Capítulo 3: Despertar
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Justo en la entrada de su laboratorio Gero sintió una presencia detrás suyo, gruñó enojado. Era el calvo número 1 de los guerreros Z, Krilin.
—Así que es Krilin... —ya era muy tarde para hacer algo al respecto con él, si lo neutraliza de igual manera los demás llegarían hasta acá cuando el ki de Krilin desaparezca. Lo mejor era entrar y despertar a número 17 y número 18, y transferir su conciencia a número 21.
Ingresó el código, las puertas se abrieron, Gero lo volteó a ver y le dijo. —Si quieres llamar a tus amigos, no tiene caso alguno hacerlo —Krilin aumentó su Ki, de esa manera los guerreros Z sabrían que ya lo había encontrado.
Tock.
Las grandes puertas de hierro se cerraron detrás suyo, quedó viendo las dos cápsulas que contenían a los androides, una con el numero 17 y 18 en ellas. Estaba nervioso por lo que haría, Gero no quería despertarlos tan pronto, pero como estaba la situación debía hacerlo. Se acercó primero a la capsula de número 17, vio por la ventana a número 17. Un joven hombre con una complexión corta y delgada, al igual que su hermana melliza 18. Tiene el pelo negro largo hasta los hombros y ojos azules.
—Espero que en esta ocasión sean más obedientes la ultima vez casi me matan —estaba preocupado por aquello. Gero presiono el botón de la cápsula, la puerta se abrió elevándose sobre su cabeza. Número 17 puso el pie derecho fuera de la capsula seguido de su pies izquierdo, quedando así por completo fuera de la capsula.
Debajo de su pelo en sus orejas dos aros o arcillos dorados. Lleva una pañoleta de color naranja alrededor de su cuello. Lleva una camisa de manga corta negra con el logotipo del Ejército de la Patrulla Roja y por debajo una camisa blanca de manga larga. Lleva un cinturón para sostener sus pantalones vaqueros azules que tienen una rotura justo encima de la rodilla de la pierna izquierda. Justo debajo de la primera cinta lleva otro cinturón y otro con una funda de pistola. Número 17 lleva calcetines verdes y zapatillas de deporte azules y blancas.
—Hola ¿Cómo estás número 17? —preguntó nervioso, esperando alguna respuesta negativa de parte del pelinegro, 17 voltea su cabeza en su dirección. Estaba listo para presionar el botón del control que tiene en su mano, en precaución de cualquier signo de amenaza.
Número 17, vio el control en la única mano de Gero, sabía perfectamente para que servía. Tenía una idea en mente y la iba a poner en práctica —Buenos días Doctor Gero —lo saludo respetuosamente, para él, el rostro de sorpresa de Gero no tenía precio alguno. Era posible que él lo estuviera obedeciendo.
—Ahh... Me... Me has dado los buenos días —no lo podía creer, número 17 estaba respondiendo bien ante su pregunta. Tal vez ahora si le harían caso, solo era esperar la siguiente repuesta del androide y sabría si sus conjeturas eran ciertas.
—Claro que sí... ya que usted es mi creador... —se alegró escuchar lo dicho por 17, finalmente lo había conseguido. Los androides obedecían sus órdenes o eso creía él. Rápidamente presionó el botón de la cápsula de número 18, la puerta de la capsula se alzó sobre su cabeza.
17 vio como la puerta se alzó por completo y vio a su melliza una mujer joven, tiene el cabello hasta los hombros de color rubio ojos azules piel muy blanca, y pendientes de aro en ambas orejas. Ella mantiene el lado izquierdo de su cabello detrás de la oreja. Lleva un chaleco de tela vaquera azul (con el logotipo del Ejército de la Patrulla Roja en la parte anterior) y una falda del mismo material con medias de color azul oscuro, botas marrones, y una camisa negra que tiene mangas a rayas blancas y negras.