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—Hola, Barcode —dijo Amanda con una sonrisa agradable—. Por favor toma asiento.

Lo hizo, esperando que no verse tan nervioso como se sentía. ¿Qué quería ella de él?

—Con todo respeto, señora, no entiendo por qué me ha pedido un informe de misión —dijo Barcode—. Sin duda, el Agente 11 puede darle un mejor informe.

Amanda le dio otra sonrisa.

—Cierto. Pero el Agente 11 no necesita estar aquí para entregar su informe—Lo estudió por unos momentos—. Barcode, voy a ser directa contigo. Te pedí que vinieras solo porque quería asegurarme de que no estuvieras traumatizado por la misión. Obviamente, te habrías sentido presionado por la presencia del Agente 11 y no hubieras podido hablar con franqueza.

—¿Qué? —Barcode la miró.

—No tienes que tener miedo, Barcode. Puedes ser honesto conmigo, si el Agente 11 te presionó para hacer algo que no quisieras hacer durante el transcurso de la misión. Eres muy joven e inexperto, y el Agente 11 no tenía derecho a forzarte a nada, con o sin misión. No apruebo la coacción sexual de los adolescentes —Amanda le dio una mirada comprensiva.

Barcode la miró con incredulidad antes de tener que bajar la mirada para ocultar su ira. El nervio de esa mujer. ¿Lo consideraba estúpido?

Tomando una respiración profunda, Barcode la miró a los ojos y dijo tan tranquilamente como pudo:

—Me temo que no entiendo, señora. El Agente 11 no ha sido nada más que considerado. Fue una gran ayuda y apoyo para mí, cuando lo necesité, y definitivamente no me obligó a hacer nada que no quisiera. Tengo dieciocho años, señora. Soy un adulto. Un adulto que consiente.

La sonrisa de la mujer se volvió un poco tensa.

—Ya veo. Puedes irte, Tinnasit.

Barcode nunca había salido de una habitación tan rápido.

—No apruebo la coacción sexual de adolescentes— repitió en voz baja, la ira obstruyendo su garganta. Si realmente no la aprueba, no habría asignado un adolescente a esa misión. No es que se sintiera coaccionado de ningún modo, ni mucho menos, pero era el principio de todo.

Ahora que lo pensaba, mirando hacia atrás, Barcode pudo ver los signos de una trampa tendida. Nunca en ningún momento del informe previo a la misión se dijo explícitamente que podría tener que realizar actos sexuales si fuera necesario. Estaba fuertemente implícito, pero se podría  argumentar que Barcode lo había malentendido. Ahora Amanda podría reclamar inocencia, y culpar a Jeff, si Barcode expresaba alguna queja, lo cual obviamente había esperado. Se sintió bien decepcionarla.

Barcode deseó poder decirle lo que pensaba de ella, pero...

Una mano lo agarró del brazo y lo jaló hacia una habitación que ni siquiera había notado. El grito de Barcode fue interrumpido cuando vio que era Jeff.

—¿Qué quería ella? —dijo.

Barcode echó un vistazo a la cámara de seguridad en la esquina de la habitación. Jeff siguió su mirada y asintió. Tomando la muñeca de Barcode, lo sacó de la habitación y se dirigió hacia el ascensor.

Barcode estaba tan confundido que le tomó un tiempo darse cuenta de que Jeff se dirigía a la habitación de Barcode en las instalaciones de entrenamiento. Tiene sentido. Las habitaciones eran el único lugar donde se les daba cierta privacidad.

—Oye, amigo —dijo Patrick, su compañero de cuarto, cuando vio a Barcode—. Es bueno verte de vuelta —miró con incertidumbre a Jeff—. Estas...

𝐦𝐢𝐧𝐞 - 𝐣𝐞𝐟𝐟𝐛𝐚𝐫𝐜𝐨𝐝𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora