Capítulo 15: Pociones

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- Vamos a ver abuela me estás diciendo que lo haces a ojo. ¿Como voy a hacerlo yo así?
- Eva cielo, no es a ojo es orientativo
- ¿La diferencia es? Porque aquí solo pone, diente de león, ortiga, te verde, azúcar moreno, gotitas de limón, ¿pero cuánto de cada?
- Pues nunca se ha sabido a ciencia cierta, yo nunca hecho lo mismo, pero aquí en la esquina de la derecha te pone sí tiene que ser equitativo o no. Si es equitativo deberás poner las mismas cantidades de todo, por ejemplo está de aquí es equitativa por lo que dependiendo de si vas a hacer mucha o poca cantidad debes poner o uno de cada o 5 de cada y luego ya sabes agua a ojo de pende si lo quieres muy concentrado o poco
- ¿Y si no es equitativo?
- Pues si no es equitativo echa a ojo Eva, vamos a ver si no es a ojo, piensa si quieres que haga efecto rápido o más lento y que te tenga que comprar más
- Aaah ya entiendo
- Para amigos y primeras veces se hace muy concentrado y después para terceras y cuartas veces se hace más diluido, así te aseguras que siempre vuelven
- Vale gracias
- Tus amigos ya están aquí
- ¿Puedes no espiar por la ventana? Gracias
- Mmm té.- Dijo Eric entrando por la puerta de la cocina.- ¿Puedo?
- NO
- Vale vale
- Eric, bajas y la cagas
- Te llegas a tomar eso muchachito y no lo cuentas
- ¿Que clase de venenos estais preparando?
- Es para que Eva aprenda de todo, pero esa la vamos a tirar antes de tener un accidente
- Abre la puerta Eric
- ¿Dónde vais a ir hoy?
- Sam tiene que ir a comprar y nos arrastra a todos
- Que bonito, que salgas con tus amigos
- Si si
- Vienen discutiendo
- No jodas
- Si
- Noooo
- Hola
- Eso hola
- Buenoooo
- Abu nos vamos, cualquier cosa te llamamos
- Vale. ¿A vosotros que os pasa?
- Hugo es un cerdo
- Hugo, ¿es cierto?
- No
- Vale, vamos de compras y vamos hablando
- Conduzco yo, así Sam no se altera más de lo que está y Hugo y tu vais a vuestro aire
- Hugo, ¿estás bien?
- Si
- ¿Sabes que conmigo puedes hablar?
- Si, gracias Evs

Le cogí la mano y como estaba lejos, me cambié al asiento del medio y le abracé. El me miró y sonrió. Yo sabía que esto era peligroso para mi y que podría perderme en este abrazo a la mínima y no sé si estaba preparada para enamorarme de un chico con tantos traumas.
Llegamos al centro comercial y fingí atarme los cordones para que Hugo me esperase y poder hablar con el de lo que había pasado.

- Llevas botas, me explicas por que finjes atarte los zapatos
- Para quedarme a solas hablando contigo
- Vale, ¿y?
- ¿Que pasó?
- Sam me pilló tocando la zambomba esta mañana en mi cuarto, y luego en la ducha y luego otra vez en mi cuarto
- Vale y ¿dónde está lo malo?
- En que piensa que soy un guarro y un salido de mierda
- Es su culpa Hugo no la tuya
- Ya pero me mira raro y me odia
- ¿A ti te ha servido para algo?
- Si, se lo que me gusta y lo que no
- Pues ya está Hugo
- Habla con ella por favor
- Está bien. Saaaam
- Ahora noo
- Ahora si. Escuchame Sam, mmm tu te tocas ¿verdad? ¿Y tienes una amplia gama de juguetes sexuales?
- Si y si
- Vale pues Hugo también lo hace al igual que lo hace Eric y lo hago yo. ¿Cuál es la diferencia en que lo hagamos nosotros a que lo haga Hugo?
- Le he pillado en lo que va de día 3 veces
- Ya pero porque has entrado donde no debías, su cuarto y el baño cuando está él dentro. Sam no te pongas así, Eric lo ha llegado hacer 7 veces en un día, el se piensa que no me doy cuánta, pero el caso es no entrar cuando está ocupado
- Vale, perdona Hugo
- Ya está todo arreglado ahora venga ahora id tirando que tenemos que hablar
- Vale
- ¿Cuéntame que te gusta?
- No aquí no
- ¿Entonces?
- Solo te diré que el cuello y la oreja son mi punto debil
- Mmm que interesante, ¿algo más?
- Si, pero cuando no haya público, hice una lista de cosas que me gustan, otras que no tanto y otras que no he probado y que me gustaría
- Ese es mi chico
- Te parece bien si nos escabullimos y me cuentas
- ¿Y ellos?
- Mira y aprende. Tete.- Puse cara de que me dolía el alma.- Tete
- Ey qué pasa
- No me encuentro muy bien os importa si Hu y yo pillamos una moto de esas y nos vamos a casa
- Claro que no pequeña, ves a casa y luego vamos nosotros
- Vale
- Hugui, vámonos
- Voy voy

Hugo y yo cogimos una moto de alquiler y fuimos a mi casa donde no había nadie y di gracias hasta a los dioses. Hugo empezó a contarme que gracias a una toalla de calor había descubierto que el cuello le encantaba y un sinfín de cosas que para alguien que no era de piedra era difícil aguantar.

- No hay nadie en casa
- ¿Y?
- Bueno, te puedo poner una peli y podemos cumplir algo de tu lista
- ¿Algo como que?
- Algo como poner a prueba tus dedos largos
- Me estás pidiendo que te toque
- Si
- Pero tú estás ya 
- Hombre Hugo, a mí no me hace falta ni la película, te quiero decir con todo lo que me has dicho
- No los he hecho bien nunca
- Bueno yo me los hago bastante bien así que si juntamos las manos, creo que podemos tener un resultado bastante óptimo
- ¿Estas segura?
- Claro Hugo

Le invite a cerrar la boca con un beso, quería que Hugo terminase de completarse para que pudiera salir con otras chicas, independiente de que eso me rompiera el corazón.
Y es que en cuanto Hugo completase su proceso, sería libre para estar con quien le diera la gana y yo iba a terminar pilladisima y con el corazón roto ya que en cuanto el pudiera follar, para que iba a hacerlo o a perder el tiempo conmigo.
La verdad que lo hacía bastante bien, pero necesitaba algo más por lo que decidí que era el momento de ir más allá, por lo que le quite la ropa, me la quite a mi, cogí un condón de la mesilla y le dije que ahora o nunca. El me miró y sonrió, iba a ser ahora y así fue. Uno de los mejores polvo de mi vida, y por desgracia para mi el último.
Al rato de terminar yo seguía roja y a Hugo el daba risa, pero a Sam y Eric no tanta cuando llegaron

- Es fiebre, Eva esta colorada e hirviendo
- Que no es nada
- ¿Nada? ¿No te has visto?
- Hugo di algo
- No es nada, dejarla
- Gracias

La magia no está solo en los cuentos (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora