Capítulo 7: No entiendo nada

215 32 1
                                    

- Eres idiota
- ¿Yo?
- Estamos solos y que yo sepa no hay fantasmas aquí, por lo que si tú
- Encima que te hago reír, me insultas
- Es lo que tiene. Tengo una mala noticia, me he acordado antes
- Verás, viniendo de ti cualquier cosa me espero
- Antes hiciste de psicólogo para mi
- Si
- Pues hay un código no se cuál, que dice que no te puedes acostar con tus pacientes
- ¿Pensabas acostarte conmigo antes de ayudarte?
- Hubo un momento que si lo pensé
- ¿Si?
- Igual dos
- Esto se pone interesante, ¿cuando?
- Cuando te tuve que vestir
- Rozaste lo que no debías
- Lo se, fue al meterte la camisa por dentro, sin querer, pero pensé que no estabas tan dotado
- La segunda
- En el baño
- Yo ahí pensé que nos lo íbamos a montar
- Nunca rubito
- Vas a caer, no sé si tarde o temprano, pero disfrutarás mucho
- Ni en tus sueños
- Ya veremos. Mira quién viene
- Siguen borrachos
- Eva, no les juzgues hasta saber que tienen que decir
- Tarde
- Un voto de confianza
- Huuuuooolaaaaa
- Buenoooo
- Evaaaaaaaa, pequeña como estás
- Borracha no
- La fiesta se alargó horas, muchas horas
- Ya
- Es verdad. Tu y Hugo ¿que tal?
- Bien
- ¿Te has follado a mi hermana?
- No
- No me mientas
- Eric, vete a dar una ducha y a dormir la mona
- Hugo debes follar fatal, que mal humor tiene Eva
- La verdad es que estábamos muy bien hasta que habéis llegado
- Eva déjalo
- No no lo dejo
- Eva por fa
- Que no
- Pareceis un matrimonio
- Eric callate
- Eva amiga del alma, ¿que te pasa?
- Llegáis a las 11 de la mañana, sin haber dado antes señales de vida, venís guarros pegajosos y con un peso que está rozando el coma etílico porque no os tenéis en pie. No habéis dado ninguna explicación y encima venís diciendo gilipolleces, lo que me pasa es que estoy enfadada con vosotros
- Hugo esfuérzate más en la cama
- Me voy no os aguanto
- Mamá dijo que bajo mi supervisión
- Creo que en este momento estoy más cuerda que tu.- Salí por la puerta principal y vi a Hugo correr detrás con mis cosas.- Gracias
- Tenías razón, debías ponerte asi, son unos inconscientes
- Gracias. Luego cuando se les pase el pedal volveré
- ¿Dónde vas?
- Al único sitio en el que me siento a salvo
- ¿A casa de tu abuela?
- Si
- ¿Te llevo?
- Lo que haces por pasar tiempo conmigo eh rubito. Vale Hugo, pero voy andando así que si quieres andar
- Tengo moto
- Muy bien yo tengo un burro
- ¿Que si te llevo en la moto?
- Ah no
- Ah sí, venga quieta aquí voy a por los cascos y la moto
- Vale

¿Vale? Ni en sus sueños. Comencé a andar camino a casa de mi abuela cómo si no le hubiera escuchado y no porque las motos me dieran miedo, si no por tocarle los huevos. Llego a mi altura montado en la moto. Iba despacito mirándome

- ¿Qué?
- No sé quién eres
- Venga Eva no seas idiota
- Si soy Eva, pero tú quién eres
- Eva
- QUE NO ME SIGAS
- ESTAS LOCA
- Perdona le está molestando el caballero de la moto
- No se preocupe todo controlado
- Vale, cualquier cosa estamos allí
- Gracias
- Mira lo que has conseguido
- Anda dame el casco
- Vale

Al subirme en la moto le abracé fuerte y le di un beso muy sonoro en el hombro. Le guíe hasta casa de mi abuela, con frases como es por ahí a lo que él me decía ahí donde. Vamos que un trayecto de 12 minutos lo hicimos en 20, culpa de Hugo todo. Al bajar le besé en la mejilla y lo abracé.

- Gracias
- Es una casita muy cuca
- Pues la de mis abuelos de toda la vida. Aquí se veían mis abuelos a escondidas, donde se casaron, donde tuvieron a la loca de mi madre, y a los desagradecidos de mis tíos
- Y aquí es donde tú madre no quiere que vengas
- Efectivamente, pero tengo llaves
- Haces bien
- Pasa
- Gracias
- Abuelaa, he venido con un amigo
- Hola soy Hugo
- ¿Abu? Abu soy Eva si estás jugando al escondite no tiene ninguna gracia
- ¿Si no está?
- Vamos a mirar

Iniciamos una pequeña vuelta por la casa, empezamos por el salón, la cocina y el baño de abajo y no había ni rastro de ella. Subimos a mirar arriba y no había ni rastro de mi abuela.

- Hugo está puerta está cerrada
- ¿Lo has intentado bien?
- Hugo no me toques los huevos
- Eva, deberías ves esto antes
- Ya he mirado en la habitación de mi abuela
- Si, pero has visto lo que hay encima de su cama
- Una muñeca
- No es una muñeca como tal Eva. Ven
- Voy
- Mírala
- ¿Que le pasa?
- Los alfileres ciega
- ¿Vudu?
- Bingoooo
- Vámonos
- Vale. Sube a la moto, vamos a ir a un sitio
- Vale

Hice caso a Hugo, y me monte en la moto. El conjugó hasta una especie de puente abandonado, pero no pude prestar atención al camino, iba comiéndome la cabeza demasiado. No entendía porque mi abuela tenía aquella muñeca. Hugo me ayudó a bajar de la moto y me abrazó, sabía lo que necesitaba.

- Al final te voy a tener que cobrar las sesiones
- No quiero hablar de eso Hugo
- ¿Que otra cosa quieres hacer?
- No lo sé
- Si quieres nos liamos
- Te dije que nunca más
- Y yo te dije que no sería así
- Es que Hugo no entiendo mi vida, no me parece nada bien, no entiendo nada de mí alrededor, no sé si soy yo o es el resto
- Eva, es normal, pero todo tiene una explicación y siempre llega cuando no la pides
- Pero yo estoy en ese punto que tengo que elegir y saber que hacer y no puedo
- Eva
- Perdón
- Te propongo algo
- Verás
- Vamos a ir casa tranquilamente, parando por el camino a por un helado o a por donuts, o a por lo que se te antoje. Después te voy a enseñar que lo que tú quieres estudiar no tiene nada de malo. Y después te voy a enseñar el maravilloso mundo de la comunicación, parental. Para que tú y tu hermano le digáis a vuestros padres, es mi vida elijo yo y lo que elijo es esto. Si os echan de casa en la nuestra siempre tendréis hueco
- Gracias Hugo
- ¿Dónde te apetece ir?
- Mercadona, quiero bombitas y aceitunas
- ¿Algo mas?
- No se, vamos viendo por los pasillos con un carro y decidimos
- Perfecto

La magia no está solo en los cuentos (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora