Capítulo 26: Pillada + Fiesta (1)

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- TIMBRE.- Grite desde mi cuarto, sabía de sobra quien era y le hacía pasar porque por culpa de Eric llegaba tarde. Pico a la puerta y le abrí rápidamente.- Pasa corre
- Que guapa vas
- Gracias, tu con ese chándal no mucho
- Bueno, es lo que tiene, tener partido benéfico
- ¿Lo saben ellos?
- Lo saben en casa, por lo que igual Pau se lo ha dicho a Eric y al resto, pero vamos no creo que vengan
- A mi me da igual ya lo sabes
- Lo se tranquila, ¿nos vamos?
- Si, espera que me ponga el glos
- ¿Que?
- Nada un poquito de brillo en los labios
- Ah
- Anda da igual vamos. Abu, Adela, nos vamos
- Adiós bonitos pasarlo bien
- Graciaaaas, adioooos
- EVAAAAA TE HE DICHO QUE...- Tiré de la mano de Álvaro y salimos corriendo al coche.- Arranca corre
- Voy voy
- Que pesado está
- ¿Que le pasa?
- Es muy pesado, me ha dicho que no podía salir, que luego es la fiesta bla bla bla
- ¿No le has dicho que nos veíamos hoy también?
- Si, pero no se acuerda, si se lo hubiera dicho Paula seguro que si se acordaba
- Que mala
- Lo se, pero es cierto
- ¿Puedo decirte algo serio?
- Si, pero no estoy acostumbrada a verte así
- Bueno, es que lo he hablado con mi madre y me ha dicho que si es lo correcto que te lo diga
- Que mona tu madre, dime
- Yo se que esto es una amistad que a veces va un poco más allá, se que soy una especie de parche que cubre tu corazón hasta que Hugo se aclare de una vez y te diga si siente o no y como
- Álvaro
- Espera Eva, no te lo estoy reprochando, me encanta ser tu amigo y ayudarte, lo que te iba a decir era que en cuanto hablases con Hugo me avisases porque yo me quito de en medio como algo más y soy solo tu amigo con el que te liaste un par de veces. No sé si me he explicado bien, se cual es la realidad, se todo lo que pasó con Hugo, la putada que te hizo, y se que lo vais a arreglar yo no me opondre te animaré a hablar con él siempre que sea necesario, solo quiero decirte que me tienes aquí como amigo o lo que necesites. Ah y a todo esto solo le pongo una condición y es que nunca dejes de venir a verme a los partidos
- Que bonito eso Álvaro y serás el primero en enterarte, pero de momento lo mío con Hugo no va a ningún sitio, el prefiere hacer caso a Sam y no se siente preparado para esto. No le voy a estar esperando toda la vida, tiene su oportunidad si la desaprovecha no es mi culpa, y si aparece un chico, alto,  castaño claro, con ojos miel, tatuado, de piel bastante pálida y con un corazón enorme y le quita el sitio que hubiera espabilado
- ¿Me has llamado pálido?
- Te mato
- ¿Eso que asoma por tu cara sería es una sonrisa? ¿Si?
- No.- Dije intentado ocultar mi sonrisa.- No no, hoy cuando te hagan falta diré se la merece es muy malo
- No te atreves
- Ya verás ya
- ¿Cuando acabe el partido me acompañas a casa me visto y luego te acompaño yo a vestirte para la fiesta?
- Mmm vale. Te llama Pau
- Que raro. Hola enana
- Se nos jode la fiesta está noche, vienen tus primos pequeños
- Una polla
- Mamá ha dicho que no podemos ir
- Papa nos dejo ir, limpiamos la casa ese era el trato
- Ya pues ellos están peleando por ello
- Haz una cosa enana, llama a Eric que vaya a buscarte y coge ropa, lo que necesites para la fiesta y me coges a mi lo que tengo encima de la cama, calzoncillos limpios y la colonia
- No entiendo tu plan
- Si ya estamos fuera no nos pueden hacer volver, es una regla
- Eres un genio, te cojo las cosas, supongo que te veo luego el casa de Eric
- Si, cuando acabe el partido voy para allá
- Vale tete
- Adiós enana. Siempre igual
- Tranquilo Álvaro
- Todos los años nos hace lo mismo y este año ya estamos hasta los huevos
- Bueno, pero tú respira tranquilo y céntrate en el partido y en los goles que me vas a dedicar, por cada gol, tendrás una recompensa
- ¿De qué tipo?
- Si te vas a duchar en mi casa te tendré que enseñar a usar el grifo, ¿no?
- ¿Cuantos goles tengo que meter para que eso pase?
- Mmm 3
- Vale, me parece justo

Llegamos al pabellón, Alvarito se bajó con sus compañeros y yo me quedé hablando con los padres y con las novias de otros jugadores, tenía que socializar, ver el partido sola era de lo peor que podía hacer, necesitaba que ellos gritasen conmigo las injusticias.
Hoy ademas era un partido benéfico cada entrada costaba dos euros, y es que en el club, en la categoría benjamín había un niño malito con cáncer y entre todos decidieron hacer una gran colecta para que los reyes en el hospital fueran como en casa.
Antes del empezar en partido, Sara, Laura, Lucía y yo nos acercamos a los chicos a desearles suerte

- Eva, que le has dicho a Alvarito que ha dicho que hoy quiere tirar hasta los penaltis
- Digamos que tiene que meter tres goles para una recompensa
- Equipooo.- Dijo uno de ellos al resto.- Hoy todas a Álvaro que igual si tiene suerte folla
- Robles te mato
- Pero si ha dicho la verdad, tu concentrado en el juego
- Mierda
- ¿Álvaro?
- Mi hermana, el tuyo, Bruno, Mai, Gonzalo, Samantha, Hugo, Gabi y Keto entrando por la puerta
- Jajajajajajaja
- No te rías
- Jajaja, es que jajaja, no puedo
- ¿Lo sabías?
- No idiota, pero me ha hecho risa
- Ya te han visto, ya vienen
- Y a mi que, ¿me vas a señalar cuando metas los goles?
- Si y te voy a decir Eva pa ti
- No no, me señalas y listo
- ¿Esto qué es?

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En un ratito tendréis la parte 2

La magia no está solo en los cuentos (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora