7.

94 16 0
                                    

Viejo amigo.



En una tienda, donde una anciana se encargaba de atender a los clientes, un muchacho alto, de cabello rubio y negro, con tatuajes en las dos manos se dirigía para allá en busca de alguien en específico.

La puerta se abrió y naturalmente la señora fue a atender al cliente.

—¡Bienvenido!

Es Shuji Hanma, y la persona que buscaba estaba justo en el pasillo frente a él, se trataba de nada más y nada menos que Kazutora. Ambos cruzaron miradas y el último de estos no podía creer lo que estaba viendo, una enorme sonrisa se dibujo en los labios del menor con tatuaje de tigre y el mayor no dudo en sonreír también.

—Ha pasado un tiempo, Kazutora.

—Hanma, por fin saliste del reformatorio. Pero, ¿cuando...?

—Hace una semana, prácticamente.

—Y no viniste a buscarme primero.

—Tuve que hacer algunas cosas.—rió por lo bajo.

—¡Señora!—le vocifero Kazutora.—¡Ire a la parte de atrás!, ¡¿está bien?!

La señora solo le hizo una seña para se retirara. Ambos muchachos estaban detrás de la tienda sentados y fumando cigarrillos, Kazutora no podía creer que estaba haciendo esto con su amigo de la infancia.

—Hm, necesitaba esto. Es agotador trabajar en ese tienda.—comentó Kazutora.

—No se ve que estés haciendo mucho.

—Cállate, doy lo mejor de mí.—sonrió.—Bueno, vamos al grano. Sé porque estás aquí.

—¿Ah, si?

—Te conozco como la palma de mi mano.—lo miró.—Crees que yo te delate con la policía.

Hanma soltó una carcajada al escuchar eso, esto dejó un poco desconcertado a Kazutora.

—¿Qué es tan gracioso, idiota?

—¡Por amor de Dios!, ¡yo no vine por eso!—continuaba riendo con fuerza. Se detuvo y empezó a toser.—Ah, nope. Te equivocas.

—Eso pensé.—suspiro de alivio.—Pero, ¿sabes quién fue?

—Takemichi.

—Exactamente, ese mismo.

—Ese desgraciado.—gruño.—Ya quiero ponerle las manos encima.

—Él se fue. Se mudo a otro lado.

—Me lo imagine. Lo estuve buscando por todos lados y no lo encontré.

—Como sea.—caló de su cigarro.—Entonces, estás buscando venganza.

—Si.—dijo.—Voy a matarlo.

—Hm, ¿no creés que fue suficiente?

—¿Ah?, ¿qué quieres decir?, ¿te vas a poner de su lado?

—Sabes muy bien que estoy contigo pero eso no significa que él no haya tenido una buena razón para hacer lo que hizo.

—Tú y tu sentido de justicia.

—Más bien de lo que es justo.—aclaró.—Y tú te merecías eso.—lo fulmino con la mirada.—Asesinaste a un chico inocente, alguien que no sabía absolutamente nada de lo que pasaba.

Hanma se quedó cabizbajo, escuchando a la única persona a la que le hace caso, Kazutora.

—Takemichi tuvo muy buenas razones para delatarte.—suspiro.—Pero al final yo estoy contigo y te soy leal a tí, así que si venganza es lo que quieres, te ayudaré con eso.

—¡Sabía que podía contar contigo!—lo abrazo con una plena sonrisa.—¡No por nada eres mi tigre!

—S-si, oye, me estás apretando muy fuerte.—se quejo por lo bajo, apenas pudiendo hablar.

—Ah, perdón por eso.

Kazutora tomó una bocanada de aire.

—¿Y qué pasó con Valhalla?—preguntó Hanma.—¿Se disolvió?

—Lamentablemente, si.—contestó.—Desde que fuiste arrestado, todos se fueron por su lado. No he sabido nada de los demás.

—... Con que huyeron y dejaron que Valhalla se esfumara.

—Si.—asintió.—Escuché que algunos que eran miembros del Valhalla se unieron a una pandilla que se llama Rokuhara Tandai.

—¿Qué?, ¿y quienes son esos?

—Unos tipos ahí, son un gran número y son conocidos por su brutalidad. El jefe de ellos es un monstruo por lo que oí.

—¿Cómo se llama?

—South Terano.

—Así que South...—musito.—Bueno, derrotemos a ese tipo.

—Espera, ¿qué?

—Derrotemos a ese tipo. Matemoslo, lo que sea.

—Sabía que estabas loco pero esto ya es demasiado.—rodo los ojos.—¿Cómo planeas hacerlo?, Valhalla técnicamente pasó a la historia.

—Claro que no.—negó con la cabeza.—No mientras yo esté con vida.

—No pensé que te importaba tanto. Lo único que querías era divertirte haciendo un caos por todos lados.

—Pero yo funde esa pandilla, Valhalla es parte de mí. Por eso jamás morirá.—exclamó.—Vamos a revivirlo. Y para los que desertaron, les esperará lo peor.—amenazó.—Quiero que me pongas al día con todo.

—Será después, tengo que seguir trabajando.

—Nos vemos en el restaurante Kawata.

—Está bien.

Los dos chocaron los puños, despidiéndose el uno del otro.


















Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 26, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tokyo Sin Revengers. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora