Capítulo 13: Agarramela que me crece

183 34 1
                                    

Si había algo de Hugo que no me gustaba nada, y que no recordaba de la última vez que dormimos juntos fue lo mucho que se movía. No encontraba postura e iba rotando entre darme la espalda y ponerse boca abajo y la verdad que me volvía loca, yo quería dormir no tener a mi lado al hombre pollo asado, es que da vueltas y vueltas

- A ver Hugo, te importaría dejar de dar vueltas, me gusta dormir contigo, pero cuando no te mueves
- Te he despertado, lo siento
-¿Que te pasa?
- Nada nada, es que no tengo mucho sueño
- Mientes horriblemente mal
- Si te lo digo me vas a tirar al suelo
- Va Hugo que es tan horrible
- El rato que estaba durmiendo
- ¿Si?
- Pues estaba quieto bien, haciendo la cucharita contigo y bueno pues
- ¿Qué?
- He empezado a notar una presión en, en ahí abajo
- Te has empalmado
- Si eso
- Bueno es normal, está durmiendo conmigo que estoy más buena que el pan
- ¿No te enfada?
- Hugo que es una respuesta natural del cuerpo, es decir, estaba durmiendo, no has dicho oye voy a empalmarme ahora. No pasa nada
- Gracias Eva
- Gracias no, o te vas al baño y lo arreglas o te pones a pensar en cosas que te lo bajen
- Eso segundo no funciona
- ¿Ah no? Piensa en la tutora, en el examen de historia del miércoles, en la selectividad, en tu madre, piensa en tu madre y en cuando se da besitos con el padre de Sam
- Vale vale ya se me ha desinflado
- Increíble, puedo hacer contigo lo que quiera
- No juegues con eso
- No juego con nada, pero al igual que te la puedo poner como el mástil de un barco, te la puedo poner como un cacahuete
- Eva no tiene gracia
- Es que me has despertado Hugo
- No no vuélvete a dormir
- ¿Como es que hay veces que hablas tan bien y otras te cortas tanto y casi estás a punto de tartamudear?
- No se
- ¿Te pones nervioso al hablar conmigo de sexo?
- Puede
- Pero si eso es lo más sano del mundo. Cuando seas psicólogo tendrás que hablar de sexo y no pasará nada
- Ya, si lo sé, pero no es lo mismo hablar de sexo con pacientes que con la persona que te atrae físicamente y con la que te liaste en la boda de tu madre
- Soy tu paciente, o eso parece por el día
- No es así, intento ayudarte como amigo, para que no sufras y eso
- Aaaaaaa, ahora entiendo Hugo
- ¿En serio? ¿Me he explicado bien?
- Si idiota, pero necesito que me escuches
- Dime
- Soy tu amiga y si necesitas hablar de sexo, o de otra cosa se habla, independientemente de si me quieres follar o no
- Eva a mi eso no me va a salir
- Pues empecemos ahora
- ¿Que te pasa con el sexo?
- Nada
- Yaaa y yo soy igual de rubia que tú
- Nada en serio
- Hugo, ¿que te pasa?
- Pues
- No me río te lo juro
- Mi madre siempre ha sido muy abierta para todo y bueno a los 14 años yo empecé a descubrir el sexo masculino
- Te empezaste a masturbar a los 14
- Si y mi madre pues me empezó a hablar de sexo entonces, yo me asuste
- Vale, lo entiendo
- Vale pues a mí eso me creo un trauma por así decirlo y entonces pues dejé de hacerlo, y mi madre me preguntaba que porque ya no lo hacía y me daba mucha vergüenza
- Ay Hugo, me estás dando penita y todo
- El caso es que con 16 me eche novia y cuando lo hicimos por primera vez rompió conmigo y luego bueno no se me ha dado mejor la verdad. Cada vez que me intento tocar solo o hablar de sexo me viene mi madre a la cabeza y te juro que me entran ganas de morirme
- Hola soy Eva, son las 3 y media de la mañana y voy a ser tu terapeuta sexual
- No
- Si. Ya se que por lo menos te pones a tono, así que no sé si hablarle de sexo o ponerte a punto y que te la muevas aquí delante conmigo
- Ninguna por favor Eva
- Hugo, el sexo es algo natural que se hace para divertirse y o tener hijos y cierto es que tu madre te lo ha jodido, pero vamos que aquí estoy yo para lo contrario. Todo el mundo se toca, y no es para tanto, cuando no tienes quien te dé placer es mejor hacerlo solo que mal acompañado
- Pero mi madre aparece ahí, pues habrá que hacer algo para que no aparezca, yo por un mínimo de 7 euros al mes te dejo que uses mi cara cada vez que quieras
- Idiota
- Hugo escúchame, si piensas en tu madre jamás vas a hacer nada bien. Siéntate.- Se sentó con la espalda apoyada en el reposa cabezas y yo me senté a horcajadas encima suya.- Si yo me pongo así encima tuya, hago círculos con las caderas y me acerco a ti, vas a pensar en tu madre
- Si, bueno no, no se
- Hugooo, céntrate en mi, dame la mano. Mira sabes porque las chicas comparamos tanto nuestra mano con la de los chicos. Soléis tener los dedos más largos y eso nos encanta ya que llegáis más lejos que nosotras
- Eva
- Hugo, te voy a quitapr el trauma
- No es eso
- ¿Entonces?
- Que ya, se me ha puesto
- Tienes que aprender a que las tías te harán sufrir, por lo que te voy a besar hasta que sientas que te va a reventar

Hugo y yo nos empezamos a liar y a el le costaba situar las manos por lo que le puse una mano en mi teta derecha u otra se la puse en su paquete, quería que viera que no pasaba nada por tocarsela.
Sin dejar de besarnos y muy poco a poco introducimos las manos dentro de su boxer, le iba ayudando para que viera que todo estaba bien y no era nada malo.
Al terminar fui a por papel y toallitas, Hugo me miraba raro

- ¿Que pasa?
- Gracias
- No es nada Hugo, solo quiero que estes bien contigo mismo y veas que todo va bien y que no pasa nada
- Bueno, me has hecho una paja
- Y como lo cuentes he la corto
- No lo voy a contar
- Pues a dormir
- Perfecto

La magia no está solo en los cuentos (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora