The beginning of everything
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De los últimos hechos ocurridos ya habían pasado dos semanas aproximadamente y las cosas habían estado en calma para la princesa de ojos plata quien como siempre se mantenía ocupada con asuntos del pueblo pendiente a las necesidades y problemas de cada uno, para ese punto Hans y Demian ya se encargaban de pequeños asuntos como la supervisión de que en los hogares de niños no faltará nada o que no faltará suministros en los comedores públicos y el energético kerem acompañaba a la pelinegra a todos lados cuando sus damas de compañía no podían estar con ella cosa que agradece mucho.
- He estado planeando llevar a Navier a la casa de campo imperial por su cumpleaños pasar todo el día allí y regresar rápidamente te parece una buena idea - Theia miraba con verdadero odio aquel platillo de carne frente a ella, tapándose su nariz disimuladamente con un trapo giró su cabeza mirando a un costado sintiendo como la comida que había ingerido unos segundos antes subía lentamente por su garganta - estás bien Theia? -su hermano rápidamente se paró arrodillándose a un lado de ella - quieres que llame a el doctor?
La pelinegra sonrió levemente quitando el trapo de su nariz y negó levemente
- No te preocupes estoy bien seguramente solo es un resfriado eso es todo … sígueme contando sobre tu plan para el cumpleaños de navier
Sovieshu la examinó por varios segundos y luego afirmó para volver a sentarse en su lugar y seguir explicando sus planes a su hermana quien aparentaba estar mareada por lo que decidió que lo mejor era dejarla descansar creyendo que tanto trabajo encima estaban cobrando factura a la joven princesa
- Señorita realmente no la veo bien no sería buena idea que un médico la revisará? - susurro kerem mientras ayudaba a la pelinegra a caminar sosteniendola del brazo derecho mientras caminaban a paso lento por los silenciosos pasillos del palacio -
Pero no los de aquí… los doctores del palacio son muy chismosos prefiero uno de mi confianza si es que me va a atender - miro al oji celeste con una pequeña sonrisa - llamaré a uno para que venga está tarde no te preocupes
𝐸𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑗𝑎𝑟𝑑𝑖𝑛𝑒𝑠
Es temprano majestad usted que la emperatriz lo reciba a estás horas - McKenna caminaba detrás de Heinrey con las cajas que contenían los collares y anillos para la emperatriz -
- McKenna amigo mío ya no hagas preguntas tontas y solo sígueme - la sonrisa de Heinrey desapareció apenas la figura de Rashta apareció frente a él, sus ojos miraron de arriba para abajo a la peli plateada y se hizo a un lado para poder continuar caminando y pasar de largo a la muchacha -
su alteza! - rashta se giró para mirar a Heinrey quien la miró de reojo y soltó un pequeño suspiro -
- qué es lo que ocurre?
- Usted no tiene nada para decirme? - rashta miró fijamente al rubio frente a ella quien la miraba fríamente -
- No.. Y usted tiene algo que decirme?
Rashta miró con ojos llorosos al príncipe y echó hacia atrás la sombrilla que tenía en manos para mirar mejor a Heinrey. McKenna quien se encontraba a un costado con todas las cosas que se le serían entregadas a Theia sentía nervios por lo que podría pasar sabía que la joven peli plateada no era del agrado de su primo
~ se que la joven no es del todo de su agrado pero por lo menos podría disimular un poco ~
- Yo pienso… pienso que su majestad es una persona increíble - rashta sonrió y en el rostro del peli azul no había más que sorpresa, hasta la cara del rubio lo demostró al ver pequeñas lágrimas salir de los ojos de Rashta - ay lo lamento alteza mis lágrimas debieron dejarlo desconcertado… es que para ser honesta - bajo un poco la mirada y apretó el mango de la sombrilla - desde que se propagó el rumor de que soy una esclava fugitiva la gente no han parado de burlarse y reírse de mí.. pero usted me ha tratado igual que antes… y se que no estamos en buenos términos pero igualmente me conmovió - se sirvió un poco la nariz - también admiro mucho el hecho que pueda soportar estar alejado de la persona que ama