Perteneco a la casa Trovi, de allí han surgido varias Emperatrices, mí madre fue una de ellas, yo pertenezco también al linaje. Mí padre fue el gran Emperador Osis III, Mí nombre es Theia Vikt Trovi . El actual Emperador es mí hermano sovieshu quien se casó con nuestra prima navier, la cual fue elegida por mí padre para ser la emperatriz Se podría decir que fui la favorita de mí padre, él siempre quiso una niña, cuando nací fui criada con todos los lujos posibles, las mejores ropas, las mejores nodrizas, maestras, máscotas lo que yo quisiera siempre lo tenía, y mamá bueno ella me educó para ser la inteligencia y Mente de mí Hermano en temas políticos del imperio, según ella llegaría el momento en donde el ya no pudiera gobernar.... Realmente nunca entendí las palabras de mí mamá aquel día que entró llorando a mí habitación.
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Todo aquel lugar oscuro se encontraba envuelto en llamas, grandes árboles eran devorados por el incendio, unos cuantos soldados se encontraban tirados por el campo, algunos muertos por la explocion antes ocurrida y otros con graves heridas por todo sus cuerpos, Entre un montón de maderas que anteriormente eran un hermoso carruaje se encontraba una pelinegra gravemente herida, sintiendo como un líquido con sabor a metal empezaba a subir por su faringe y derramándose por los costados se su boca, con las pocas fuerzas que le quedaban apartó unos trozos de madera que le habían caído encima y mirara aquel cielo estrellado, unos chillidos estruendosos hicieron que sus ojos se fijarán a un costado de ella y pudo ver cómo un gran cuerpo negro se posaba a su lado, las grandes alas de aquel animal con el cuerpo de un reptil empujaron varios escombros de maderas, los ojos rojos de aquel animal se fijaron en la muchacha frente a el y con su ocico la movió levemente provocando que ella emitiera un sonido de dolor el cual fue escuchado por el dragón que se apartó un poco. Una débil pero pequeña sonrisa apareció en el rostro de la pelinegra quien elevó su mano derecha como queriendo tocar al dragón
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- Fëanor... fuego - la voz quebradiza de la chica fue lo suficientemente fuerte como para que el dragón negro la escuchará y se quedará mirandola por largos segundos - e..está bien puedes... hacerlo... Fuego
El dragón empezó a retroceder alejándose cada vez más pero aún con la mirada en la mujer que él consideraba cómo una madre
- ¡¡¡Fuego!!! - aquel grito que emitió la pelinegra hizo que el dragón soltara un estruendoso chillido agudo, que hizo que la muchacha cerrará sus ojos y cuando los volvió a abrir pudo ver cómo de la boca de su dragón salía una llamarada de fuego -
Lo único que se pudo escuchar en todo el lugar fue un grito de dolor mientras el cuerpo de la pelinegra era quemado por las llamas, el dragón al instante que las llamas tocaron el cuerpo de la chica se fue rápidamente del lugar perdiéndose en el cielo, los gritos fueron cesando hasta que se podía observar lo que antes era una hermosa pelinegra convertido en un cuerpo totalmente quemado en su totalidad
