Lost Cave - MonoShin

Capítulo 3

• 🕯Monoma POV •

Con la mejilla apoyada sobre la palma de la mano pretendía prestar atención a aquella conversación que más o menos se basaba en amedrentar al chico de los ojos cansados. Ahora le propiciaban información acerca de cómo se manejaban las cosas en la escuela y cómo se suponía que debía evitar a los más extravagantes y problemáticos de los estudiantes. Era una información útil pero bastaba con mantenerse al margen, ignorarlos o simplemente usar "La técnica Monoma", bautizada así por Kaminari, que consistía en ser más raro que el resto.
Hasta el momento, Neito se mantuvo callado con la mirada fija en las pocas hojas que le quedaban a los árboles y la forma en que éstas se iban soltando poco a poco de las frágiles y resecas ramas. No fue hasta que sintió los ojos amatista mirarlo con curiosidad que decidió observar por el rabillo del ojo y sus labios pintados de negro se tornaron en una sonrisa, manteniendo los ojos fijos al frente.

Después de aquello no pudo evitar mirar de reojo al chico de tanto en tanto, se veía casi un poco obligado a estar y empatizó con él, después de todo era difícil negarse a los caprichos de aquel atolondrado de cabellos dorados pero al menos no se veía como si odiara estar allí por completo.
Sus miradas se cruzaron un par de veces más y, por un momento, Neito sintió el impulso de levantarse e ir a su casa para buscar con desespero aquella tablilla en forma de corazón y la moneda antigua que hacía juego para preguntar a los espíritus de la fortuna si tan siquiera había algo planeado para él. Si deseaba ser más específico al respecto quizá robarle un mechón de cabello...
Sus manos picaron. La verdad, aquello sonaba demasiado salvaje incluso para él. Posiblemente lo habría hecho si se tratara de alguien que ya conoce, solo para sacarse las dudas. No perdía nada realmente puesto que ya todos pensaban que era el loquito de la clase B, pero le traía sin cuidado la percepción ajena sobre él.

Un poco más descarado, se atrevió a mantener sus ahumados ojos sobre Hitoshi, observando con detenimiento la manera en la que sus dedos se inquietaban sobre la mesa dando golpecitos suaves al son de un ritmo que Neito desconocía y que trató, por unos segundos, de darle sentido. Lo observó responder a las preguntas del resto y le sorprendía lo emocionada que Jirou se veía a pesar de ser receloso sobre ser espontánea con sus reacciones.
Se detuvo en aquella manzana de adán, tan marcada en el cuello del muchacho y hubiera mantenido su atención allí por más tiempo de no ser por el inicio de aquella conversación. Los afiches pegados en todo el maldito Lost Cave y en cada jodido de luz de Angry Street. Repasaban la dotó de cada persona en un papel que el mismo Neito se había ocupado de pegar aquí y allá ante la incuestionable orden de su madre.

— Desde entonces he dejado de ver la televisión —comentó la única chica en el grupo. — Pero ya saben, es algo difícil cuando en este mierdero sólo existen tres putos canales, claro... A menos que pagues por un servicio privado —se encogió de hombros, dando un trato a su bebida. — Es complicado, no todos pueden acceder a ello.

— Todo comenzó con una chica de la clase B —continuó Tokoyami, buscando aclarar las dudas del recién llegado. — Era buena, dulce...

Conocía algunos detalles porque Tsunotori se llevaba muy bien con todos y pertenecía al grupo de uno de sus mayores allegados, Kuroiro.

— Respecto a Kirishima... Era mi compañero y simplemente fue extraño que dejara de asistir. Su madre tocó la puerta de cada una de sus amistades. Se esfumó con las tinieblas al llegar el alba...

Todos sabían de las frases profundos y ocultistas que Tokoyami podía lanzar en el momento menos esperado. Shinsō se acostumbraría tarde o temprano.

Kirishima Eijiro caminó sobre el húmedo pavimento la noche en que desapareció. Lo único que se sabe es que pidió permiso a su madre para asistir a una fogata al otro lado del bosque junto a un pequeño arroyo con sus amigos, sin embargo nunca llegó a destino.