba en primer año, no había pasado ni un mes y ya habíamos tenido varios inconvenientes y todo era por la casa en la que había sido seleccionada, era cierto que todos los Parkinson habían sido de Slytherin igual que los Malfoy, pero Harry fue el primer Potter en serlo y por obvias razones esto último trabajo algunos problemas, tanto para él cómo para nosotros. Quizá hubiera sido una historia distinta si él hubiera estado en Gryffindor como sus padres.
Recuerdo mucho ese día, los 4 caminábamos por los pasillos, me quedé atrás porque mi varita se cayó y luego todo eso todo se volvió un caos. Sentí el primer hechizo como si de un innombrable se tratará y el segundo no fue nada agradable tampoco.
No había hecho nada, pero para Ron Wesley estar cerca de su torre fue una gran ofensa y sobre todo con mi varita en mano intentaba un ataque, la historia que contó no fue cercana a la realidad, hubo muchos pleitos, pero lo entendí ese día, los Gryffindor solo confiarán entre ellos y serán héroes de una historia narrada por ellos.
- Vete de aquí, serpiente.
Harry es quien suele responder estas cosas, porque hasta cierto punto aún le tengo miedo Wesley, él sabe colocarse frente a mí, mientras Mione me sostiene del brazo, incluso he notado que Draco pesé a su carácter pacífico, tiene su varita en la mano y lista para cualquier cosa, pero ninguno de ellos está a mi lado hoy.
Hermione y Harry no tienen mejores expresiones que la de Ron, es más, creo que se contienen para no decirme algo peor de lo que ya ha dicho su acompañante. No quiero responder, no cuando unos ojos verdes me miran fijamente y me hacen sentir por un instante como en casa, pero ver una cabellera roja acercarse y colgarse de su hombro me anima a hacerlo.
- Lamento decirte que esto no te pertenece, Wesley. Incluso no podrías comprar la piedra que estás pisando, mientras que al ser la heredera Parkinson y futura señora Malfoy, podría comprar todo el castillo y ni siquiera notaría la falta de algo de mi fortuna.
Mamá me mataría si me oyera y seguramente papá inventaría mil formas de castigarme en un solo segundo por mis palabras, pero ninguno de ellos está aquí. Draco me ha contado acerca de qué puntos debo atacar de las personas para parecerme más a Pansy, supongo que he aprendido bien la lección, pues puedo ver el rojo de la cara de ambos Wesley. Debo admitir que es más fácil discutir con él, porque no quiero ni pensar en lo que debería decirles a Harry y Mione.
Intento irme sin decir más, pero la voz de Mione dirigida hacia mí me deja confundida y sobre todo muy desconcertada.
- Malfoy te ha estado cubriendo en las rondas, pero no me obligues a informar que has estado incumpliendo tu rol de prefecta, Parkinson.
Sé lo que debería responderle, Draco me lo dijo y fue muy enfático en como debo tratarla, pero no quiero hacerlo, puede que sea otra Hermione, pero sigue teniendo su mismo rostro y su misma voz.
- ¿Algún problema con eso Granger? No te debo explicaciones sobre lo que hago y mucho menos sobre lo que mi prometido hace.
Draco no me dijo que diga eso, mucho menos la última parte, pero puedo comprobar que ella siente algo por él, pues su rostro revela el disgusto que siente cuando le muestre el anillo que llevo en mi mano.
Vuelvo a caminar sin rumbo por los pasillos, nada está saliendo bien y ni siquiera que alguien sepa sobre la verdad de dónde vengo me ha ayudado calmarme.
- Huir de mí no es una solución para lo que pasó.
¿Cómo me encontró es un gran misterio? Llevó cerca de 15 minutos escondida bajo las escaleras, tratando de buscar una forma de regresar, pero lo único que he conseguido es un fuerte dolor de espalda y no tener escapatoria de Cedric.
- No huyó de ti. Solo busco estar a sola.
- ¿Podemos hablar sobre cómo nos besamos?
Me da un poco de espacio y salgo para enfrentarlo, es más alto que yo, es algo obvio, está en último año. Veo alrededor, pero no hay nadie cerca, así que supongo que lo inevitable debe suceder, debemos hablar.
- No nos besamos, tú me besaste.
- Fue justo, la otra vez tú me besaste y yo no te besé. Ahora debemos tratar de besarnos.
Quiero decir algo, pero mi cerebro no procesa sus palabras. ¿Por qué ella hizo eso? ¿Por qué Draco no me lo contó?
- ¿Acaso lo olvidaste?
- Yo... yo
- Si fue un simple juego puedes decirlo, pero al menos me gustaría que seas sincera conmigo.
Quiero decirle que no recuerdo nada, que ni siquiera soy la chica que lo besó. Incluso deseo contarle toda la verdad, pero cuando miro a otro lado puedo distinguir a Harry acercarse tomado de la mano con Cho, los quedo viendo y él tiene una mirada desafiante hacia mí, no lo pienso dos veces, regreso hacia Cedric y lo beso, o mejor dicho, nos besamos.
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Pansy Parkinson y la realidad alternativa
FanficEl quinto año de Pansy Parkinson comenzó tan normal como debería, o al menos eso pensó ella. Pues al finalizar su primera semana (y cumplir un mes de noviazgo) notó que ciertas cosas no son iguales a como ellas las recuerda de toda la vida. Parece...