𝐹𝑙𝑢𝑓𝑓𝑡𝑜𝑏𝑒𝑟

𝑪𝒂𝒓𝒊𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝑪𝒂𝒃𝒆𝒛𝒂

MexCor
Especial. El chico del apartamento 5-12

México y Corea estaban por cumplir un año de relacion y el mexicano no encontró una mejor forma que organizando una cena romántica, cliché talvez, pero sabia que a su novio le encantaría.

Despues de llevarlo a la escuela y robarle unos cuantos besos, regreso a su departamento donde empezó a buscar lo que necesitaría para la cena, saliendo para ir a sus prácticas y de paso conseguir lo que faltaba.

Sus clases de gastronomía por fin tendrían un uso más importante.

En el restaurante cocinaba con la mente en las nubes, pensaba en la decoración, en su novio, si le gustaría la comida y en el cliente molesto que tuvo que atender por que nadie más quería.

Al terminar con las horas asignadas de su práctica, corrió al supermercado más cercano donde compró todo lo que tenía anotado en su brazo, claramente no gastaría tiempo en buscar una hoja para anotar lo que necesitaba.

Pagó y subió a su moto en dirección a su hogar.

Puso a su nuevo artista favorito del momento, Kevin Karl, de fondo mientras que sacaba sus compras y arreglaba lo que sería parte de su cena romántica.

De vez en cuando miraba la hora, para asegurarse de que aún no era la hora de salida de su novio y poder ir a recogerlo.

Lo tenía planeado era lo más cliché y romántico que las películas de romance podían enseñarle, pasta, vino y velas.

Pero el vino solo sería para el, ya que el coreano no bebía, aunque aquello ya lo había solucionado con jugo de fresa, solo lo pondría en una copa para disimular. En su momento trato de buscar algún platillo coreano pero talvez sus habilidades culinarias aún no estaban tan desarrolladas para eso.

Acomodo la mesa con un mantel rojo, puso un lindo juego de platos, muy diferente a los tazones de caricaturas que ambos usaban al desayunar o co  los que comían cereal mientras veían una serie en la habitación del mayor.

El mexicano estaba seguro de que no quería compartir sus tazones con alguien más en el futuro, después de la cena estaría pensando en cómo proponerle matrimonio, aunque eso no importaba realmente en este instante.

Al mirar por décima vez el teléfono, descubrió que su novio estaría por salir de clases en 10 minutos, tomando las llaves de su motocicleta fue a la universidad del coreano.

Llegó a tiempo viendo como todos empezaban a salir del edificio, se arregló un poco el cabello mientras que veía a la distancia al ahora pelimorado que poco a poco terminó estando frente a él.