Capítulo 3

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De pequeña a veces solía sentirme como un bicho raro, quizá era porque no tenía muchos amigos, el trabajo de mis padres era demasiado peligroso como para socializar a menudo, así que las pocas veces que lo hacía me sentía observada, pero nunca a este nivel.

Todos tiene sus ojos puestos en mí, parece incluso que hubiera insultado a Merlín, pude ver como Hermione y Harry bajan su varitas.

- Señorita Parkinson, venga conmigo.

No quiero seguirlo, pero tengo la necesidad de que esto termine, sé que la única voz de la razón para Harry es Severus Snape, pero solo es hasta que llegamos a la oficina del director que me doy cuenta de algo, ellos quizá podrían convencer a los Wesley, incluso a Nott, pero el hombre que entra antes de mi jamás les seguiría el juego.

- Siéntese Parkinson.

No sé que número de vez es en el día, solo sé que la sensación empeora. No estamos en la oficina del director, sino en la del maestro de pociones.

- ¿Qué hacemos aquí?

- Usted está actuando de una forma extraña.

- ¿Dónde está el profesor Black?

Si tengo alguna duda de que algo pudiera estar mal, justo ahora todo se aclara, pues Severus Snape suelta un risa sarcástica que me hace helar los huesos.

- ¿Profesor Black? ¿Es acaso una de sus bromas tontas?

- ¿Disculpe?

- Parkinson, responda, no conteste con una pregunta.

- El profesor Black, Sirius Black, jefe de la honorable casa de Stytherin y maestro de pociones. ¿Por qué lo remplazó usted hoy?

- Suficiente Parkinson, ¿Qué rayos le ocurre? ¿Acaso algunas de sus pociones de belleza la han vuelto loca?

Él no es tan buen actor, incluso si Harry lo hubiera convencido, yo sé muy bien que Snape no actúa de forma convincente, las emociones casi se le notan cada tanto, incluso él mismo suele decir que le cuesta mantener la compostura mientras está en alguna junta del Wizengamot.

- Señor, yo...

No puedo continuar porque las llamas de la chimenea se encienden y luego un anciano que se me hace remotamente familiar entra.

- Severus, señorita Parkinson.

- Director.

- ¿Ha ocurrido algo?

- Creo que deberíamos llevarla a la enfermería, ha actuado extraña todo el día.

- Señorita Parkinson, ¿Qué día es hoy?

Su pregunta suena demasiado simple pero a la vez importante, veo a todos lados y en lo único en lo que puedo pensar es en que responderé lo que sea con tal de que esto acabe.

- Viernes

- Muy bien, ¿En qué mes estamos?

- Septiembre

- Excelente, ¿Dónde estamos?

- En Hogwarts

- Bien, ¿Quién es este hombre?

- El Director Snape.

Las felicitaciones y preguntas han terminado, los dos hombres frente a mi intercambian una mirada, y por más que quiero hablar, no sé qué decir, el silencio se prolonga demasiado, solo quiero que todo acabe, que el director deje de fingir para complacer a Harry y que yo pueda regresar con mis amigos para regañarlos por como me han hecho sentir todo el día.

Pansy Parkinson y la realidad alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora